You're Losing Me |MiChaeng| [2shot]

You're losing me...

El amor... ¿Existe otro sentimiento tan maravilloso y único como ese? Sinceramente yo no había descubierto algo similar antes. Y no pensaba en hacer el intento de ello, porque consideraba a Myoui Mina el amor de mi vida, probablemente lo más cercano a mi alma gemela. Tal vez sea un poco ridículo y bastante exagerado, pero lo admito, el amor me había convertido en esto.

No me culpen; el amor me volvió loca, si eso no le sucede a ustedes, entonces no lo están haciendo bien.

Era ella, esa dulce mujer japonesa la que me tenía en la palma de su mano. Desde el primer momento que la vi, supe que algo especial me unía a ella, tal vez algún hilo invisible que nunca había encontrado con nadie. Ella era especial, era única y probablemente la definición de todo; porque eso era lo que significaba para mí.

Siendo simplemente amigas ya me sentía afortunada de tenerla a mi lado. Ella me dio la oportunidad de entrar en su vida y conocer parte de sus miedos y secretos, algo que yo también le permití con los míos. Nos convertimos en algo que quizás al instante no obtuvo ninguna etiqueta, pues el temor siempre hace acto de presencia ante lo desconocido. Pero esto cambió en poco tiempo, ya que las dos decidimos enfrentar dichos temores y dejar que los sentimientos aparentemente novedosos fluyeran.

Tales fluyeron lo suficiente hasta llevarnos a tener una relación oficial. Una relación que describiría como... perfecta. Y lo sé, sé que nada en este mundo es perfecto, pero juro por Dios que con ella todo adquiría ese calificativo para mí. Con ella descubrí que el amor no tenía por qué hacerme llorar todas las noches, que el amor no quemaba, que el amor verdadero no lastimaba adrede y sobretodo que el amor no era egoísta.

Ella reía bajito, sin separarse de mis labios, los cuales había estado besando la última hora sin querer detenerse. Mina me hacía sentir amada. Ella me hacía sentir importante y feliz como nunca lo había sido con nadie. Estábamos una frente a la otra recostadas en mi cama y mirándonos como si fuéramos las únicas sobrevivientes en este mundo de locos. Una de mis manos palpaba su mejilla con delicadeza y aprecio, como últimamente adoraba hacerlo.

—Chaeyoung, de verdad te quiero —confesó ella, mirándome fijamente —. Te juro que te quiero.

—Yo te quiero mucho más, bonita —respondí, depositando un beso justo encima del lunar en su nariz.

—¿Bonita? —preguntó con una risita al final. Yo asentí y volví a darle un beso, pero ahora sobre el lunar por encima de su labio superior.

—Eres bonita, Mina. Eres hermosa.

—¿Eres real? —preguntó sosteniendo mi rostro con sus dos manos. Yo reí por esto—. ¿De verdad eres real?

—Lo soy —susurré.

—No quiero perderte —susurró, volviendo a besarme y colocándose sobre mi cuerpo.

«No me perderás...», manifesté en mis pensamientos mientras ella seguía besándome.

En el pasado solía creer que el amor era rojo ardiente, tan intenso como la descripción de ambas palabras. Myoui Mina marcó una diferencia y me hizo entender que no era así, porque el amor que descubrí con ella era dorado; tan brillante, pulcro y diferente a los demás.