Primera Lección-Tercera Parte

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Mis ojos seguían nublados, no lograba ver nada, lo que hizo un desafío interesante salir del agua. Me quedé tendido sobre el suelo sin entender que sucedía con mi visión, hasta que la niebla que me tapaba comenzó a disiparse lentamente, devolviéndome la claridad como si nada hubiera sucedido. Asustado, me levanté del suelo y miré a mi alrededor, estaba en mi destino,  Underfell , sin embargo, no había nadie más.

—Bueno... eso fue raro —comenté para mí y rasqué mi cráneo—. Mejor solo hago lo que vine hacer... —Me quedé pensado en el mismo lugar—. ¿Qué era?

Escuché como algo detrás mío se movía con mucha velocidad, alertado me di la vuelta, sosteniendo mi pincel entre mis manos, preparado para defenderme. 

—¿Hay alguien ahí? —pregunté esperando una respuesta que no recibí—. Mejor solo sigo con... —Me di la vuelta con la intención de seguir con mi camino, pero al hacerlo me topé de frente con Sherif.

Por culpa de esa acción, intenté golpear a mi compañera de viaje con el pincel, fallando en el proceso. Aunque más que fallar, fue esquivado por la chica que convirtió en humo blanco su torso, evitando el golpe y dejándome sorprendido:

—¡Guau! —solté asombrado—. Digo, ¡¡Seriff!! ¡¿Qué haces acá?!

Es Sherif —remarcó —. ¿Y tú qué haces? ¡casi me das!

—¡¿Qué te esperas si te apareces de la nada?! Y no me respondiste a mi pregunta: ¿qué haces acá?

La chica suspiró con fastidio, parecía querer decir algo que al final solo se quedó en su mente. Metió su la mano en su bolso, sacando aquel libro donde anotaba TODO lo que escuchaba y veía.

—¿Lindo libro? —exclamé confundido por tal acción —. Y sigues sin responder. ¿Qué haces acá?

Vine en ti por información.

—¿Qué?

Fue cuando até todos los hilos. Mis ojos nublados, los gritos de Core Frisk, la capacidad aparente de Sherif de volverse humo y el poco sentido que estuviera conmigo en ese momento, ya que no poseía la capacidad de trasladarse a otros mundos.

—¡¿Tú fuiste?! —Acusé a mi compañera señalándola.

—¿Yo fui qué?  —Inclinó la cabeza confundida.

—Lo de la neblina en mis ojos, ¿fuiste tú?

—Ah eso, sí. Perdón si te causé algún daño, meterme en tus cuencas era la única forma de venir y no ser detenida por Maru.

—Nah, estás bien. No me lastimaste, pero si tu vista se vuelve borrosa de la nada, es obvio que te asustas —Me quedé callado unos segundos. La verdad, había sido una experiencia espantosa—. No lo vuelvas hacer —sentencié con severidad.     

—No pensaba volver hacerlo tampoco —afirmó con la mira perdida. Tampoco había sido una experiencia agradable para ella.

—Bueno, fue divertido hablar contigo, pero no apruebo el suicidio, así que... —Empujé a Sherif, moviéndola de su lugar—. Tienes que ir te de acá.

Sherif volvió a hacer lo mismo de convertir una parte de su cuerpo en humo, solo que esta vez no fue solo una parte, sino todo su cuerpo, dejándome caer de cara contra el suelo. Levanté mi cabeza y acomodé mi mandíbula que por el golpe se había desencajado. 

Las habilidades de mi compañera de viaje eran muy particulares, cosa que me di cuenta en ese momento, nunca había visto que alguien pudiera deshacerse en algo a parte de mí, lo que me dejó impactado por unos instantes. Al salir de la sorpresa, recuperé la compostura, acomodé mi ropa y me di la vuelta.

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⏰ Última actualización: May 22 ⏰

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