Después de un par de semanas, donde la gente se mantuvo en sus hogares, pudimos volver a nuestras actividades.
Ver a Yoongi todos los días, era una grata recompensa después de pasar días temiendo lo peor. Esperábamos ver llegar miles de cajas en nuestra búsqueda. Por suerte no fue así.
Sonrió al verlo acercarse para abrir la casita consultorio, me encuentro con sus ojos y siento mis mejillas tomar calor.
Una vez a mi lado su boca ya está sobre la mía, y una mano presiona mi cintura. Paso mis manos por su cuello para poder corresponderle.
Me sonríe al separarse y sube su mano en forma de garra hacia su sien y luego la baja señalándome.
-También te extrañe, pero fueron solo dos dias- digo riéndome.
-Ya veo, todo era amor y ahora muestras tu verdadera personalidad- dice encojiendose de hombros, me hubiera preocupado pero en sus ojos se ve el brillo de burla.
Yoongi se ha vuelto mas agradable con sus pacientes, también asiste a nuestras clases y viene seguido a cenar a nuestra cabaña.
No hemos formalizado lo nuestro, pero Nayeon quería confirmar que había cambiado y ya no me molestaba.
Lo he visto conversar con Namjoon, y hasta jugando con los más pequeños.
Hoy tenemos un día ocupado, llegan nuevos suplementos y hasta unas máquinas que le permitirán a Yoongi poder hacer operaciones un poco más complejas.
Me sorprende lo decidido que es, ya había recibido su título y solo tenía que hacer la residencia para poder ejercer. Sin embargo, dejo todo para ayudar a los demás. Podría haber tenido todas las comodidades y por ser un joven sano viviría sin esconderse.
Agradezco que la vida lo pusiera en mi camino, pero ojala hubiera sido en otra circunstancia.
Suspiro mientras acomodo lo nuevo, cuando un papel golpea mi cabeza, lo recojo y miro mal al único culpable posible. Me señala que lo abra, mi cuerpo se tensa en deseo. Niego con mi cabeza y volteo para seguir con lo mío.
Sus manos ya están en mi cadera girandome, me abraza y sus manos masajes mi culo. -Por favor- dice haciendo un puchero -tenemos que estrenar la camilla nueva- trata de convencerme.
-Hemos tenido sexo por todo el lugar, controlate que eres el mayor- señalo tratando de hacerme el enojado, pero sabe que ha ganado cuando un gemido escapa de mi al frotar su entrepierna con la mia.
-Tengo 23, no soy un viejo- aclara. No tengo tiempo de replicar cuando mi lengua ya está siendo se succionada con tanto fervor.
No se en que momento llegamos a la camilla nueva, ya estamos desnudos, su mano tiene ambas erecciones juntas y nos masturba lentamente, haciendo que nuestros penes goteen.
Su otra mano me esta preparando, muevo la cadera ayudando a esos tres dedos a enterrarse más profundo.
-Te necesito dentro- le señaló mientras muerdo mis labios.
-Dejame escucharte- me dice haciendo presión en mi labio para que deje de morderlo -me encantan tus gemidos-
Retira sus dedos y mueve mi cadera para que se posicione sobre su pene. Bajo lentamente, puedo sentir su calor presionando mis paredes al crear esa fricción que tanto anhelo.
Con cada salto mi pene rebota, mientras Yoongi chupa una de mis tetillas y sus manos ayudan a mi cuerpo a subir y bajar.
-Tan bueno- dice y busca mi boca; el beso es húmedo y con ello también puedo sentir sus gemidos a través de las vibraciones que su garganta genera golpeando en mi boca.
Mis piernas duelen por el poco espacio que tenemos, ya que no puedo colocarlas bien, entonces el sujeta mis manos las lleva a mi espalda y se inclina un poco más arriba
-Sera rápido y duro- me avisa dándome un picó en mis labios. -Si duele muerdeme- agregá con una sonrisa.
No entendía a que se refería hasta que su cuerpo comenzó a chocar el mío. Mis ojos pierden el foco al sentir mi próstata ser golpeada tan duro y precisó.
El placer nubla mi juicio, no sé si siento dolor, lo único que pienso es que no pare. Cuando me corro, mi semen sale disparado mojandonos a ambos, mientras sus manos apretan más mis brazos y golpea más duro hasta que siento un líquido cálido correr por mi interior.
Caigo sobre su pecho tratando de regular mi respiración, mientras sus manos acarician mi espalda de forma tan suave, contrario a su corazón que esta totalmente disparado.
Una vez bañados y cambiados, seguimos con nuestras tareas pero con una sonrisa cómplice.
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Cuando esta entrando la noche y nos preparamos para cerrar, veo gente corriendo. Yoongi deja todo como esta y tira de mi mano para corra con él.
En menos de 5 minutos estamos en mi cabaña, mamá tiene una cara de pánico y corre a abrazarme.
-Todo estará bien cariño- me dice y se gira hacia Yoongi -¿Sabes donde esta el auto, no?- ¿Qué auto? No entiendo nada.
Mi madre va hacia las habitaciones y llega con dos mochilas listas, en ese mismo instante ingresa Soyeon junto al pequeño Kai.
-La alarma ayudó a que todos actuarán rápido, solo quedan algunos por irse- aclara mientras le pasa una mochila más a Yoongi.
-¿Qué pasa?- preguntó -¿Por qué se van?
Y la unica palabra que dicen provoca que mis piernas tiemblen y el pánico se apodera de mi mente, este es mi final.
-Destructores- dice Soyeon.
-Estarán bien, Yoongi los llevará a un lugar seguro-.
Mamá me besa y abraza, un nudo se forma en mi garganta. Ellas dicen que estará bien, pero yo solo me concentró en memorizar los rasgos de mi madre. Siento que será la última vez que la vea. Esas cosas han venido por mi.
-Por favor cuida de Kai- dice Soyeon abrazando al pequeño tratando de no llorar y que el pequeño no se asuste más de lo que ya está.
-Mamá, ven con nosotros- le señaló.
-No cariño, nosotros estaremos aquí para ser una distracción y poder levantar este lugar de nuevo-. Dice mientras aprieta mi mano.
-Vamos, ya no hay tiempo- dice Yoongi poniéndose ambas mochilas en sus brazos- Los cuidare con mi vida- dice con seguridad mirando a ambas señoras.
-Tu también cuidate- le dice Soyeon para luego abrazarlo.
-Te amo- dice mamá -Siempre te amaremos-
Dime cosita si te gusta o quieres que cambie algo 🫂💜
