𝕷𝖆𝖇𝖞𝖗𝖎𝖓𝖙𝖍 -
Quien se imaginaría enamorarse de la chica que siempre has visto como una hermana.
o
Quien se imaginaría enamorarse del chico que "solo"...
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( . . . )
- Esto huele peor que Gabe. -Dijo Percy en cuánto entramos al camión.
- No lo creo, Gabe tiene ganado ese puesto. -Opiné mientras me adentraba al camión, caminando alrededor de los animales.
- Si nos lleva a donde necesitamos ir, solo eso importa. -Sostuvo Annie.
- Asumiendo que Ares decía la verdad. -Aclaró el rubio.
- No la decía. -Expusó Grover e inmediatamente di la vuelta. -No por completo, al menos. Estaba ocultando algo.
- Cómo lo sabes? -Cuestionó Annabeth confundida.
- Porque creo que lo saqué de él, sé quien robó el rayo maestro. -Confesó Grover.
( . . . )
Estábamos todos en la parte trasera del camión, Percy durmiendo apoyando su cabeza en mi hombro, Annie observando cómo utilizar el mensaje de Iris, Grover abriendo una ventanilla para que entre luz y yo jugando con una pelota de hule (los dioses sabrán de donde salió esa pelota).
- Eso sirve? -Preguntó Grover mientras Percy se levantaba cegado por la luz.
- Vamos a averiguarlo, pareja de enamorados, vengan. -Nos llamó a Percy y a mi y ambos fuimos, Percy se sentó en un trozo de paja a lado de Annabeth, y yo en el suelo, abajo de ellos.
¿Pareja de enamorados?, ¿desde cuando somos enamorados?.
- Puedes ver dónde estamos? -Pidió Annie.
- Ya casi llegamos -Grover asomó su cabeza por la pequeña ventanilla.
- Ahí, tengo una señal -El mensaje de Iris empezaba a funcionar, Annie miró a Percy esperando que tirará la moneada.
- Lanza la moneda sirenita. -Llamé y Percy la lanzó hacía el manto arcoiris.
- Bien, esto nunca dejará de resultarme raro -Admitió ricitos de oro.
- Si quieres la atención de los Dioses, tienes que pagar. -Comentó Annabeth. -Iris, diosa del arcoíris, por favor, acepta mi ofrenda.
Iris aceptó. -Bien, muéstrame el Campamento Mestizo, la oficina de Quirón. -Solicitó.
Se proyectó a Luke, quien al voltear dirigió su mirada hacía mi.
