7∆ Ride your cowboy🐴

142 18 2
                                    

Prepárense emocionalmente para este capítulo🤭

✨✨✨✨✨✨✨

Me siento tan llena.

Tan llena de amor que empiezo a cabalgar su polla deseando tomar toda su longitud dentro de mí hasta que ya no pueda más y ese orgasmo bloquee lo que soy. Nuestros gemidos se oyen por toda la estancia, deben estar traspasando las finas paredes hacia las habitaciones contiguas, pero, realmente no me importa. No me importa. En cualquier caso, no soy la única que le está dejando saber a los vecinos que está disfrutando del amor en todas sus vertientes, porque mi amante no se está reprimiendo en demostrar que le gusta esta unión tanto como a mí. Gime. Gruñe. Se retuerce. Vuelve a gemir. Me gusta oírlo gemir. Me gusta saber que lo disfruta. A la mayoría de los hombres no les gusta dejarse oír a la hora del amor, pero él es diferente y no puedo evitar querer recompensarlo por serlo y demostrarle lo mucho que esto significa para mí. Schratter es hermoso. Muy hermoso en el amor. Porque la manera en que sus pupilas se tornan negras cuando saborea el placer me hace pensar que algo más primitivo nos tiene ligados, o que es cierto que lo hechicé tan bien que ha llegado a amarme profundamente.

-Sabes montar bien esta polla.

-Sí, oficial. -respondo, sabiendo lo mucho que le gustará.

-Oh, joder.

Esa sonrisa de medio lado que se forma en su boca me obliga a ralentizar el ritmo, y a seguir cabalgándolo para asegurarme de que mi coño le demuestra cariño a su polla.

-Naima. -gruñe en mi oído.

-Te gusta, lo sé.

-Joder, sí. -responde.

Por eso, lo envuelvo en mis brazos a causa de este irrefrenable deseo de adherirlo a mí, y sigo trabajando en llevarnos a los dos muy lejos de aquí, pero sin salir de la cama.

-Eso es, bebé. -gimo, y jugamos al cíclope antes de juntar nuestros labios con el deseo de no separarnos jamás. -Se siente bien. Joder, se siente bien. ¡Azótame! -le ordeno. Su mano se estampa contra una de mis nalgas antes de volver a apoderarse de mis caderas y seguir marcando el ritmo. -No te detengas.

-Todo saldrá bien.

-Eso no lo sabes. -respondo.

-No voy...a irme. -me asegura. Esas manos bajan por mis caderas hasta alcanzar mis nalgas, y después de apretarlas y volver a azotarlas, se hace con el control obligándome a bajar la velocidad de nuestro encuentro. -No estamos follando esta vez...-dice, aun cuando el placer es tan intenso que no puedo enfocarme del todo en sus palabras, y, por eso, hundo el rostro en su cuello y muerdo su carne. -Estamos haciendo el amor.

¿El amor?

Esta vez no correré.

Me aguantaré.

-Lo hacemos, bebé.

-A veces quiero hundir los dedos en ti...-agrega tras ponerme de espaldas sobre el colchón. Sentirlo caer sobre mi cuerpo es la sensación más maravillosa que he saboreado alguna vez, así que, vuelvo a besarlo deseando que este beso nos dure toda la vida. -...para asegurarme de que estás aquí. De que todavía sigues aquí.

✨Naima✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora