Epílogo

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Más de una década después.

En la U.A.

-Esta generación realmente es muy frágil.- Se quejó Maki con un bastón de combate sobre su hombro derecho.

Habían varios jóvenes tirados en el suelo jadeando como si su vida dependiera de ella.

-Zenin-sensei... ¿Por qué aumentaste el entrenamiento?- Se quejó uno.

-Quiero morir...- Se quejó otro.

-¿Oh? ¿Quieres morir? Yo te ayudo.- Dijo Maki sacando un cuchillo y agarrando al chico.

-¡No no no no!!! ¡Por favor!!! ¡No lo decía en serio!!!- Comenzó a asustarse mucho el chico.

-Jajajajaja, entonces no digas nada que no conoces.- Se burló Maki del chico.

De repente entró caminando alguien.

-Oh... shota-san, ya eres demasiado viejo para seguir enseñando.- Dijo Maki con normalidad.

-Nadie quería enseñar teoría.- Respondió Aizawa impotente, teniendo partes albinas en algunas partes de su cabello. -¿Cómo van nuestros huevos de oro? Además, ¿no te había dicho que ya dejé de ser tu sensei?- Preguntó Aizawa.

-(Suspiro) No dejan de quejarse a pesar de que les doy mis pócimas, avanzan bien en sus Quirks, pero son casi unos inútiles en físico base y habilidad de combate.- Se quejó Maki. -Para mí siempre serás mi sensei aunque estés jubilado y en una silla de ruedas.- Dijo Maki.

-¿Lo dices solo porque tu hijo trabaja todos los días y no se queja?- Preguntó Aizawa en el primer tema.

Maki solo se quedó en silencio.

-Maki, deberías saber que tu hijo es súper humano y le han dado una vida dura, él se los puede tomar con calma. Estos chicos no tanto.- Dijo Aizawa.

-Bueno, ya terminé, te dejo tus huevos de "oro" Shota-sensei.- Dijo Maki.

-Que tengas un buen día Maki.- Dijo Aizawa.

En la casa de Maki y Kirishima, entró la mujer, y había un niño que dejó de hacer sus cosas.

-¿Mamá?- Preguntó el niño.

-¡Hola Toji, mi ríos de sangre!!!- Dijo Maki con cariño abrazando al niño.

-Maki bebé, ¿por qué llegaste tan rápido?- Preguntó el pelirrojo.

-Los alumnos son malísimos, se quejan con tan solo una hora de entrenamiento a pesar de que les doy mis pócimas.- Se quejó Maki.

-Ah, generación de cristal.- Dijeron Toji y Kirishima al mismo tiempo.

Maki había crecido 5 cm más, llegando a 215 cm y por lo tanto pesa 88 kilos.

-Mamá... ¿crees que pueda igualarte?- Preguntó Toji.

-Bueno... heredaste los Quirks de tu padre y hasta obtuviste uno nuevo y propio. Además, están potenciados por tu naturaleza súper humana. Así que... creo que sí...- Respondió Maki no estando muy segura. -Pero tendrás que entrenar bien para poder siquiera considerarlo.- Aclaró Maki.

-Bueno, el ya había estado entrenando sus Quirks, sobretodo a Bulb.- Dijo Kirishima.

De repente, un gusano salió del cuerpo de Toji.

-¡Buuuulb... fuerte!!!- Intentó decir el gusano.

La familia comenzó a reírse, Maki sonrió muy contenta al ver esto.

No consiguió lo que buscaba... nunca lo hizo... pero si lo que siempre deseaba: Una familia verdadera...

FIN.

Muy bien, antes de que me vengan a decir que fui influenciado o etc. en realidad hice este fanfic para hacer un good ending... por primera vez en años...

Me había jurado romper los clichés, sobretodo MIS CLICHÉS de siempre matar o dejar destrozado al protagonista de alguna manera u otra.

También para ser más impredecible en las siguientes historias.

Bueno, eso es todo, la verdad pensaba que este fanfic se hiciera más famoso pero bueno, me llené de demasiadas ilusiones.

Adiós, deseo que tengan mil bendiciones.

Reencarnada en Maki en BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora