Sebastián le quito los zapatos , tomo con delicadeza el pie derecho de su amo y le quito el calcetín que lo envolvía, sintió como el cuerpo del menor se movía a momentos...se estremecía, el mayordomo se mordió levemente el labio inferior y dejo salir un pequeño suspiro algo molesto, quería acabar pronto con aquella tarea, siguió más arriba...comenzó desabotonando la camisa perfectamente limpia del pequeño conde, podía sentir aquel pecho agitado y los latidos de su corazón fuertes rebotando en el...le quito la camisa y pudo ver su frágil torso, rápidamente desvió su mirada y se encontró con los pantalones de su amo, coloco sus manos sobre los botones, el niño no podía mirarlo, estaba demasiado exaltado con sus acciones, pero no quería decir nada, si no...Parecería que se encontraba nervioso...y Sebastián le había quitado la ropa, incluso bañado tantas veces ya...no tenía motivos para ponerse así...o sí?-está nervioso por el cumpleaños de la señorita Elizabeth, joven amo?-susurro el mayordomo tirando de los pantalones del joven, al parecer este no diría nada si el no comenzaba a hablar-no, no...-se sintió extraño, cuando él se sentiría nervioso por algo así? Sebastián lo sabía muy bien, él no era de esos...sin embargo, ahora se encontraba muy nervioso...y todo era porque...Por qué el Mayordomo estaba frente a él...-aunque a veces...-suspiro el joven- no creo que podre darle una gran vida a Elizabeth, siempre habrá problemas de todo tipo-la vista del conde era baja- siempre, mientras sea el perro de la reina y te tenga a mi lado...-joven amo, usted sabe que mientras usted quiera algo y me lo pida lo tendrá-pronuncio rápido y serio - nunca tendrá algún inconveniente- suspiro viéndolo directo a la cara, el conde hizo lo mismo, no quería creer en aquellas palabras, no eran de corazón, aunque era tan leal y fiel a él... -presiento que hay algo que lo está acomplejando joven amo- el mayordomo tomo el camisón largo para vestir al joven- si quisiera, podría contármelo, puedo ser un leal confidente- sonrió apretando sus ojos, lo haría? le contaría acerca de su debilidad a su mayordomo infernal?-yo...-suspiro tragando saliva- te quiero a mi lado Sebastián- pronuncio fuerte y serio- pero...-volvió a mirar el suelo- no puedo hablar así acaso soy un niño tonto que se deja llevar por las muestras de cariño y cuidado?- frunció el ceño al sentirse patético por lo que estaba diciendo, así era la soledad? al mínimo gesto la persona caía rendida ante la otra? acaso él iba a ser así? de pronto el mayordomo lo tomo por el torso sin avisar y lo sujeto con fuerza, como si hubiera adivinado la necesidad del pequeño niño que al parecer, solo quería algo de afecto.-Sebas...-dijo sorprendido con la acción pero no alcanzo a terminar de decir el nombre del mayordomo ya que este lo apretó más fuerte, se sentía tan solo y débil, el cuerpo del mayor era tan grande a comparación del...era mucha la diferencia, por eso los adultos siempre lo subestimaban, no sabían que en el fondo era un malvado niño...pero ahora, justo ahora, mostraba toda su debilidad dejándose envolver por aquellos brazos que lo protegían de todo....se aferró al frac de Sebastián, este se asombró...nunca creyó que su amo cedería en algún momento...sabía que su amo se sentía completamente solo a veces y el en el fondo siempre quiso acompañarle de una u otra forma, a veces, cuando este caía enfermo, mimarle un poco no le hacía mal-de hecho le gustaba-,cuando era más pequeño y se despertaba gritando por las noches...había estado a su lado tranquilizándolo y calmando sus temores, eso había sido amabilidad de parte suya...claro que le compadecía, por eso cada día lo miraba crecer y volverse más frio, sin embargo, conocía su debilidad, "que hermoso y tonto" se dijo para sí mismo Sebastián, pensaba en si algún día llegara a devorar su alma...sería un sacrificio tremendo...ese momento llegaría, algún día, pero ahora...su amo se encontraba en problemas, serios problemas aunque ni siquiera los había mencionado...-Joven amo-pronuncio Sebastián un tanto inquieto- puedo mimarlo un momento?- susurro cerca del oído del joven mientras lo abrazaba por su pequeña cintura-Sebastián, dime la verdad....-susurro- porque me haces esto?-suspiro el conde entonces recordó aquella promesa que le había hecho el demonio-"Yo nunca mentiré"-el Mayordomo también se la recordó con sus palabras- no me pida que le diga la verdad, pues yo jamás le mentiré Joven amo...-guardo silencio y suspiro mientras acariciaba su frente- lo hago porque usted necesita esto...-la cara del conde le parecía adorable otra vez...-y supongo que para mí me es irresistible la idea de mimarlo...-se rio algo divertido por su comentario, pero solo logro que su amo se estremeciera más y se colocara más nervioso- no tiene nada que temer joven amo- menciono con un nuevo tono de voz- solo quiero...-suspiro y apoyo su cabeza en la del menor- solo quiero que este bien...-Ciel lo comprendió, si se sentía triste debía decirle, si alguna vez deseaba llorar no debía ocultarlo, si quería gritar de rabia o tristeza debía desahogarse, también le divertido el hecho de que llevaba un buen rato en los brazos de su mayordomo y aun no intentaba separarse..."tanto es mi desespero?" se dijo a si mismo...tan solo quería quedarse así...sus brazos comenzaron a subir por el torso de Sebastián para abrazarlo tomando su cuello, el Demonio sonrió complacido...hacía rato que deseaba aquello, bajo un poco la cabeza y pudo ver el rostro de su amo, su ojo azul observándolo encendido, no podía adivinar qué era lo que estaría pensando, tomo la última prenda que le quedaba a su joven amo, desde su nuca busco el pequeño listón que sostenía el parche en su ojo derecho y se deshizo del como muchas otras veces..."que hermoso..." se dijo así mismo esta vez, miro el rostro sonrojado de su amo que termino apoyándose en su pecho y lo atrajo hacia sí mismo para que callera encima de el en aquella colcha tan grande, y así sucedió, Sebastián lo abrazaba con delicadeza apoyado sobre su joven amo con extremo cuidado y Ciel abrazaba a su mayordomo por el cuello sin prenda alguna, sin poder entender su mente, el no creía en el afecto ni el amor, desde aquel día en que lo perdió todo, al menos eso le gustaba aparentar, el solo quería destruir a todos aquellos que se atrevieron a pisotearlo , no le importaba cuán lejos debía llegar...cuantos debieran morir...solo importaba eso, sin embargo...-Sebas...-susurro el conde, el mayordomo se acomodó de manera que puedo quedar frente a su cabeza, quería verlo a los ojos-dígame-qué crees que quiero ahora?- el corazón se le acelero al pronunciar aquella pregunta, pues...quería algo, lo que había estado a punto de pasar y él había rechazado por que no pudo tolerar verse inferior...quería el afecto de su mayordomo, eso era...lo quería desesperadamente...pero no deseaba explicárselo, Sebastián sonrió de lado mirando aquella expresión envuelta en el nerviosismo y procedió a tomar el mentón de su amo-joven amo...-susurro- después de esto no hay vuelta atrás-pronuncio despacio mientras acercaba a cada momento su rostro al del conde que intentaba controlarse y lo apretaba más fuerte atrayéndolo hacia el...-Lo sé...-menciono el joven cerrando sus ojos- Puedes mimarme si quieres...-dijo con una sonrisa- pero solo por hoy...-volvió a sonrojarse e hizo un puchero, y ambos entendieron lo que sucedería, no le darían la gran importancia a aquel momento, sin embargo permanecería en sus mentes...cuando el joven amo se sintiera indefenso Sebastián lo reconfortaría...-has entendido?-dijo con la voz grave, aunque con un tono bastante bajo-Yes, mi lord...-el mayordomo sonrió y miro a su amo a los ojos una vez más, ambos se sentían expectantes y procedió a conceder aquel deseo juntando sus labios con los del joven- puedo escuchar su corazón...-susurro separándose unos ligeros centímetros-y que esperabas?-dijo el joven intentando aparentar su vergüenza-los humanos nos ponemos nerviosos a veces por estupideces así...aunque no a todos nos parecen estupideces- dijo bajando la mirada-llegare a la cima algún día Sebastián, sé que lo hare si te tengo a conmigo, no hay duda de ello...-lo abrazo fuerte por el cuello suspirando, dejando ir toda aquella tristeza y rabia que solía acumular-pero ahora...quedémonos así...-cerro los ojos frunciendo el ceño, Sebastián miro totalmente deslumbrado por la actitud de su amo-Que hermoso- pronuncio, los ojos del joven se abrieron grandes sorprendido por lo que su sirviente había dicho.- si...-susurro-Ahora...quedémonos así...Y el mayordomo volvió a besar a su amo.
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Ese Mayordomo, que comprende
Fiksi PenggemarPrimeramente, Hola...:3 primer fanfic, Oneshot que subo, espero que sea de su agrado, se trata sobre un niño y su mayordomo n.n... eso :P <3 emy.