Bosques lejos de orario.
Bell: maldición, cuando terminaré de sanar.
Bell se encontraba caminando en un gran bosque.
Había olvidado cuanto tiempo había pasado desde que escapó de orario, ya que recobro la consciencia a unos kilómetros lejos de orario con grandes quemaduras y hematomas por todo su cuerpo.
Su armadura estaba desecha y su ropa apenas se mantenía en su lugar.
Bell: (tengo hambre) *cansado*
Las heridas de su cuerpo sanaban a gran velocidad para un humano común, por ejemplo; un pedazo de su abdomen por el que podían escapar sus entrañas ahora avía cerrado y sólo sangraba.
Claro que mientras sanaba el albino tuvo que hacer presión para que sus entrañas no salieran de su cuerpo.
Su estómago gruñía por cada metro recorrido.
La luz al final del túnel ya estaba para el albino, la verdad estaba saliendo del bosque.
Solo unos cuantos pasos fuera del bosque y el albino cayó.
Un enorme desierto verde, lleno de hierba hasta donde alcanzaba la vista.
Bell: (... Tengo sueño )
La vista se apagaba, los párpados pesaban y la inconsciencia reinaba.
Desmayándose en aquel enorme pasto por sus heridas que no habían parado de sangrar desde que despertó.
Sus heridas medio sanadas se abrieron de nuevo debido a la caída y manchaba el césped.
En orario.
Eina: aa~
Eina estaba saliendo de su trabajo, la noche había llegado y se dirigía a su apartamento.
En el camino de vez en cuando veía a algunos aventureros recostados descansando.
Mientras seguía su rumbo, no pudo evitar pensar en aquel chico que era su aventurero.
El estaba en un estado crítico cuando le contó todo, tanto emocional como físico, después de todo era un niño todavía.
Eina: (no! Eina, el ya era un adolescente, no era ningún niño)
Se escusava para no aceptar su gusto por los menores.
Volviendo al tema: el final del chico peliblanco.
Ella conocía muchos caminos por toda la ciudad de orario, algunos te guiaban a las puertas de orario sin ver el sol.
Eina: ( debí haber echo más).
Podía tener la determinación para intentar hacer algo más para salvar al albino, sin embargo, de igual manera el resultado sería el mismo.
Una simple asesora no podía tener un boto importante en las grandes fuerzas de orario.
Y el ya estába muerto.
El informe de la familia Loki, fue.
(El aventurero Bell Cranel, desertor y traidor de orario, desapareció bajo la magia de nueve infiernos al intentar huir al bando al que pertenecía)
Que más confirmación se necesitaba.
Eina: (quizás si le hubiera hablado antes de que se organizara su cacería, tal vez ... )
El podría haber huido, pero ya sabía de lo iluso que era el chico, el sin dudar se habría quedado y confiaría en sus amigos.
Eina: (se podría haber ocultado en mi despacho, así tal vez ... )
