Deja que mi cuerpo pruebe la droga de la que estás hecho. Deja que me embriague de tus besos cálidos, húmedos, de tus labios suaves y ardientes. Deja que pierda la cordura, que me tiemblen las piernas y me caiga sobre ti. Cógeme y convirtámonos en piezas de un mismo puzle. Deja que mi cuerpo se funda con el tuyo en la eternidad. Deja que me entregue a ti como una ofrenda y te prometo que jamás volverás a vivir el sufrimiento en tu piel. Te prometo solo darte la calidad del tiempo, los recuerdos de una vida y un festín cada noche. Deja que tus ojos, ventanas al mar, me atraviesen cada mañana al despertar. Deja que tus manos se pierdan en mis curvas y se entierren dentro de mí hasta hacerme ver el brillo de la luna aunque sea de día. Deja que te ponga los ojos en blanco mientras me hundo dentro de tus oídos y tú te hundes dentro de mí. Deja que el mar nos arrope y nos golpee cuando nos besemos, solo envidia que dentro de nuestras bocas haya olas más grandes. Deja que la arena arañe nuestra espalda mientras le enseñamos como se dejan marcas de verdad sobre la piel. Deja que la vida nos golpee porque juntos formaremos un escudo indestructible. Déjame que te lo demuestre yo primero.
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Caricias de arena
RomanceRecopilación de textos cortos sobre el amor y el desamor, sobre el proceso de empezar a amar a alguien hasta superar su ausencia. Un texto nuevo cada miércoles 💗