Todos tenemos en claro como llegue a este mundo, pero lo que nadie sabe es como llegue hasta donde estoy hoy en día, no mentiré, no vivo en una mansión, no soy rica, pero tengo una vida estable, ahora vamos un poco al pasado.
Mi vida comienza como cualquier otra, una chica de casa tenía un padre muy estricto y una madre no tan estricta, soy la hermana menor al menos por parte de mi madre, ya después entenderán el porqué, los vagos recuerdos que tengo de mi infancia todos o los pocos que me tengo son muy felices saben algo tipo como de películas, los problemas entran a mi vida casi llegando a la edad de 15 años como ya les conté anteriormente mi vida era muy tranquila creí que éramos una familia feliz, estable con un futuro donde nada cambiaria, pero no era verdad nos mudamos de casa varias veces hasta que finalmente mi padre tuvo el dinero suficiente para comprar una casa propia donde nos fuimos a vivir cuando yo tenía 8 años quedaba cerca de casa de mis abuelos lo cual me hacía muy feliz, ya que podía ir a jugar con mis primos cada vez que quería también hice muchos amigos los amigos que hice en mi infancia hasta el día de hoy siguen estando conmigo aún conservo recuerdos de como era las cosas en mi infancia aún era muy inocente y creo que en el fondo lo sigo siendo no se puede describir una vida entera en unas cuantas páginas de este libro pero lo intentaré.
Casi olvido presentarme mucho gusto, mi nombre es Paola y este es el paso de mi vida por este mundo terrenal donde muchas personas a las cuales he tenido la oportunidad de conocer han pasado por algo parecido, bueno comencemos con esta historia de lo que es mi vida.
Yo era una niña de 6 años la cual aún como cualquier niña le gustaba pasarse el día jugando, odiaba despertarse temprano para ir al colegio, vivíamos mi familia y yo en un apartamento que quedaba cerca de un hotel que parecía un castillo y recuerdo sentarme todas las tardes en las escaleras a esperar que apareciera una princesa aún recuerdo como el sol se reflejaba en las ventanas en el atardecer y esperar sentada a que mi padre llegara de su trabajo para ser de las primeras en saludarlo:
— ¡Papi ya llegaste!
Eran las palabras que siempre dirigía a mi padre y siempre recibía como respuesta:
— hola mi niña si ya llegue
Y comenzábamos una conversación bastante trivial entre una niña de 6 años y un adulto de 26 años:
— Papi hoy podemos ir al parque
Decía yo emocionada esperando una respuesta afirmativa, ya que normalmente siempre las recibía era bastante apegada a mi padre porque lo consideraba como mi mejor amigo
— Si hija más tarde vamos al parque con tu mamá y tu hermana, pero primero tienes que hacer las tareas del colegio porque si no las haces entonces no podemos ir al parque.
Recuerdo ir corriendo por el pasillo que daba a la puerta de la casa para buscar mi bolso y preguntarle a mi madre si tenía tareas por hacer:
— Mami tareas, tareas
Solía decirla a mi mamá para que así ella revisara dentro de mi bolso y mirara mis cuadernos para confirmar si me habían dejado tareas:
— Si aquí tienes una tarea de español donde tienes que hacer recortes de cosas de color rojo ve a buscar los libros para que hagas los recortes mientras yo busco las tijeras y el pegante.
Cuando mi padre entraba por la puerta del apartamento mi madre siempre lo recibía, creo que le preguntaba como le había ido en el trabajo, supongo que cosas así no tengo un recuerdo muy claro de sus conversaciones, después de haber realizado las tareas ya a eso de estar tarde casi oscuro nos dirigíamos al parque donde me gustaba jugar con mi hermana Andrea, ya que ella era la mayor siempre tenía buenas ideas para comenzar a jugar en una casita que había en el parque mi hermana me dijo:
—Vamos a decirle a mi papá que si las dos ganamos el año que nos regale un perrito
nuestros padres cuando ganábamos el año escolar nos daban siempre un regalo, ya fuera un libro, ir al parque de diversiones o específicamente lo que yo conocía como Divercity entonces salimos de la casita que había en el parque y nos fuimos a casa.
Una vez en casa nos propusimos a decirle a nuestros padres
— Papi te podemos decir algo
dijo mi hermana con algo de nerviosismo en su voz, a lo que mi padre respondió:
— ¿Dime mi vida que paso?
A lo que yo respondo
— es que queremos un perrito
Mi padre giró a ver al instante a mi madre creo que se comunicaron telepáticamente o algo parecido a lo que mi padre responde:
— no, hija el apartamento es muy pequeño y no tenemos espacio para un perrito en la casa
Mi hermana y yo nos miramos la cara y en ese instante nos pusimos a llorar
—Pero papi si las dos ganamos el año por favor cómpranos el perrito y no te pedimos más nada
dijo mi hermana entre lágrimas y mocos a lo que mi padre gira a ver nuevamente a mi madre y esta dice:
—Mijo tú sabes que un perrito es de cuidado y que esa lidia me va a tocar a mí y aparte esta casa es muy pequeña el perrito no va a tener donde hacer sus necesidades
Mi padre nos voltea a ver y nos dice:
— ¿y si el perrito se orina dentro del apartamento quien lo va a limpiar?
A lo que yo respondo
—Papi yo lo limpio no importa si me toca compartir cama con el perrito o yo le doy mi cama y yo duermo en el piso y si me toca darle mi comida yo la comparto con él
En ese instante el corazón de mi padre se ablandó y nos miró y nos dijo:
— Bueno hagamos un trato, si las dos tanto tú como Andrea ganan el año, les regalamos el perrito, pero tienen que dejar de estar peleando
En ese momento mi hermana y yo nos abrazamos y con una sonrisa de complicidad dijimos que ya no íbamos a pelear más, a lo cual mis padres se pusieron a reír, internamente no podía esperar a que acabara el año para que saber si lo había ganado.

ESTÁS LEYENDO
Una historia más
Teen FictionTodas las historias de amor comienzan de la misma forma, el chico conoce a la chica, se enamora de ella, tienen una linda relación, después tienen problemas, solucionan el problema, las cosas mejoran y después empeoran, pero lo que casi todas tienen...