You're Losing Me |MiChaeng| [2shot]

Just let it go...

¿Debería el amor hacerte llorar cada noche hasta que tu rostro se inflama? ¿Un sentimiento tan hermoso como el amor debería hacerte temblar de ansiedad y pánico? ¿El amor siendo tan maravilloso debería arrebatarte la estabilidad emocional?

¿De verdad el amor debería causar tanto dolor y tristeza?

No, la respuesta es no. El amor no debería ser el causante de tanta destrucción, desilusión y dolor; y si tal cosa sucedía, entonces no se trataba de un amor real. Porque el amor verdadero es cuidadoso, es gentil, es sensible y reparador. Porque el amor real no es egoísta, no es orgulloso, no es jactancioso ni indiferente.

Y sobretodo, porque el amor de verdad no es cruel. Cruel así como Mina lo había sido conmigo desde hace mucho tiempo atrás hasta hoy presente. Me costó muchísimo aceptar la realidad, porque dicho escenario me dolía tanto como tener que ir tras esa decisión que nunca quise tomar en cuenta, pero que sabía debía hacerlo por mi propio bienestar, por mi propia paz y por mi propia vida.

Tener a Mina a mi lado fue sinceramente maravilloso mientras todo se mantuvo como siempre soñé. Los buenos momentos seguían nítidos en mis recuerdos, y sé que tal vez éstos no se marcharían con la rapidez deseada. Y lo digo, porque honestamente no quería olvidarla. No quería marcharme. No quería irme y dejar atrás lo poquito memorable de nuestra historia juntas. No quería aprender lo que significaba dejar de amarla y enterrar así esta parte de mi vida.

Pero aunque no quisiera, sabía que debía.

¿Debería tirar todo lo que construímos o quedármelo? No era tan ingenua como para hacerme ese daño, sabía que conservar algo de ella haría más doloroso y lento mi proceso. Y aunque no estaba tan lista como quisiera para decirle adiós, sabía que si no quería perderme a mí misma... debía perderla a ella. Aunque me doliera, aunque quemara, aunque mi corazón se encontrara devastado y roto sabía que era la única alternativa.

Di muchas señales, las suficientes como para que la ansiedad me consumiera hasta morder mis uñas hasta la carne. No me veía mucho en el espejo, ya que había comenzado a sentir asco por mí misma cuando veía como Mina me miraba en público y me evitaba. Cada mañana mis ojos la miraban con una tormenta en ellos; una tormenta de dolor, frustración y cansancio que le pedía clemencia, pero para ella habían cosas más importantes, como siempre dejó claro. Recuerdo las veces que ella solía decir que me amaba, y tales veces yo le creí a ojos cerrados, porque juro que ella podía decir que el cielo era verde fosforescente y yo lo creería.

Pero, ¿cómo puede alguien vociferar amor sin notar como estás muriendo por dentro?

Me sentía bastante insuficiente, era ese un sentir que para mí siempre estuvo presente. Nunca podía verme lo suficientemente buena como para que alguien quisiera permanecer conmigo, ni siquiera en algún contexto amistoso. Al inicio de mi historia con Mina, ella siempre se encargó de entregarme seguridad y motivos para creer que nada malo había conmigo. Y es por eso que me cuesta tanto entender como alguien que pudo sanar parte de mis heridas, pudo al mismo tiempo dejarme sangrando solitaria en esa oscuridad que siempre temí.