the mouse

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Jisung a veces se preguntaba cómo era posible que la lengua de Chenle se moviera tan rápido, pero tal vez era más sorprendente lo rápido que se movía su cerebro. Aunque pensándolo mejor, probablemente Chenle no pensaba antes de hablar, así que el crédito seguía siendo de su lengua, que se movía sin parar mientras Chenle hablaba y hablaba y hablaba. Jisung ni siquiera sabía de qué exactamente, en ese punto solo escuchaba ruido. Una parte de él quería escucharlo, pero se había distraído con sus labios y con esos tontos pensamientos acerca de su lengua. Chenle tenía unos labios perfectos.

Y de pronto su boca se movía tan lento que podía apreciar cada movimiento. Y su garganta se sintió seca y sus manos sudaban y realmente quería acercarse a él para callarlo con un beso.

— Jisuuuung—el mismo Chenle lo trajo de vuelta a la realidad. Se mordió sus ya mordidos labios y negó con la cabeza. Jisung envidió que pudiera hacer eso con tanta libertad. Él también quería morder sus labios— tú no estás escuchando ¡Nada de lo que digo!

Chenle alzó la voz gradualmente mientras hablaba.

— Claro que sí— se defendió Jisung.

— ¿Ah si?, entonces repite lo que acabo de decir.

Jisung tragó.

— Ehmmm...

— ¡No tienes idea!

Solo había una forma de salir de eso.

— Chenle, tengo hambre. ¿Y si pedimos algo?

Chenle sonrió y casi de inmediato tomó su celular, comenzando a buscar un lugar para ordenar. A Chenle le encantaba pedir comida a domicilio. Nunca había notado lo atractivo que se veía haciéndolo, con sus dedos moviéndose con confianza por la pantalla y su pelo cayéndole sobre los ojos de manera molesta.

Jisung le acomodó el pelo.

Y fue muy tarde antes de que se diera cuenta de lo que estaba haciendo.

Chenle lo miraba fijamente.

Jisung apartó la mano.

— Tenías un...— se rascó la nariz— una pelusa.

— Ah. Gracias Jisung por salvarme la vida una vez más—bromeó Chenle regresando la vista a su celular— Uhhh, ¿Y si pedimos pollo frito?

Jisung asintió con desinterés.

— Como prefieras.

No debió acceder

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No debió acceder. Pero se dio cuenta cuando ya era demasiado tarde y la boca de Chenle ya estaba cubierta de salsa agridulce mientras comía pollo en cámara lenta. Sus labios esponjados lucían deseables y era prácticamente como si estuviera comiendo ese pollo para él.

— ¿Quieres más?

Jisung sintió su corazón paralizarse y otras partes de su cuerpo reaccionando a la pregunta.

— ¿Ah?

— ¿Más pollo?—inquirió Chenle estirando el resto de su trozo hacia él. Se chupó los labios tan despreocupadamente que era doloroso— Jisung, ¿qué pasa contigo?, has actuado extraño todo el día y no lo entiendo. ¿Por qué tan distraído?

Jisung consideró responder con honestidad, pero luego lo descartó de inmediato.

— Nada. Es solo que-

— Y no dejas de verme la boca, es extraño— lo interrumpió Chenle, haciendo que derramara su lata de coca cola por el susto— Jisung, ¿Qué demonios?

Chenle se levantó de su silla para evitar que le cayera todo en los pantalones.

— Lo siento, lo siento, lo siento—se disculpó Jisung casi completamente sonrojado mientras limpiaba torpemente con unas servilletas.

Chenle se echó a reír con su risa escandalosa, haciéndolo sentir menos asustado y un poco más normal.

— Tan tonto— dijo y por alguna razón tuvo que acariciarle el pelo mientras lo decía.

¡Acariciarle el pelo!

Jisung dejó caer las servilletas de sus manos.

— ¡Ya detente!—exclamó exaltado. Chenle dio un paso atrás.

— ¿Y ahora que te pasa?

Esa era en realidad una muy buena pregunta.

— T-tienes salsa en los labios— dijo para desviar la pregunta y porque realmente era algo que le estaba molestando. Era casi como si intencionalmente Chenle lo estuviera provocando.

El aludido intentó limpiarse con su lengua.

— ¿Y eso te molesta tanto?

Jisung juntó los puños mientras se ponía de pie.

— Lo estás haciendo mal—dijo molesto y antes de que Chenle pudiera responder, pasó su pulgar por sus labios limpiando la mancha.

Hubo un segundo de pausa durante el cual nadie se movió. Jisung comenzó a darse cuenta de lo que estaba haciendo y Chenle simplemente estaba quieto, con sus tentadores labios semi abiertos mirándolo atentamente.

Se llevó su pulgar a la boca para limpiarlo y sintió algo de satisfacción al ver que Chenle, con sus labios aún separados, siguió sus movimientos con la mirada. Viendo como chupaba su dedo y luego mirándolo a los ojos.

Su mirada, era una mirada que nunca le había visto antes. Lucía oscuro, denso, como si la vista le pesara. Jisung se acercó un paso.

— ¿Qué pasó?—inquirió Jisung. Fascinado con este nuevo Chenle que no decía ni una sola palabra.

Chenle negó con la cabeza mientras se lamía los labios. Aparentemente algo desorientado.

— Yo no...—comenzó a hablar, pero sus palabras no llegaron a ninguna parte.

Jisung se sintió feliz al ser la razón.

— ¿Un ratón te comió la lengua?

Chenle sonrió, a punto de reírse pero sin llegar a hacerlo. Casi pudo escuchar su risa.

— No—dijo juntando los labios sin dejar de sonreír— pero creo que uno está a punto de hacerlo.

A Jisung le tomó un segundo entenderlo.

Rodó los ojos, algo acostumbrado al apodo.

— ¿Entonces puedo?—inquirió.

Chenle asintió.

— Por favor.

— Por favor

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the mouse ate your tongue - chenji Donde viven las historias. Descúbrelo ahora