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Reigen no supo qué pensar acerca de la llegada tardía de su primer empleado. Se estaba retrasando por casi dos horas.

Apenas logró ignorar su ausencia hasta terminar el masaje/exorcismo que le estaba realizando a una pobre señora, recordando su soledad en el despacho una vez la mujer se marchó al fin.
La muy descarada se había tomado la confianza de llamarlo "atractivo" mientras le acariciaba el trasero, y él tuvo que guardarse los insultos para mantener su imagen respetuosa.

Al parecer, la fémina lo confundió con un beta solo por su altura. Prejuiciosa.

_ No olvide llevarse estas muestras de té anti posesiones, le ayudarán a alejar los malos espíritus y el mal de ojo.

Al menos logró sacarle un pago extra.

Quitó la suciedad invisible de sus nalgas con desagrado y volvió a su asiento, mirando en su computadora las citas pendientes de la semana.

Un avistamiento reptiliano, voces inhumanas profesando maldiciones en mitad de la noche, apariciones tenebrosas en parques infantiles durante la madrugada.

Nada interesante.

¿Qué les costaba hacer como él y rociar sal hasta debajo de la alfombra?

...

Mejor no, le quitarían el negocio.

Suspiró y se reclinó en su asiento para observar el techo. Así de aburrido estaba desde que Serizawa se volvió sociable en su escuela.
Se alegraba por él y todo eso, pero, ¿y si aparecía alguien que realmente estuviera poseído? ¡Tenía dos psíquicos trabajando para él como adornos! ¡Si casi nunca estaban en la oficina!

Además, ¿y Hoyuelo? Ese era otro traidor. Maldito bicho verde.

Bajó la mirada al escuchar la puerta abriéndose bruscamente y algo siendo arrojado sobre el sofá.
Shigeo ni intentaba disimular su estrés hasta que recordó donde estaba, acomodando apenadamente sus cosas y dirigiéndose a su puesto de trabajo.

_ Buenas, Mob._ Saludó desde su lugar, optando finalmente por sugerirle a su aprendiz que se acercara. Una vez lo tuvo donde lo quería (Sentado frente a él como si fuera un cliente), le ofreció unos caramelos que le había dejado la señora mano suelta. _ ¿Hay algo que te preocupe?

El adolescente tardó un poco en aceptar el atrae caries, guardándolo en su bolsillo y manteniendo sus manos cerradas sobre sus rodillas con la vista pegada al suelo.
Arataka sentía sus vellos erizarse por las sensaciones negativas que irradiaba.

_ Hoy..._ Comenzó al fin, notándose un tono defraudado en su hilo de voz. _ Me hicieron la prueba de género secundario por segunda vez...

Tema delicado...

El de cabellos anaranjados rascó su nuca mientras se cuestionaba cómo responder sin desmantelar las esperanzas de su compañero de oficio.
Normalmente el dichoso género secundario se determinaba a los doce años, aunque también estaban los que "despertaban" tarde. Por eso se debían repetir las pruebas a quienes dieran negativo la primera vez. (Betas)

De todas formas, le faltaba información. Realmente no sabía todavía lo que le atormentaba.

_ ¿Y qué tal te fue?_ Asumió que nada bien por su comportamiento anterior.

Sus ojos se iluminaron fugazmente por un egoísta pensamiento. ¿Y si él también era...?

_ Dio negativo otra vez..._ Murmuró con cierto desprecio.

No. No era omega... y mejor así. A saber qué pasaría con sus poderes si estuviera en celo una semana entera cada tres meses.

...

Espera | MobRei |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora