Ben 10: Omniharem 10

Helen

Helen

"¿Cómo regresamos a la base de los plomeros?" Ben le preguntó a Rook confundido.

"No estoy seguro", respondió Rook, tan confundido como su compañero. "Lo último que recuerdo es que estábamos luchando contra un cyborg que estaba a punto de romper el continuo espacio-tiempo, pero ahora, aquí estamos".

"Definitivamente están sucediendo cosas raras aquí", murmuró Ben con sospecha, antes de encogerse de hombros con calma y alejarse. "Oh, bueno, Paradox volverá a aparecer cuando sea importante, así que creo que estaremos bien".

"Una forma un tanto perezosa de lógica", protestó Rook mientras seguía a Ben. "¿Qué garantía tienes de que Paradox tendrá la respuesta?"

"Ninguno en absoluto." Ben se encogió de hombros, haciendo que Rook lo fulminara con la mirada. "Sólo necesito que me explique los hechos, después de eso normalmente resuelvo las cosas por mi cuenta. Es curioso cómo la vida funciona así a veces".

"No, lo verdaderamente gracioso es cómo has llegado hasta aquí." Rook dijo inexpresivamente con desaprobación.

"Años de experiencia personal con todo lo extraterrestre, sobrenatural o inusual". Ben sonrió, logrando arrancarle una sonrisa igualmente afable a su compañero. De repente, los dos fueron interrumpidos por una mancha azul que pasó volando junto a ellos, provocando un fuerte viento a su paso. "Y hablando de cosas que de otro modo serían inusuales..." comentó Ben, convirtiéndose rápidamente en XLR8. "Haz tu mejor esfuerzo para mantener el ritmo, Rook." Habló rápidamente antes de salir corriendo detrás de quien acababa de pasar junto a ellos, dejando una mancha igualmente azul a su paso.

"¿Y cómo se supone que voy a seguir el ritmo de alguien que va a varios cientos de kilómetros por hora?" Rook preguntó retóricamente, caminando en la dirección general en la que se había ido Ben, con la esperanza de encontrar al menos algún rastro de él para rastrear.

1 segundo después

"Y aquí es donde termina el viento de cola". Ben siseó cuando llegó fuera del armario del conserje. "Eh, me pregunto por qué alguien aguantaría en uno de estos". Pensó en voz alta antes de llamar a la puerta.

"Irse." Dijo una voz que sonaba mansa y miserable. "Déjame en paz, seas quien seas".

"Sí, algo me dice que esa no es la mejor idea". Comentó Ben, intentando sin éxito abrir la puerta cerrada y con barrotes. Sin darse por vencido, abofeteó al Omnitrix para convertirse en Frio. "Ahora veamos qué hay detrás de la puerta número 1". Bromeó mientras cruzaba la puerta, la ocupante del armario, una mujer Kineceleran, acurrucada en posición fetal y llorando. "Helen, ¿eres tú?"

"Ben", murmuró Helen mientras levantaba la vista para verlo, con los ojos llenos de lágrimas. "Es mi suerte que la única persona en la base que puede seguirme y atravesar objetos sólidos se dé cuenta".

"Notas qué, ¿me atrevo a preguntar?" Preguntó, tomando asiento junto al híbrido alienígena.

"No es nada", negó Helen a medias. "Sólo estoy... pensando en cosas."

"Deben haber algunas cosas bastante importantes si puedes ignorar el hedor de los trapeadores sucios y los líquidos limpiadores variados". Ben gruñó, pellizcando su inexistente nariz para dar énfasis.

"Dije que no es nada, ¡ahora vete!" —preguntó amargamente, alejándose de Ben.

Al mirar a Helen profundamente pensativo durante varios segundos, Ben de repente tuvo un momento eureka, pero no agradable. "Déjame adivinar, se trata de Pierce, ¿no?" A juzgar por la repentina dificultad en su respiración, él había dado en el clavo.