A la luz de la Luna

Capítulo 2

El vampiro se había despertado con el olor del lobo quien aún lo abrazaba intento soltarse, pero el otro se negaba a soltar lo con decisión aún dormido.

— Maldito perro— Soltó al ver que no despertaba lo empezó a mover con fuerz

— ¡cinco minutos más! — Suplico el joven hombre lobo

— ¡No arriba! — Dijo el vampiro fastidiado, cuando los dos se levantaron de la cama el azabache lo miro frío, la verdad no fue tan malo dormir con alguien y alguien tan cálido, pero, no, el tenía que marcharse.

— Vete de aquí, ya pasaste la noche que pedías— Dijo sin mirarlo a los ojos sabia que sucumbiría a unos ojos tan adorables y también profundos como el mar.

— ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Dejame
quedarme! ¡Te daré lo que sea! — Eso llamó la atención del mayor quien lo miro pensativo.

— ¿Lo que sea?— Replicó el chico de piel muerta de hipotermia.

— Sí lo que sea— Re afirmo el castaño y vio al otro suspiras ofrecerle la mano.

— Me llamó Vicent Charbonneau

— ¡Un gusto! ¡Rody Lamoree a su servi— No pudo terminar la frase cuando el mayor lo atrajo a él y mordió sin ninguna piedad su cuello sacándole un gemido fuerte, intento liberarse pero sus brazos fueron agarrados por las fuertes manos del vampiro quien parecía disfrutar mucho la sangre de Lamoree. Después de un rato lo líbero al fin.

— Tu dijiste que harías lo que sea... La verdad es raro que tu sangre me sepa algo, nunca me había pasado eso desde aquella vez— Eso llamó la atención del lobito quien tocaba la parte mordida de su cuello ladeaba un poco su cabeza.

— ¿aquélla vez? — Repitió Rody curioso ¿qué su sangre le había sabido a algo? ¿Acaso no tenía sentido del gusto? ¿Pero por qué? ¿Qué le había sucedido? Pero su mente rápidamente fue sacado de sus pensamientos con un seco "Qué te importa, eso no te incumbe" después de eso Charbonneau se marchó a la gran cocina saco tocino y tuvo que lanzarlo y agarrarlo cuando el castaño intento quitarselo.

— ¡ lobo malo! ¡Te esperas! — Regaño el vampiro y el lobo solo hizo sonido de canino triste mirando lo con ojitos de cachorro, pero Vicente luchó contra aquella adorable mirada que le daba su nuevo compañero.

El pelinegro echo al castaño de la cocina siguió cocinando mientras evitaba a su compañero hasta que por fin tuvo listo el desayuno lo sirvió, el lobo devoró la comida como si no hubiera comido en días.

— ¡Esta delicioso! ¡Me encanta! ¡Más! — Grito mientras movía su cola de un lado al otro hipnotizado al chupa sangre, quien negó con la cabeza y le dio su platillo al lobo quien comió rápidamente, pero acto seguido se apeno.

— Perdon tu también tienes que comer— Dijo bajando sus orejitas y ocultando su cola entre sus piernas, pero sólo recibió una caricias en su pelo... Eso se sentía muy bien pensó.

— Esta bien a mi no me importa, la sangre ya me alimento— Mierda pensó Vicent tocarle el cabello las orejitas a ese estúpido hombre lobo se sentía realmente bien era como tocar una tela de gran calidad y era casi adictivo, como su sangre... Oh su sangre manjar de los dioses.

Dejó de tocarlo cuando junto su fuerza de voluntad para quitarle su mano de la cabellera de su compañero, y tomó los platos para lavar los el lobo lo miraba espectante, después simplemente camino a la biblioteca iba leer los nuevos libros que puso podía sentir los pasos del lobo que lo seguían ql llegar le tiro un libro en la cara.

— Si vas a estar aquí tienes que leer y mantenerte en silencio— Dijo a secas, el lobo asintió hasta que miraba y miraba después lo miro a él.

— No sé leer... — Y sí esto iba ser agotador convivir con un hombre lobo... Especialmente si ese hombre lobo es Rody Lamoree.

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Aut@r: Coman hijos coman