Capítulo I

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Samael era un pequeño bastante curioso y alegre.

A comparación de los demás ángeles, él fue creado en la forma de un pequeño bebe y tuvo el crecimiento de un humano, pasando las facetas de estos. Aquello hizo que sus hermanos mayores se encariñaran bastante con él, entre ellos estaba Michael, Gabriel y sobre todo Sera.

A quién se le fue otorgada la custodia del pequeño desde el momento que fue creado. Lucifer fue creciendo como un pequeño ángel alegre y curioso, pero a la vez también infantil y juguetón pero aquellos defectos siempre fueron vista de mala manera por los ángeles antiguos quienes no desaprovechaban cada error que el pequeño cometía, aunque fuera la más mínima.

Aunque no mucho podían hacer ya que Samael era el hijo preferido de Dios así que él solo recibía como castigo un pequeño sermón y eso si es que andaban de suerte por que hay ocasiones que dejaban que Samael se saliera con la suya. A pesar de todo eso, el pequeño ángel creció hasta convertirse en un bello arcángel, con los dotes de transformar su cuerpo en distintas cosas y manipular sus poderes a su antojo, a parte de eso, también era bastante inteligente, era tanto que muchos de los ángeles susurraban entre ellos que en algún momento Samael podría sobrepasar a su padre y ser el nuevo soberano de todo.

Rumores que no pasaba desapercibido por Dios, quién le ordeno a sus hijos mayores que tuvieran un ojo sobre Samael quienes entendiendo la preocupación de su padre aceptaron la misión pero lo que no sabían es que aquellos rumores también llegaron a los oídos de Samael quién al principio no les hizo caso ya que a él nunca le intereso el puesto de su padre pero algunos de sus hermanos intentaban convencerlo de que el debía tomar aquel puesto ya que su padre no era justo del todo y con él al mando podría convertir el cielo en un lugar fantastico donde todos pueden ser felices realmente haciendo lo que quieran haciendo que Samael pensara en eso noche y día pero ocultandolo para no alertar a sus hermanos y padre quienes no notaron su cambio...al menos no aún.

Gracias a ser hijo de ser Dios, se le fue concedido a él y a sus otros hermanos estar presentes en el nacimiento de unas nuevas creaturas...unas creaturas que su padre nombro "humanos".

Si tan solo hubieran sabido que aquel iba a ser una de sus peores equivocaciones...

Samael, no estaba nada contento, el veía que su padre estaba encantado de sus nuevas creaciones, ¿como no estarlo? él los había hecho a su imagen y semejanza y estaba orgulloso de ellos. 

Del polvo, nacieron Adam y Lilith. Lucifer se quedo encantado desde el momento que vio por primera vez a Lilith, ¿Cómo no hacerlo? Se preguntaba continuamente, ella era hermosa, inteligente y curiosa. Aquel encanto rapidamente se transformo en enamoramiento haciendo que el continuamente fuera a verla..solo a ella, no le interesaba para nada Adam y rapidamente se dio cuenta que Lilith no estaba feliz a su lado aquello hizo que Samael fuera a presentarse con ella haciendo que sus sentimientos poco a poco fueran correspondidos.

Sus hermanos entre ellos Miguel y Gabriel no estaban tan contentos que el dejara de lado sus deberes de arcángel para ir a visitar a Lilith pero lo dejaban pasar por el amor que le tenían a su hermano pequeño.

¿Si lo hubieran detenido algo habría cambiado? ¿Si se lo hubieran dicho a su padre, Samael seguiría a su lado?

Poco a poco se fueron dando cuenta que Samael fue cambiando, había veces que se escabullía por las noches y regresaba a la amanecida, a veces desaparecía por horas y esas horas se convertían en dos días y así sucesivamente. Esto igualmente fue notado por su padre y por Sera quienes enfrentaron a Samael quién para sorpresa de muchos, él decidió ignorarlos y irse volando, los ángeles no tardaron en decir que Samael necesitaba ser castigado, pero fue defendido por sus hermanos diciendo que posiblemente está molesto o algo le había pasado, pero conociéndolo pronto iba a venir a disculparse con ellos.

Mi pequeño SamaelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora