Descubrí que pedirle un favor a Soyeon, quedaba descartado por el resto de mi vida.
Cuando llegó a casa el día de ayer para decirme que necesitaba mi ayuda en una nueva tarea, no pude estar más feliz.
Al fin podía dejar de fingir que iba a la enfermería, para esconderme en el bosque.
Había un nuevo grupo de personas que necesitaban asilo. Los hombres encargados de la construcción habían estado trabajando contra reloj para poder tener las cabañas listas y que estuvieran cómodos nada más llegar.
Imagine que necesitaba mi ayuda para preparar el interior de las cabañas, o abastecer las alacenas. No importaba cuál fuera mi tarea, la haría sin quejarme para que así me dejaran en ese puesto.
Un error, un enorme error.
Hace 5 horas me encuentro sentado siendo el copiloto, de nada más y nada menos que de Min Yoongi.
Si, la tarea que se me asignó fue acompañarlo, me dijo que el viaje era largo y lo iban a hacer de noche para no llamar la atención.
Íbamos a viajar hasta Busan en la noche; nos quedaríamos en la zona marcada como segura, hasta la tarde que llegarán los nuevos pasajeros. Pará luego salir nuevamente hacia a las cabañas.
He traído un libro, para así tener en que ocupar mis ojos. No me ha funcionado muy bien, me quedo viendo su cara, su cuello, sus manos.
¿Por qué tenía que gustarme? Era obvio que él solo amaba burlarse de mi. No había oportunidad de superar a Tae, es alto, su pelo rubio brilla y contrasta su piel canela. Tiene una hermosa sonrisa cuadrada y un pequeño lunar en su nariz que le da un toque de ternura. Y el detalle más importante, habla y escucha.
Niego con una sonrisa, lo mejor es superar esto rápidamente. Dirijó mi vista al conductor, se le nota cansado. Debe ser difícil estar tantas horas sentado y concentrado en la ruta.
Decido cumplir el trabajo que me dieron, busco un pequeño termo que traigo en mi mochila para servir café en un vaso que tiene sorbete, así le facilita que lo pueda tomar.
Golpeó su hombro, al mirarme nuestros ojos chocan y siento mis manos sudar. Toma un gran trabajo recordar que estaba haciendo, le enseñó el azúcar para saber si lo quiere dulce.
-No me gusta lo dulce- me dice y se que se va a burlar cuando esa mueca aparece. -Pero contigo puedo hacer una excepción- agregá mientras me recibe el vaso.
Siento un calor recorrerme el cuerpo, y mi mente viaja a nuestro beso mientras observó sus labios. Veo crecer una sonrisa, se ha dado cuenta.
Evito subir mis ojos y volteo hacia mi lectura, o eso intento cuando una mano sostiene mi mentón y mis ojos vuelven a toparse con los suyos -Tenemos que hablar, bueno yo hablar y tu leer- suelta una carcajada y vuelve la vista a la ruta.
Y la charla que con tanto esfuerzo quise evitar, llegó. Mis nervios tensan el cuerpo, un sudor frió me recorre, muerdo mi labio y pienso en mil maneras de evitarlo.
Si me tiró ¿Será muy dolorosa la caída?
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Para llegar al punto de encuentro, tuvimos que pasar por hermosas montañas y cerca del mar.
Mi meta en la vida era conseguir una casa en la playa y pasar mis últimos días ahí.
Ahora lo único que pienso es si viviré lo suficiente para volver a estar en esa agua salada. Aunque no lo hable con nadie, tengo miedo. Si algún día nos encuentran seria el objetivo de la IA. Lo único que me tranquiliza es que mamá estaría a salvo y podría salir adelante.
-Ojala pudiera llegar a viejo- señaló sin pensar, me olvide que mi acompañante no entiende lenguaje de señas.
Pero cuando estoy girando hacia la ventana de nuevo, creo ver sus labios decir -Vas a llegar- Debo tener sueño ya que estoy alucinando cosas.
Al momento de abrir mis ojos el sol ya está bien arriba, debe ser mediodía. Dormi como 5 horas.
El colectivo está parado entre varios árboles y no veo al chófer por ningún lado.
Saliendo del autobús, hay una pequeña mesa con dos sillas ubicadas en la sombra, una de ellas ocupada por la persona que me pone tan nervioso.
Agita su mano para llamar mi atención, cuando voy a avanzar, saca esa maldita sonrisa, junta sus dedos y empieza a llamarme como si fuera un perro. Leo en sus labios Jimin, Jimin, Jimin.
Indignado por su forma de tratarme, doy la vuelta para subir nuevamente pero, con mi mala suerte, me enredo con mis cordones y caigo hacia adelante golpeando mi frente en el escalón del colectivo.
Lo último que veo es la cara de preocupación de Yoongi, que corre hacia mí. Sonrió, el idiota en verdad se ve asustado y todo rastro de broma ha desaparecido.
Vamos llegando de a poco a la relación y después el drama.
Drama-ma-ma-ma (bring it that) Drama-ma-ma-ma With my girls in the back Girls in the back, yeah (I break) Trauma-ma-ma-ma (we them) Trauma-ma-ma-ma With my world in the back
