Kurumi: "Ara ara, ¿acaso te dejé con más ganas?~" -me preguntó en un tono coqueto, acurrucándose más en mi pecho, con nuestras prendas desperdigadas en la habitación.
No les voy a relatar lo que pasó después del beso de Kurumi, simplemente les comentaré que dejé de ser virgen al igual que la chica recostada en mi pecho sobre la misma cama donde me regeneré por 5 meses.
T/N: "Puede ser, Kurumi."
Kurumi: "Fufufu, será mejor que desaparezca, no querrás que se arme un alboroto cuando esa niña tonta llegue y nos vea desnudos, ¿o quieres que eso suceda?"
¡Es cierto, esta es la mansión de Rin!
T/N: "Espero que la próxima vez lo hagamos en un lugar más aislado."
Kurumi: "Claro que sí, darling~"
Después de dialogar civilizadamente, nos volvimos a vestir, le abrí la ventana del cuarto para que Kurumi se retirara en silencio, y, cuando cerré la ventana, la puerta del cuarto fue abierta por la chica que se refería mi Emperatriz del Tiempo.
Rin: "¡Puaj, ¿qué es ese olor nauseabundo?! ¡T/N, vuelve a abrir esa ventana, o te echaré a la calle a patadas!"
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[Narra: Narrador]
Mientras nuestro protagonista tenía problemas de higiene con la dueña de la mansión Tohsaka, en otro lado de Japón, cierta chica de cabello rosa estaba encerrada en su cuarto, reviviendo una y otra vez el mismo día que casi es atropellada y fue salvada por un chico inválido, y no solo eso, el muchacho falleció días más tarde.
Cuando se enteró de esta noticia, esta chica no tuvo más remedio que romper en llanto en su habitación, encerrándose y no dejando entrar a nadie, ni siquiera a sus padres, la única excepción era otra chica, su mejor amiga hasta el momento, Kikyo Kushida, ella también fue testigo de lo ocurrido con su héroe, puesto que, Kushida era la chica que la estaba esperando del otro lado de la acera.
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