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• Señor Comisario •

4249 palabras.

Key Conway, así es como te llamabas. Eras la actual hermana de Jack Conway, el superintendente de la ciudad. Ambos teníais vuestro parecido; Pelo negro y corto, ojos castaños tan oscuros como la noche y un temperamento fuerte, aún que tu eras más amable, según los demás oficiales.

Llevabas probablemente casi 2 años en la malla y en ese tiempo habías ascendido a subinspectora, siendo compañera en ocasiones de Gustabo García o Isidoro Navarro, aún que normalmente solías patrullar en Mery. Por lo general, tenías las mismas buenas habilidades que tu hermano mayor en atrapar criminales, dar ordenes o con las armas.

Al ser la hermana de Conway, este era muy protector contigo. Nunca te dejaba ir sola por la zona norte, ni te dejaba acudir a alertas muy peligrosas, como atracos a joyería. Obviamente siempre terminabas acudiendo independientemente de lo que decía tu hermano, era tú trabajo como oficial, aún que siempre que le convencías que te dejara ir a la zona norte, te mandaba con Gustabo, Gordon o con Freddy.

Oh, bendito Freddy Trucazo. Era el hombre más jodidamente sexy que habías visto en tu vida. Estabas loca por él, en secreto obviamente. Querías mantener tu profesionalidad, pero tu mente siempre te traicionaba cuando ambos patrullaban solor en un Zeta por la zona norte. En la mayoría de veces él conducía, y en verdad lo agradecías pues podías observarlo disimuladamente. Él era un par de años más mayor que tu y te sacaba un par de cabezas. Al lado suyo tu parecías una pequeñita muñeca de porcelana.

Muchas noches te habías masturbado pensando en él, en como querías que te besara hasta que tus pulmones quedaran vacios de aire. Querías que te agarrara del cuello y del cabello. Que te ahogara, te dejara marcas por todo el cuerpo. Querías que te follara tan salvaje que tus piernas se quedarán temblando por mínimo un día. Ese hombre te lograba poner a 100 y sacar tus pensamientos más inapropiados de tu cerebro.

- Gordon, ocúpate de la asignación en radio. - Escuchaste la voz de tu hermano por radio, hablandole a Gordon, que justo estaba a tu lado, ambos listos para comenzar vuestro dia de patrullar.

- 10-04. - Contestó por radio a tu hermano. - A ver. Isidoro Navarro y Gustabo García a Z-10.

- 10-04 - Contestó Gustabo.

- Alfredo Sánchez y Vivi Michaelson a Z-20 - Ambos contestaron con un si al unísono. - Dante Russo y Ander DeSanti, a Z-40.

Gordon fue asignando a cada agente en servicio como el superintendente le había ordenado, hasta que llegó (por fin) tu turno de ser asignada. Gordon era como tu mejor amigo por así decirlo, y, si bien no sabía lo que hacías por las noches, si sabía tu obsesión por el comisario, por lo que sabía lo que querías.

- Freddy, ¿usted está disponible? - Preguntó por radio.

- 10-04 neno, ¿pasó algo? - Joder, ese puto acento gallego... De solo escucharlo ya sentías que tus bragas se mojaban.

- Ve a Z-50 con Key Conway, yo me asigno junto a Conway en Mery. - Gordon esbozo una sonrisa al ver tu gran sonrisa, sabiendo que tú día ya había ido a mejor con solo haber escuchado la voz del comisario.

Le abrazaste fuertemente despeinando su pelo de paso. Sin siquiera tener que decirle nada te había leído los pensamientos, y ya no tenías que acudir a tu hermano para poder patrullar con Freddy, con la excusa de querer ir al Norte.

- ¿Key me copias? - Habló el comisario por la radio cuando ya habían pasado 10 minutos y tu todavía no habías salido del vestuario.

- 10-04, en seguida salgo. - Te colocaste el chaleco y volviste a posicionar la radio en tu hombro derecho. Te pusiste la porra, el teaser y tomaste un par de esposas. Una para los criminales, y otras por si Freddy quería.. Bueno, ejem. Mejor no dejar que tu mente siguiera imaginando cosas.