Ciel se encontraba de un humor terrible debido a que no había podido encontrar el regalo que le había comprado a su prometida, Elizabeth, no era que se quejara de no poder conseguir otro, sin embargo se sentía mal al tener que volver a hacer el mismo viaje para poder encontrar el mismo presente tan refinado y le producía algo de vacío el ir y darse cuenta de que ya no hubiera otro igual, era un precioso anillo de plata con incrustaciones de diamantes...-SEBASTIAN!!!-pronuncio el joven apenas se dio cuenta de la ausencia del presente, su mayordomo alto y delgado se dirigió rápido a la habitación del joven amo.-si? joven amo?-entro sin pedir permiso-Sebastián! el regalo de cumpleaños de Elizabeth, No esta!- pronuncio tratando de serenarse un poco mirándolo con el ceño fruncido, el mayordomo sonrió de lado.-se refiere al anillo que me pidió que guardara con extremo cuidado en mi habitación hasta envolverlo en un refinado estuche?- llevo su mano izquierda hacia la entrada de su boca intentando disimular un poco la risa.- Se...-el joven no alcanzo a pronunciar nada más, pues, se sentía totalmente avergonzado de sus acciones, como había podido olvidarlo...?- Ya! no te estés divirtiendo-dijo con la voz grave mientras le daba la espalda para disimular su sonrojo- como sea, quiero verlo!- bien, venga conmigo...-dijo el mayordomo cambiando el tono de su voz y dedicando otro tipo de mirada- usted dijo que no lo sacara de mi habitación hasta haberle comprado un estuche refinado no?- el joven lo miro y comenzó a caminar sin decirle nada, avanzaron por el pasillo y se preguntaba cómo era que podía ser tan olvidadizos sintió algo ridiculizado, pero había sido un accidente, a cualquiera le pasaba, le estaba dando demasiada importancia, Sebastián era su sirviente, que importaba si él se reía de algo así? pero por otro lado, se sentía bastante pequeño, era porque lo era, era un niño jugando a ser grande y tenía como arma a un mayordomo infernal, además, lo peor de todo, era que al final este lo devoraría..."que humillante" se dijo a sí mismo, conseguir todo ese poder, para qué? para ser tragado por una extraña criatura que lo cuido toda la vida...pero sin nunca sentir nada como el afecto, o respeto hacia el...todo era cinismo y falsas caras...Pero por que se preguntaba acerca si Sebastián sentía o no afecto hacia el...?acaso el sentía afecto por aquel demonio que día y noche lo cuidaba mejor que nadie en todo el mundo? no...Bueno, tal vez un poco...después de todo, solo era un humano, y además de un humano, era un joven niño...sin nadie en el mundo, aparte de aquel demonio que le prestaba las mayores atenciones.Era natural sentir...algo...Bajaron por la escalera y se dirigieron a la cocina donde estaba Bar y Maylene preparando la cena, miraron al joven amo y les pareció que llevaba una expresión poco usual, se preguntaron por qué iría tan...sereno? triste?...no lo sabían, Sebastián les indico con la mirada que siguieran trabajando y paso de largo con su joven amo...ellos se miraron y siguieron en lo suyo aunque algo inquietos. Salieron de la cocina y caminaron por un pasillo donde el piso era de madera, algunas tablas crujían al pisarlas y se escuchaban aún más debido a que no surgía algún tema de conversación en aquel momento. El mayordomo no había notado el estado de ánimo de su amo debido a que él iba caminando detrás de él y no podía verle la cara, aunque suponía que debía seguir algo enrabiado y por eso no pronunciaba algo. Le divertía que su amo fuera así, tal vez podía ser un mejor niño, no tan malcriado y cambiar un poco ese ceño fruncido, pero le divertía su genio y la manera en como enfrentaba los problemas, hacia lo que nadie se atrevía a hacer, era un niño sumamente valiente pensaba en ocasiones, pero a él no le parecía la gran cosa el ser valiente...los demonios le prestaban atención a otros valores que podían ofrecer los humanos, no eran valores, más bien...cualidades...Pero el joven amo a pesar de todo demostraba mucha perseverancia, no era un boleto falso que solo hablaba, eso le gustaba mucho...y también era un egoísta, arrogante y muchas veces un malvado niño de 13 años, que a pesar de toda su maldad y oscuro corazón, no paraba de pensar en sus seres queridos, eso era lo que lo transformaba nuevamente en un humano común y corriente.-Joven amo-pronuncio con voz suave el mayordomo y abrió la puerta de su habitación, Ciel miro hacia el interior para ver si es que su sirviente le habría hecho algún cambio desde la última vez que él había entrado ahí, había sido hace mucho tiempo, casi un año...estaba igual a como la recordaba, con la cama que nunca usaba, bueno le dijo que en ocasiones si lo hacía...le gustaría hacerlo? se asombró, porque se estaba preguntando tantas cosas a cerca de su mayordomo de pronto? hacia mucho que estaban juntos ya...y ahora venía a preocuparse por los detalles? que le importaba a él si dormía o no?, se atrevió a dar un paso hacia adelante mientras Sebastián lo esperaba ya adentro de la habitación, entro ...sin embargo no pudo ver la cara de su sirviente, sintió una sensación que nunca antes había estado en el..."que es esto?" se dijo totalmente sorprendido y con el corazón acelerado, pensó que tal vez podría ser algo malo...el corazón acelerado y sentir calor de la nada, no era común...termino apoyándose en la colcha de la cama.-se encuentra bien?-dijo el mayordomo deteniendo su acción de abrir el cajón de su escritorio para sacar el anillo que se encontraba cuidadosamente guardado en una pequeña caja especial.-....si...-dijo con los ojos cerrados frunciendo el ceño-estoy bien, tan solo trae el anillo-pronuncio con la voz más grave-yes, mi lord...-lo vio sonriente y saco la caja que contenía el pequeño anillo, su amo estaba actuando algo extraño, parecía una chica...se burló para sus adentros...pero pronto lo analizo mejor y se dio cuenta de que decía eso porque todas las veces que él se acercaba a las chicas jóvenes, todas tenían la misma reacción, siempre se acercaba por cortesía y luego se divertía ya que ellas le sonrieran tan avergonzadas y con la voz titubeante...esas chicas eran así porque él les causaba una sensación de nerviosismo...no podía ser que el joven amo se sintiera nervioso a su lado, o si? y si así fuera no sabía cómo lidiar con aquello...-Sebastián?-pronuncio mientras recibía la caja y le echaba un vistazo al anillo- esta habitación te es cómoda?- su tono de voz se había vuelto extrañamente amable...-Joven amo, usted no debería preocuparse por aquellos detalles tan simples como la comodidad de un simple sirviente, pero sí...es bastante cómoda...-dijo dando un suspiro- pues...tengo todo lo necesario-lo vio a los ojos un segundo y se dio cuenta de que su amo estaba sonrojado...-se encuentra bien?-su tono fue burlón-desde aquí puedo oír el palpitar de su corazón, eso no es normal- los ojos del conde se abrieron tan grandes por la sorpresa, y lo peor ,se había logrado estremecer con sus palabras.-Cállate!-dijo exaltado- ya te dije que estoy bien...-Usted me demuestra lo contrario, es como si tuviera fiebre o algo...-el mayordomo aun divertido se acercó y se sentó a su lado en la cama-no es así...-miro hacia abajo para no tener que lidiar con aquellas sensaciones tan extrañas que le ocurrirían si viera su rostro otra vez, esto le pasaba por haber pensado tanto en él unos momentos? por haberse preguntado si la habitación le era cómoda? si acaso le gustaba dormir? incluso se lo imagino con un rostro sereno tomando una siesta...algo le sucedía, algo muy serio...-algo le sucede...-susurro como si le leyera el pensamiento- algo muy serio Joven amo...-el joven se armó de valor para verlo a los ojos frunciendo el seño-por qué piensas eso? ya te dije que estoy completamente bien Sebastián...-dijo tratando de mantener el tono de voz fuerte y grave-su cuerpo me dice lo contrario-puso una mano en la mejilla del joven-su cara está ardiendo- se estaba divirtiendo, pero que era lo que estaba haciendo exactamente? parecía como si el....intentase por no decirlo de otra manera..."cortejar" o "convencer" a su amo ...tendría que averiguarlo, de alguna manera...no, no era posible, era ridículo, totalmente...o no? acaso le era posible sentirse algo atraído por el rostro sonrojado de su amo? por la actitud tan adorable que estaba teniendo y que ni siquiera él lo notaba? era posible?. El joven lo miro frunciendo el ceño, supuso que hasta ahí llegaría su pequeño experimento, lo mandarían a volar- no estoy afiebrado ni nada de eso...-los labios del joven amo se estiraron sin que él se diera cuenta e hizo un puchero- Sebastián...-vio a su mayordomo de reojo, quien lo observaba y escuchaba atentamente cada palabra que salía de los labios de su amo...- no sé qué es lo que me pasa...-puede que yo lo sepa...-susurro cerca de la oreja del joven- pero...-suspiro- si lo pruebo tal vez usted me reprenda de una manera inimaginable-lo miro sonriente a los ojos y el conde solo atino a fruncir el ceño una vez más...que quería hacerle Sebastián?- hazlo-dijo gravemente viéndolo a los ojos intentando dejar los nervios de lado- y prometo no reprenderte tanto-dijo con una sonrisa, volvía a ser aquel niño malvado conocido por todos...el mayordomo sonrió contento dejando ver sus afilados colmillos un momento-está bien...-susurro- cierre sus ojos por favor...-de mala gana le obedeció, el mayordomo tomo la delgada cintura del joven como ya había hecho infinidad de veces antes y podía sentir como el cuerpo del menor se estremecía con su tacto, estaba feliz, pero no lo demostró, tomo el mentón de su amo que no abría los ojos para nada y comenzó a acercar su boca a los temblorosos labios del joven quien ya se imaginaba como podría terminar aquella escena...-NO!-le dio un empujón al mayordomo- no me toques!-retrocedió enfadado y con el corazón totalmente acelerado, avergonzado y molesto sin poder asimilar lo que había estado a punto de hacer , el mayordomo lo miro sin hacer ninguna expresión de enfado o rabia o vergüenza, nada...el solo retrocedió ante el cortante comportamiento de su amo.-Yes, my lord...-solo pronuncio.Terminando la cena y los que aceres del día amo y sirviente se relajaban un momento a solas cada uno por su lado, Ciel subió a su habitación sabiendo que ya llegaría la hora de dormir, no sabía si Sebastián iría a arroparlo como lo hacía todas las noches, puesto que le había mencionado la frase "no me toques" y a veces el solía ser muy literal para acatar ciertas ordenes, tendría que esperar tan solo...Sebastián no se aparecía...El conde se sentía desconcertado, pero sobre todo , sentía un vacío...no como si quisiera llorar como un bebe, pero...si se sentía triste en cierto modo...tal vez había sido demasiado caprichoso esta vez? tal vez...había abusado de su poder en formas que no debía...pero Sebastián debía acatar todas sus órdenes por muy descabelladas que parecieran...pero que era lo que quería ordenarle a su mayordomo esta vez? su rostro volvió a ponerse de color rojo...el quería que Sebastián lo be...-Disculpe mi tardanza- entro sin avisar en la habitación haciendo una leve reverencia...no sabía que hacer...-tuve que arreglar unos asuntos en la cocina...-el joven lo miraba de pies a cabeza, quería salir corriendo y aclarar sus pensamientos "NO, NO, NO, NO PUEDE PASARME ESTO!!!" se decía una y otra vez...el mayordomo noto su comportamiento extraño sin embargo no quiso referirse a nada de lo que ocurría, no había resultado bien la primera vez y además su amo lo había enviado a volar, no lograría nada, el conde tomo asiento en el colchón de su cama donde sus pies quedaban en el aire,Sebastián le quito los zapatos , tomo con delicadeza el pie derecho de su amo y le quito el calcetín que lo envolvía, sintió como el cuerpo del menor se movía a momentos...se estremecía, el mayordomo se mordió levemente el labio inferior y dejo salir un pequeño suspiro algo molesto, quería acabar pronto con aquella tarea, siguió más arriba...comenzó desabotonando la camisa perfectamente limpia del pequeño conde, podía sentir aquel pecho agitado y los latidos de su corazón fuertes rebotando en el...le quito la camisa y pudo ver su frágil torso, rápidamente desvió su mirada y se encontró con los pantalones de su amo, coloco sus manos sobre los botones, el niño no podía mirarlo, estaba demasiado exaltado con sus acciones, pero no quería decir nada, si no...Parecería que se encontraba nervioso...y Sebastián le había quitado la ropa, incluso bañado tantas veces ya...no tenía motivos para ponerse así...o sí?-está nervioso por el cumpleaños de la señorita Elizabeth, joven amo?-susurro el mayordomo tirando de los pantalones del joven, al parecer este no diría nada si el no comenzaba a hablar-no, no...-se sintió extraño, cuando él se sentiría nervioso por algo así? Sebastián lo sabía muy bien, él no era de esos...sin embargo, ahora se encontraba muy nervioso...y todo era porque...Por qué el Mayordomo estaba frente a él...-aunque a veces...-suspiro el joven- no creo que podre darle una gran vida a Elizabeth, siempre habrá problemas de todo tipo-la vista del conde era baja- siempre, mientras sea el perro de la reina y te tenga a mi lado...-joven amo, usted sabe que mientras usted quiera algo y me lo pida lo tendrá-pronuncio rápido y serio - nunca tendrá algún inconveniente- suspiro viéndolo directo a la cara, el conde hizo lo mismo, no quería creer en aquellas palabras, no eran de corazón, aunque era tan leal y fiel a él... -presiento que hay algo que lo está acomplejando joven amo- el mayordomo tomo el camisón largo para vestir al joven- si quisiera, podría contármelo, puedo ser un leal confidente- sonrió apretando sus ojos, lo haría? le contaría acerca de su debilidad a su mayordomo infernal?-yo...-suspiro tragando saliva- te quiero a mi lado Sebastián- pronuncio fuerte y serio- pero...-volvió a mirar el suelo- no puedo hablar así acaso soy un niño tonto que se deja llevar por las muestras de cariño y cuidado?- frunció el ceño al sentirse patético por lo que estaba diciendo, así era la soledad? al mínimo gesto la persona caía rendida ante la otra? acaso él iba a ser así? de pronto el mayordomo lo tomo por el torso sin avisar y lo sujeto con fuerza, como si hubiera adivinado la necesidad del pequeño niño que al parecer, solo quería algo de afecto.-Sebas...-dijo sorprendido con la acción pero no alcanzo a terminar de decir el nombre del mayordomo ya que este lo apretó más fuerte, se sentía tan solo y débil, el cuerpo del mayor era tan grande a comparación del...era mucha la diferencia, por eso los adultos siempre lo subestimaban, no sabían que en el fondo era un malvado niño...pero ahora, justo ahora, mostraba toda su debilidad dejándose envolver por aquellos brazos que lo protegían de todo....se aferró al frac de Sebastián, este se asombró...nunca creyó que su amo cedería en algún momento...sabía que su amo se sentía completamente solo a veces y el en el fondo siempre quiso acompañarle de una u otra forma, a veces, cuando este caía enfermo, mimarle un poco no le hacía mal-de hecho le gustaba-,cuando era más pequeño y se despertaba gritando por las noches...había estado a su lado tranquilizándolo y calmando sus temores, eso había sido amabilidad de parte suya...claro que le compadecía, por eso cada día lo miraba crecer y volverse más frio, sin embargo, conocía su debilidad, "que hermoso y tonto" se dijo para sí mismo Sebastián, pensaba en si algún día llegara a devorar su alma...sería un sacrificio tremendo...ese momento llegaría, algún día, pero ahora...su amo se encontraba en problemas, serios problemas aunque ni siquiera los había mencionado...-Joven amo-pronuncio Sebastián un tanto inquieto- puedo mimarlo un momento?- susurro cerca del oído del joven mientras lo abrazaba por su pequeña cintura-Sebastián, dime la verdad....-susurro- porque me haces esto?-suspiro el conde entonces recordó aquella promesa que le había hecho el demonio-"Yo nunca mentiré"-el Mayordomo también se la recordó con sus palabras- no me pida que le diga la verdad, pues yo jamás le mentiré Joven amo...-guardo silencio y suspiro mientras acariciaba su frente- lo hago porque usted necesita esto...-la cara del conde le parecía adorable otra vez...-y supongo que para mí me es irresistible la idea de mimarlo...-se rio algo divertido por su comentario, pero solo logro que su amo se estremeciera más y se colocara más nervioso- no tiene nada que temer joven amo- menciono con un nuevo tono de voz- solo quiero...-suspiro y apoyo su cabeza en la del menor- solo quiero que este bien...-Ciel lo comprendió, si se sentía triste debía decirle, si alguna vez deseaba llorar no debía ocultarlo, si quería gritar de rabia o tristeza debía desahogarse, también le divertido el hecho de que llevaba un buen rato en los brazos de su mayordomo y aun no intentaba separarse..."tanto es mi desespero?" se dijo a si mismo...tan solo quería quedarse así...sus brazos comenzaron a subir por el torso de Sebastián para abrazarlo tomando su cuello, el Demonio sonrió complacido...hacía rato que deseaba aquello, bajo un poco la cabeza y pudo ver el rostro de su amo, su ojo azul observándolo encendido, no podía adivinar qué era lo que estaría pensando, tomo la última prenda que le quedaba a su joven amo, desde su nuca busco el pequeño listón que sostenía el parche en su ojo derecho y se deshizo del como muchas otras veces..."que hermoso..." se dijo así mismo esta vez, miro el rostro sonrojado de su amo que termino apoyándose en su pecho y lo atrajo hacia sí mismo para que callera encima de el en aquella colcha tan grande, y así sucedió, Sebastián lo abrazaba con delicadeza apoyado sobre su joven amo con extremo cuidado y Ciel abrazaba a su mayordomo por el cuello sin prenda alguna, sin poder entender su mente, el no creía en el afecto ni el amor, desde aquel día en que lo perdió todo, al menos eso le gustaba aparentar, el solo quería destruir a todos aquellos que se atrevieron a pisotearlo , no le importaba cuán lejos debía llegar...cuantos debieran morir...solo importaba eso, sin embargo...-Sebas...-susurro el conde, el mayordomo se acomodó de manera que puedo quedar frente a su cabeza, quería verlo a los ojos-dígame-qué crees que quiero ahora?- el corazón se le acelero al pronunciar aquella pregunta, pues...quería algo, lo que había estado a punto de pasar y él había rechazado por que no pudo tolerar verse inferior...quería el afecto de su mayordomo, eso era...lo quería desesperadamente...pero no deseaba explicárselo, Sebastián sonrió de lado mirando aquella expresión envuelta en el nerviosismo y procedió a tomar el mentón de su amo-joven amo...-susurro- después de esto no hay vuelta atrás-pronuncio despacio mientras acercaba a cada momento su rostro al del conde que intentaba controlarse y lo apretaba más fuerte atrayéndolo hacia el...-Lo sé...-menciono el joven cerrando sus ojos- Puedes mimarme si quieres...-dijo con una sonrisa- pero solo por hoy...-volvió a sonrojarse e hizo un puchero, y ambos entendieron lo que sucedería, no le darían la gran importancia a aquel momento, sin embargo permanecería en sus mentes...cuando el joven amo se sintiera indefenso Sebastián lo reconfortaría...-has entendido?-dijo con la voz grave, aunque con un tono bastante bajo-Yes, mi lord...-el mayordomo sonrió y miro a su amo a los ojos una vez más, ambos se sentían expectantes y procedió a conceder aquel deseo juntando sus labios con los del joven- puedo escuchar su corazón...-susurro separándose unos ligeros centímetros-y que esperabas?-dijo el joven intentando aparentar su vergüenza-los humanos nos ponemos nerviosos a veces por estupideces así...aunque no a todos nos parecen estupideces- dijo bajando la mirada-llegare a la cima algún día Sebastián, sé que lo hare si te tengo a conmigo, no hay duda de ello...-lo abrazo fuerte por el cuello suspirando, dejando ir toda aquella tristeza y rabia que solía acumular-pero ahora...quedémonos así...-cerro los ojos frunciendo el ceño, Sebastián miro totalmente deslumbrado por la actitud de su amo-Que hermoso- pronuncio, los ojos del joven se abrieron grandes sorprendido por lo que su sirviente había dicho.- si...-susurro-Ahora...quedémonos así...Y el mayordomo volvió a besar a su amo.
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Ese Mayordomo, que comprende
FanfictionPrimeramente, Hola...:3 primer fanfic, Oneshot que subo, espero que sea de su agrado, se trata sobre un niño y su mayordomo n.n... eso :P <3 emy.