Así arrastrada fui llevada hasta la cabaña de regreso a la cabaña, tenia ya raspones en mi vientre y pechos por todo el camino arrastrada y me observaron dejándome allí en medio de ambos como si fuera un ciervo acabado de cazar.
- Bueno iniciaremos con el...
- Espera, ya hemos hecho muchas veces estos inicios, la última ni siquiera nos dejo realizar lo que más eh esperado.
- ¿Y qué propones entonces?
- Bueno ella firmo por dos días ¿no?, pues aremos esa opción por dos días
- ¿Y crees que aguante?
- Debe, si no solo será una más del montón.
Con mi estado actual solo podía retorcerme como gusano en el suelo frio y blando por la lluvia, José lo pensó un momento pero acepto y camino dentro a la cabaña, sacando una mochila y ambos desaparecieron en el bosque, pasando un largo rato allí solamente tirada y atada, moría de hambre porque no había comido desde que llegue y la sed era peor, hasta que ambos regresaron al terreno satisfechos con lo que hubieran hecho, mientras José iba por unas cosa Frank me termino explicando que es lo que me harían.
- Muy bien, escucha con atención que no lo repetiré, te llevaremos bosque dentro y te soltaremos, bueno, casi suelta, y si llegas a tu coche que esta por la entrada del camino para este sitio serás libre de irte sin más, si fallas en tus dos días créeme que lo lamentaras muchísimo, escondimos comida por todo el bosque ya si comes es tu problema, y no te molestes en pedir ayuda, estamos lo suficientemente apartados de todo que lo único que te escuchara serán aves y animales.
José volvió y me prepararon para su juego, me ataron los brazos en distinta forma en la espalda haciendo que mis manos quedaran en el codo opuesto juntos, una cadena unía mis tobillos, corta, pero me dejaba caminar levemente, una cuerda enrollo cada uno de mis pechos haciéndolos sobresalir y quedando bastante sensibles, y me colocaron un collar metálico viejo con un cencerro.
- A por cierto olvidaba comentarte, será mejor que no te encontremos eh, serás una presa y nosotros los cazadores, y las balas son de verdad, odiaría que una te diera en esa bonita cara tuya.
Antes de objetar aun con la cinta tapándome la boca me taparon los ojos con una tela, llevándome a través del bosque a ciegas, escuchaba el sonar del cencerro al paso que iba y la cadena me hacia tropezar cada cierto rato, hasta que finalmente nos detuvimos y me quitaron el antifaz pero me dijeron que cerrara los ojos y contara hasta 100, si los abría antes dispararían de inmediato, el miedo me hizo obedecer sin dudarlo y conté escuchando el crujir de sus pisadas al alejarse, no tuve el valor de abrirlos antes de acabar la cuenta y al abrirlos estaba sola, en medio del bosque, sin saber por dónde había venido.
Trate de liberarme pero era inútil pues estaba bien sujeta, camine un poco encontrando un sándwich en el suelo, quizá un rastro de el ejemplo de la comida que habían dejado, la boca estaba libre y moría de hambre, me tire de rodillas pero aun no alcanzaba, así que caí sobre mis pechos que por la forma en que estaban el simple tocar las ramas y piedras del suelo eran tan dolorosos, pero tuve la comida al alcance y comí usando solo mi boca tomando cada bocado.
Levantarme de nuevo fue todo un desafío, pero tras conseguirlo comencé a caminar sin rumbo bastante rato, encontré otros dos aperitivos que no deje sin comer, mis pies estaban adoloridos por toda rama, espina y piedra que pisaba y comencé a pensar que me perdería en el bosque para siempre hasta que escuche un chapoteo, me acerque al sonido escondiéndome entre arboles cuando mi esperanza aumento.
Era el lago que había visto anteriormente, ósea que no estaba tan lejos como yo creía de la cabaña y mi libertad, me acerque al lago ya no me importaba nada, pero tenía que beber algo, me arrodille y bebi un poco, era un agua de sabor fatal, pero era agua.
Pensé que estaba bien de momento hasta que escuche muy nítidamente las voces de los hombres, era presa fácil y tome la única opción que vi, metiéndome al agua haciendo el menor ruido posible, la suciedad del agua seria suficiente para evitar que me vieran o eso esperaba, cuando los escuche acercarse tome profundamente aire y me sumergí, ellos pasaron por la orilla del lago aunque alejados, cargando sus rifles de caza y vistiendo ropa de camuflaje, aguantaba la respiración mientras estaba debajo, aunque mis pulmones ardían con el tiempo, pensé que no aguantaría mas cuando los vi desaparecer entre los árboles metiéndose al bosque, saque la cabeza del agua tomando bocanadas de aire y tosiendo un poco, camine lentamente para salir del agua que fue una ayuda para quitarme toda la suciedad de encima.
Trate de orientarme mejor para saber dónde andaba, pero estaba atardeciendo y la luz del día desaparecía, con lo cansada que estaba por no dormir nada anteriormente busque un escondite para pasar la noche del primer día de cacería.
Encontré un agujero grande que pensé que seria una madriguera abandonada, había sido afectada por la lluvia, pero me serviría al menos por ahora, con cuidado me fui metiendo hasta el fondo comprobando que, si cabía dentro y me revolqué en el lodo que tenia dentro para cubrirme de nuevo, me acurruque como pude y con lo cansada que estaba el sueño no tardo en ganarme y quede dormida allí dentro.
Al día siguiente seguía allí, la luz del sol me alerto que comenzaba el ultimo día para poder escapar.
Sali con dificultad pues había sido más fácil entrar que salir y una vez con luz pude ver un árbol raro que había encontrado cuando vagaba por allí cuando llegué.
Grite victoriosa por dentro cuando lo vi pues significaba que la zona estaba cerca, mire a mi alrededor verificando que no estuviera nadie y al no ver rastro de ambos corrí como pude con la cadena, aunque me preocupo el sonido que causaba con el cencerro, una vez pase el lago anduve por el bosque caminando cuidadosa hasta que lo vi.
Allí estaba la parte trasera de la cabaña, no había rastro de ellos dos y mi coche estaba allí enfrente, solo debía llegar y esperar que cumplieran su palabra.
Corrí sin importarme nada cruzando el sitio, casi podía tocar el coche hasta que tarde lo vi, y una soga a metros del coche izo de trampa, tomando mi pierna y alzándome como una presa capturada, no me lo creía, tan cerca y caí en la trampa mas absurda posible, me sacudí tratando en vano de soltar mi tobillo, pero era inútil.
Ambos llegaron saliendo de el interior de la cabaña admirándome.
- Valla, no creí que pudiese salir de ese agujero de anoche, pero tuviste razón corrió directo aquí
No me lo creía, me vieron mientras dormía y me dejaron sabiendo que no lo lograría.
- Si si pero bueno, un trato es un trato, llego al coche ¿no?
- Si, pero está atrapada
- Pero llego, y yo soy de palabra
José se acerco a mi con un cuchillo y corto la cuerda de mi tobillo dejándome caer al suelo fuertemente.
- Bueno linda, tu cara dice que tienes miedo pero
Con la punta de la navaja toco mi entrepierna, estaba húmeda a pesar del lodo y tierra, lo admito, estaba cachonda a pesar del miedo por la situación.
- Como dije te dejaremos ir, pero si quieres, y sé que lo quieres o al menos tu cuerpo, vuelve el próximo fin de semana, eres el mejor juguete que hemos tenido.
Antes de decir nada me metió un trozo de cinta en la boca y me metieron a mi coche, me taparon los ojos y arrancaron dejándome en el asiento trasero.
Pasaron horas quizá hasta que después de estacionarse se fueron y otras horas mas cuando escuche la puerta abrirse, la venda de los ojos fue removida y un policía me libero, atendiéndome y llevándome a un hospital para atender moretones y demás, pero...
A pesar que me preguntaron muchas veces que paso o quien fue, nunca respondí mas que no lo sabía, quizá me tomaron por loca que selo auto infligió y me dejaron ir sin más, al llegar a mi casa lo pensé muy bien.
Al diablo los exámenes, el próximo fin de semana regresaría, y me quedaría allí para siempre, no podía negar que la experiencia era enorme, aunque aterradora, quizá sufrí síndrome de Estocolmo o quizá descubría una parte de mi que ni yo conocía.
Pero ya no me importaba nada más, a mi edad la mayoría solo le interesan exámenes, vida estudiantil y demás cosas de adolescentes de universidad, pero ahora, quería ser una vez mas una presa en ese bosque, ¿o quizá una víctima más?