-Vamos hijo, patea el balón, ¡¡Yo sé que tú puedes!!- Animaba con gran euforia una bella mujer de cabellera rojiza, al pequeño niño que se encontraba a unos pasos.
La mujer tiene el cabello largo, extremadamente largo, siendo que le llegaba hasta las pantorrillas, ojos de un tenue morado y violeta, vibrando con espejismos de un gris claro, dándole una presencia bastante exótica. La cual solo le sonreía con gran alegría al pequeño niño que se encontraba cerca de ella, el cual, aunque de apariencia no lograría pasar del año y medio, ya lograba dar algunos pasos.
La apariencia del infante era casi lo opuesta a la de la pelirroja, pues mientras ella tenía una tez increíblemente blanca y clara, sin algún tipo de imperfección o resequedad presente, el niño era más bronceado, rozando al contrario el color canela, el pequeño también poseía una cabellera bastante resaltante y peculiar, pues es de un tono rubio como los mismos rayos del sol. Talvez los únicos rasgos que compartían en común ambos eran las facciones de sus rostros, así como el color de los ojos. Pues madre e hijo tenían el color de los ojos iguales, una peculiar combinación entre gris-violeta.
-Mah...ma...ba. –Pareciendo haber entendido lo pedido por su madre, el niño empezó a levantarse mientras apoyaba sus pequeños brazos en la pared para evitar caerse.
Una vez completamente en pie, empezó a caminar de una manera lenta hacia el esférico, pues era la máxima velocidad que sus pequeñas piernas le podían permitir. Ya ubicado enfrente del balón, el pequeño lo dudo un momento antes de retroceder un poco su pie izquierdo para patear el balón. Solamente pudiendo empujar unos centímetros lejos la pelota, la fuerza que utilizo el niño fue lo suficientemente grande como para hacerle perder el equilibrio, haciendo que se cayera de trasero.
-¡¡AWWWW!! ¡Lo hiciste muy bien hijo!!-
-Apenas hace unas horas aprendiste a caminar, y mírate ahora ¡Ya puedes patear un balón de futbol! Seguro que en unos años serás un gran jugador de futbol, sí que lo serás.–
Empezó a hacerle mimos a su pequeño hijo, el cual solo reía felizmente por todo el cariño de su madre. Después de engreír por lo que parecían ser solamente un par de minutos, la madre extendió los brazos con su pequeño en brazos, arreglando un poco la vestimenta del pequeño.
-Ycuando seas uno de los mejores jugadores del mundo, representaras a la hermosaJapón, ¡¡sí que lo harás, sí que lo harás!!
Terminando de hablarle a su hijo, la mujer saco de una bolsa otro balón de futbol, solo que este era de un tamaño mucho menor que el otro. -Muy bien Naruto, es hora de que aprendas a regatear. – Dijo la mujer, dejando al pequeño de pie, mientras al mismo tiempo lo agarraba de sus pequeños brazos, lista para guiarlo en los movimientos necesarios para aprender.
Interrumpiendo el momento familiar entre madre e hijo, un hombre apareció a las espaldas de la madre, este era un par de centímetros mal alto que ella con una apariencia bastante común para una persona latina, de tez color canela, cabello color negro con algunas puntas tirando a un color más claro. Dejando sus herramientas de trabajo a un lado, soltó un suspiro que atrajo la atención de la mujer, así como del bebe.
-Kushina, sabes que su nombre acá es Anthony ¿no? – Bromeo el esposo dándole un beso en la mejilla a su esposa, feliz de poder pasar el poco tiempo que le sobraba con su familia.
-Fufufu, el único nombre en su registro es Naruto, así que no sé de qué hablasss- Sonrio la mujer de hogar dejando correr la última palabra con una risita, dejando a su hijo en su cuna. –Además, ese es un nombre muy común en este lado del continente, mi pequeño necesitara un nombre exótico para que se dé a resaltar entre las grandes estrellas del deporte. Solo piénsalo "Naruto el mejor de todos", "Naruto se destaca entre las jóvenes promesas", "Naruto...- Empezo a nombrar una increíble cantidad de apodos mientras divagaba en su imaginación.
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Naruto Jr Uzumaki "Remake"
FanficCuando habia planeado salir de Brasil a conseguir un mejor estilo de vida y poder ayudar a todos sus seres queridos... no se habia referido a esto. Pero el destino le habia dado una oportunidad, y no planeaba desaprovecharla. Ademas...¿Como decirle...