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Ultra magnus, joven y lindo para algunos de sus compañeros de universidad. Aunque algunos los trataban mal por su actitud sería y calculadora.

Trabajar en un bar le trajo algo de complicaciones, su jefe era realmente estricto, necesitaba un descanso de las largas noches que lo hacía trabajar.

Hasta que una noche un hombre robusto y de gran altura entró al bar, magnus al verlo quedo sorprendido por ello y sonrojandose. Siguió haciendo lo de sus bebidas, hasta que un hombre totalmente borracho lo tomo de la cintura empezando a hablarle cosas lindas. Ese era el tipo de hombres con los que tenía que lidiar cada día, se alejo lentamente del hombre. Pero una nalgada lo hizo sobresaltarse.

Sabía que nadie haría nada, nunca hacían nada por el, su jefe le decía que atraía a los clientes por su cuerpo, no les tomo gran importancia y siguió haciendo lo que tenia que hacer.

Hasta que sintió una mirada penetrante hacia el, era el hombre robusto y alto que lo observaba; se acercó a donde el estaba para decidir tomar su “orden" o una noche de placer con las chicas que trabajaban en el club.

— ¿que es lo que va a pedir? Tenemos disponibles varios tipos de vinos al igual que alcohol, también tenemos a nuestras chicas disponibles para cualquier baile exótico o una linda noche de placer — hablo magnus en un tono aburrido, mayormente algunos de los hombres que llegaban decidían toquetearlo o tenerlo entre sus piernas.

— quisiera desestresarme un poco, no soy tan bueno en esto. ¿Qué me recomiendas tu? — hablo el hombre con una voz muy gruesa, lo hizo sonrojar y alejar aquellos pensamientos.

—le recomendaría tomar un poco de alcohol o tener una linda noche de pasión con una de nuestras chicas — magnus señaló al grupo de chicas sentadas en un sofá de forma llamativa.

— no son mi gusto, prefiero un trago. Dame lo más fuerte que tengas — eso sorprendió a magnus pero así eran los clientes.

—claro que si, en un momento se lo preparo y traigo — anoto en una pequeña libreta lo que quería el hombre y se dirigió a la barra a preparar la bebida.

Hasta que una de sus compañeras le hablo — joder magnus, que voz tan gruesa tiene aquel hombre. Me calienta — sus compañeras claro que eran unas cachondas necesitadas — te imaginas magnus, si así de gruesa tiene la voz no me quiero imaginar lo de abajo — un fuerte sonrojo apareció en su rostro. Su compañera empezó a reír a carcajadas por la reacción de su compañero.

Otra de ellas se acerco — al parecer capturaste la atención de alguien famoso magnus —

— ¿famoso? — magnus les pregunto a las dos de ellas.

—¡ claro que si! Es un multimillonario, se llama predaking. Es un científico, muy famoso de echo. Ahora con su empresa están haciendo negocios con Decepticons companies—

—ooh vaya, no sabía quien era — hablo consternado mientras veia de reojo a predaking.

— ya es todo tuyo magnus — le dio una palmada en la espalda y siguieron coqueteando a los demás hombres del bar pero ignorando a predaking.

Esto se le hizo raro pero no le tomo importancia, seguía pensando en lo próximo que iba a hacer hasta que una voz lo saco de sus pensamientos, era el chico que le pidió su orden. Lo tomo y le pago, diciéndole que se quedara con el cambio.

Magnus alegre se fue a su lugar, lo necesitaba demasiado ese dinero, había una posibilidad de que se empiece a acostar con los hombres que lo piden por una noche de placer. Estaban a punto de sacarlo de su departamento y tenia que pagar la universidad o también lo echarían y quedaría en la calle.

Un suggar daddy para Magnus Donde viven las historias. Descúbrelo ahora