No Lo Olvidé

Primera Lección-Segunda Parte

—Sherig...

—Es Sherif —corrigió la nombrada.

—Eso —Fui al lado de la chica, la cual estaba quieta con la mano izquierda medio extendida. Algo que no le di mayor importancia al principio—. ¿Qué le paso a Sans?, ¿por qué esta tirado en medio del pasillo? —añadí con mi visión sobre el huesudo compañero.

—Lo dormí —respondió sin mucha conmoción, como si fuera algo indiferente.

—Ah, eso tiene sentido... —Tardé unos segundos en darme cuenta de lo dicho por mi compañera, hasta que reaccioné —. Espera, ¡¿qué?! —pregunté llevando mis manos a la cabeza.

—Me vio.

—¡Sherif! ¡Esta versión de mí sabía de la existencia de otros universos, no pasa nada si nos ve!

—¡¿Y cómo pretendes que supiera eso?!

A penas cruzar la puerta aparecí en el pasillo superior de la antigua casa de los hermanos esqueletos. Como primera visita había elegido que iríamos a una línea de tiempo pacifista donde ya habían pasado unos cuantos años que el subsuelo era libre y estaba casi deshabitado, no tendríamos que ocultarnos tanto. Además, el Sans de esa línea era amigo de Core Frisk, él se había ofrecido ayudar con el recorrido en el subsuelo. Quizás tendría que haber avisado a mi acompañante de eso...

—¿Tienes la capacidad de dormir a la gente? —pregunté intrigado a la vez que fui con Sans para ayudarlo.

—Sí, lo hago con mi fuego —respondió siguiéndome.

Con su mano creó una bola de fuego turquesa que iluminó su piel pálida con esos tonos.

—¡Guau, eso esta genial! ¿¡Qué más puedes hacer!? ¡A ver, pégame con el! Mi cráneo es resistente —Dejé de caminar, colocándome frente a ella, golpeando mi cabeza el cual hizo un ruido hueco.

—¿Eh? No haré...

Antes de que me respondiera sus pies dejaron el suelo, empezando a flotar en el aire. Sorprendido, miré al frente, Sans ya estaba despierto:

—No creo que la mejor forma de presentarte con un nuevo amigo sea durmiéndolo —cuestionó el esqueleto entre bostezos —. Mejor empezar con un apretón de manos en vez de un «fuego amigo» —sugirió terminando la frase con su típica risa.

Para evitar que atacara a mi compañera, le expliqué la situación, le dije que éramos los amigos de Core Frisk, que todo había sido una confusión de la chica, quien avergonzada pidió perdón.

—Entonces ¿todo bien? —Levantando mis pulgares esperando una repuesta positiva.

—Seguro —afirmó Sans, guiñando su ojo derecho y bajando a la chica —. Esto es interesante —Al decir eso, miró a mi compañera, quien acomodo su capa y movió su cabeza negando algo que no entendí.

—Vayamos a lo interesante entonces: líneas temporales —Agité ambos brazos, emocionado por al fin tocar un tema interesante.

—Un minuto —interrumpió mi entusiasmo mi alumna —. ¿Cómo es qué conoces a Maru? —cuestiono mirando a Sans.

—¿Maru? —preguntamos Sans y yo al mismo tiempo.

—Core Kris... —borro lo que había escrito con una de sus manos —. Digo, quise decir Core Frisk. —Se corrigió nerviosa, tironeando y doblando sus dedos. Aprendí con el tiempo que hacía aquel gesto cuando algo la incomodaba o molestaba.

—¿Por qué la llamas por su apellido? —pregunté extrañado.

—Ella me dijo que la llame así —contestó, dejándome con más preguntas que respuestas.