En el reino oculto, donde destinos son tejidos por fuerzas invisibles, TaeHyung, un heredero inadvertido, se encuentra con un artefacto enigmático que desentraña un tapiz cósmico. Este descubrimiento, sin saberlo, lo envuelve en una red de intriga y...
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CAPÍTULO 3: LAS NECESIDADES DE UN DEMONIO VAN MÁS ALLÁ DE LO BANAL.
Lo miraba con el ceño fruncido, en realidad no le había quitado la mirada de encima desde que había llegado, algo en él no le terminaba de agradar, aunque en realidad no había hecho nada que lo delatara como una mala persona.
TaeHyung terminó de contar la historia y JungKook lo escuchó con atención, aunque ya conocía la situación debía actuar como si todo aquello fuera nuevo para él.
—Por eso busco la ayuda de Madame Hyun, la situación se está volviendo insostenible, necesito descansar.
—Ya veo— asintió haciendo una mueca —Antes que todo, Madame Hyun se disculpa por no poder venir aún, está un poco ocupada. Pero por eso me envió a mí, así podemos iniciar con todo antes de que ella llegue, si le parece bien.
—¿A qué se refiere con todo? — preguntó JiMin, cruzándose de brazos.
JungKook no era estúpido, sabía que JiMin no estaba comprando por completo su mentira, aquél chico parecía estar mirando a través de su alma y aunque estaba claro que no había nada que lo hiciera pasar como una amenaza, sabía que el rubio estaba cuidando todos y cada uno de sus movimientos.
—Bueno... Ya sabe, hay que limpiar las energías de la casa con hierbas durante algunos días, la persona afectada se tiene que dar baños de sal... Antes de que realicemos la extracción de los espíritus que acechan su casa.
Todo lo que había dicho se lo había inventado en aquel momento, no tenía idea de para que servían las cosas que había enlistado, pero parecían haber convencido a TaeHyung, quien lo miraba completamente asombrado, como si le estuvieran dando los secretos mejor guardados del universo.
—Madame Hyun llegará pronto y ella terminará el trabajo, por lo pronto nosotros debemos preparar todo para que las condiciones sean las apropiadas.
Honestamente se sorprendía de como las mentiras salían con tanta facilidad de su boca, pero no se arrepentía pues TaeHyung parecía cada vez más interesado y JiMin parecía empezar a creer en él.
No sabía por cuanto tiempo debía mantener la mentira, pero lo haría el tiempo que fuera necesario y más le valía que fuera lo suficientemente creíble.
JiMin entrecerró los ojos y JungKook le regaló una sonrisa amable como si no pasara nada, aunque en realidad estaba estudiando cualquier indicio del rubio por desenmascararlo, pero no parecía tener nada tangible más que sus sospechas y no se atrevería a hablar sin tener pruebas.
—Y hablando de estos días... ¿Usted pretende instalarse aquí en mi casa?
Eso era algo que no había considerado pues esperaba que TaeHyung fuera lo suficientemente amable (e ingenuo) para dejarlo quedarse.
—Es lo ideal, pero si mi presencia le causa algún conflicto puedo marcharme— declaró, ganándose una mirada por parte de JiMin, aquella idea había sonado bastante bien para Park.
