🐝•Capitulo 22•🐝

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Liss

—¿Crees que me iré después de lo que pasó?

—Oliv viene— le aclaré— lo llamé y dijo que ahora llegaba.

Pero Patrick seguía sin entender. Y peor aún, esperaba a que le explicara algo... Que no podía.

—Todo está raro liss— dijo mirando el suelo— ¿Quién escapó? ¿Quién era ese hombre? ¿Cómo sabías que debías esconderte? Todo tiene que ver con lo que vas vivido pero... No entiendo nada.

—Y lo entiendo— suspiro— y la única pregunta que responderé es... No sé, solo fué instinto ocultarme. Tenía un mal presentimiento.

—¿Quién es él?— preguntó impaciente.

Tenía el ceño fruncido, con la esperanza en que al menos, contestara eso.

—Es... Él no es bueno...— murmuré con incomodidad — para nada.

—Bueno no sé veía muy amable mientras hablaba. Sin mencionar que entró como perro por su casa.

Eso me hizo pensar unos segundos.

—Sabía que yo estaba aquí— no sé cómo pero ya lo sabía.

Después de unos cuantos minutos por fin llegó Oliver. El asunto ahora es que Patrick se ha negado a irse así sin más.

—No me quiero ir— se cruzó de brazos.

Yo me tomé un momento para hablarle con calma.

—Patrick, por favor. Déjanos solucionar ésto nosotros, ¿Sí?

—¿Porqué puede ir Oliver y no yo?— protestó — y aparte sabe todo lo que pasa.

Oliv solo alza una ceja mirandolo.

—Soy su mejor amigo.

—Es porque él conoce la situación —lo miro mal y luego regreso mi atención a Patrick —no es muy grave, solo... Complicado de explicar.

—¿Tanto que lo guardas como un secreto?

—¿Y qué si tiene secretos o no? Es su vida.

—Ambos actúan como si en verdad fuera grave— resalta Patrick.

—No. Es. Tu. Problema — Oliv ya estaba perdiendo la —poca paciencia — que tenía.

—No lo es pero igual me...— se corta a sí mismo.

—¿Te...— pregunto.

—Olvidenlo. Mi iré. Igual no es asunto mío — murmuró amargado—... Nos vemos...

Bueno, en realidad no estamos para preocuparnos por otra cosa que no sea lo que pasó.

Miro a Oliver un momento.

—A veces puede ser muy terco — dice irritado— por cierto —entorna su mirada en mí —¿Que hacia él aquí?—se cruza de brazos.

—Estaba de paso.

—Solos.

—Como dos personas...

—Estaban solos...

—¿Y?

—¿Y?— repite — ¡Que estaban solos!

—No entendo tu punto — frunzo el ceño.

—¿Que hacia una chica y un chico solos en una casa?

—Eh... ¿Comer galletas?

—¡Follar!

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