3° orden

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"Seven men on the dead man's chest" se escuchó cantar aquella voz profunda que ya identificaba y me hacía temblar, "Yo, ho, ho, and a bottle of rum!" corearon dos voces melodiosas, por lo que me había explicado Hwang, esos eran Han y Kim, "Drink and the devil had done for the rest" volvió a entonar aquella temible voz, "Yo, ho, ho, and a bottle of rum!" esta vez el coro fue cantado por el resto de la tripulación. El mismo verso fue cantado por otra voz, más melódica y suave, Han.

La tarde cayó sobre el horizonte tras dos o tres cantos, después de que el cielo se tornara obscuro la tripulación se disipó ebria hacia sus lugares de descanso, entonces el capitán comenzó un nuevo canto más obscuro "Yo ho, all hands, hoist the colours high", una voz, que hasta el momento no había escuchado, coreó con él "Heave, ho, thieves and beggars, never shall we die" cuando vi por la rendija de la puerta supe quien era.

How you been, Hwang? — preguntó el capitán sentado sobre la trabe.

— Nos vemos todo el día capitán — se burló el mencionado.

— Pero es como si no estuvieras aquí.

— ¿Tanto me extrañas? — el rubio miró a Hwang y sonrió, por primera y única vez vi esa sonrisa, Lix alargó su mano hacia la mejilla del contrario y la acarició suavemente.

— Nunca podría negar eso.

— Pero tampoco lo afirmarás en voz alta ¿cierto? — Hwang acarició la mano que lo tocaba con delicadeza, Lix soltó una risita antes de arrebatar su mano con brusquedad, levantarse y dejarlo ahí.

— ¿Hace cuánto conoces al capitán? — pregunté poco después que Hwang se acostara esa misma noche, antes de contestar suspiró.

— Lo conozco desde hace 6 años.

— ¿Cómo se conocieron? — Él pensó un momento.

— ¿Has escuchado de el Caballero pirata?

— ¿Stede Bonete? ¿Es hijo de Stede Bonete? — Hwang soltó una risa.

— Que mala suerte sería si fuera así. No. Barba negra y el Caballero pirata fueron amigos durante un tiempo y estuvieron aliados, yo viajaba en su tripulación cuando sucedió:

"Encontramos un barco francés, mi padre odia a los franceses, fue una masacre total, sólo se escuchaba una frase mientras las espadas atravesaban la carne viva "no rehenes, no testigos"; en uno de los últimos camarotes encontraron a una mujer, una prostituta, a Bonete le pareció grotesca, pero cometió dos actos despreciables en el momento, sin saber que desde el closet, escondido, lo observaba un pequeño de mi edad, para cuando acabaron con todos, me obligaron a recorrer todos los pasillos, fue cuando lo encontré, era tan lindo que no podía creer que fuera humano, él estaba en shock, no podía ni moverse, lo llevé conmigo, lo reclamé como mío y la tripulación lo "adoptó" como la mascota, por supuesto, nadie lo tocaba, tuve que forjarme una personalidad dura para poderlo defender de esos salvajes, por eso parezco un chico malo".

— Tú realmente lo amas — Hwang sólo me miró sin emitir palabra alguna — ¿o acaso tú...? — levantó una mano mandándome a callar, señaló rápidamente una escotilla en el suelo, asentí.

— No digas nada ¿ok?

— De acuerdo — susurré entrando a la escotilla lo mas silencioso posible, poco después tocaron a la puerta. 

Hwang, come with me — escuché y tras ello sólo el cierre de la puerta. Ese lugar era pequeño, humedo, pero acogedor, no había tenido que usarlo hasta ese momento, sin embargo, Hwang ya me había explicado que si en algún momento debía esconderme, ese era el espacio ideal. Él volvió en la madrugada, entonces volví a la cama. 

DER PIRATEN TODESBEFEHLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora