𔘓 O3

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Jimin asintió despacio, dándole toda su confianza a su más grande y oculto amor.

Y cuando Jeon les dio la vuelta, quedando arriba e iba a comenzar aquella noche llena de pasión, las manos del pelirosa en sus hombros apretando poquito llamaron su atención, haciéndolo detenerse.

—Y-yo... Jungkook—jadeó apenado y sonrojado—Yo... no...

El pelinegro entendió y besó dulcemente la frente del de tez blanca, susurrando las palabras que el pelirosa necesitaba para seguir.

—Seré cuidadoso, hermoso...— habló aún en la frente del otro confía en mí.

Las grandes manos del pelinegro se movían delicadamente por el cuerpo de Jimin, contorneando, acariciando y apreciando cada parte del ser que tenía abajo de él. Los muslos gruesos y firmes, la pequeña cintura del pelirosa junto con la suavidad que portaba su piel, era maravilloso, Park era una obra de arte para él.

Lo amaba con todo su corazón.

Quitando una por una las prendas que portaba el pelirosa, dejando al mismo solo con su ropa interior, sus pequeños senos aplastados por un tipo de venda y un calzoncillo ajustado tapando su parte íntima.

Jungkook suspiró enamorado, admirando al chico.

—K-kook...—Jimin se sentía expuesto. Nunca había dejado a alguien ver su cuerpo y ahora miles de inseguridades lo estaban ahogando, saliendo de sus pensamientos negativos cuando Jeon se agachó un poco y comenzó a dejar besitos alrededor de su pecho. Automáticamente llevó sus manos y enredó sus dedos en las hebras negras del hombre sobre él.

Mientras besaba con suavidad la delgada barriga del pelirosa, comenzó a retirar la venda, escuchando el suspiro de alivio que soltó Jimin.

Bajando un poco más, los dedos en su cabello le apretaron un poco cuando rozó con su boca la pelvis del chico, la misma alzándose cuando sus manos comenzaron a estimularle por fuera de la tela.

El movimiento rudo y lento de los dedos de Jungkook en su clítoris, lo hicieron soltar un agudo gemido, echando su cabeza hacia atrás, no durando mucho en esa posición cuando Jeon buscó sus labios gruesos mientras seguía tocándolo ahí, en donde le hacía delirar.

Ahogando los dulces gemidos de su amado, Jeon guió su mano desocupada hacia uno de los senos, soltando los labios contrarios y llevando un pezón a su boca.

—O-oh~, l-lunas, ¡Mhgg~!

Jimin se sujetó de la espalda de Jungkook, entregándose para lo que sea que fuera a pasar, entregándose al hombre que le estaba haciendo ver estrellas.

Sus ojos aguados y jadeando, habló como pudo cuando quiso reprocharle algo al moreno.

—Uhmg~ T-tienes... mgh~ tienes t-todavía tu roра...

La pequeña risita que soltó Jeon le hizo sonreír de lado. Separándose, el moreno comenzó a desvestirse, dejando su torso a vista del sonrojado pelirosa con sus piernas abiertas esperando por él, quedándose solo con su ropa interior, volvió hacerse espacio entre aquellas gruesas y hermosos muslos, besando a Jimin a penas pudo.

—Bonito...—jadeó al separarse, un hilo de saliva aún uniéndolo al Pelirosa —¿Tienes... lubricante?

Asintiendo chiquito, señaló el pequeño armario que estaba frente a ellos, viendo un cajón en específico. Abriendo el mismo, Jungkook alzó sus cejas divertido al ver en él un lubricante con sabor a fresa, un vibrador y varios condones.

—E-es... de Yeji... —se excusó, avergonzado.

Jeon asintió suave y agarró el lubricante y uno de los condones, prefiriendo dejar el vibrador para otra ocasión. Volviendo a su puesto inicial, dejó ambas cosas antes agarradas a un lado, Jimin alzando sus caderas para hacerle más fácil el quitarles la ropa que cubría su parte.

Sin dejar de mirar aquel lugar en donde se suponía debía ingresar, colocó lubricante en sus dedos, besando cortamente al pelirosa, ingresando el primer dígito.

—¡Ahg~!—gimió casi en grito, el dolor de tener algo entrando por ahí por primera vez, le dolió un poco, no durando mucho con ese sentir, la lengua de Jungkook moviendo y presionando su clítoris, con la boca abierta, besaba con parsimonia todo alrededor de sus dedos, degustando el sabor de su Jimin.

Sus manos agarrando un puñado del cabello negro, su cuerpo le aclamaba dejar al hombre ahí, entre sus piernas, besándole toda su parte.

Sus ojos quedando en blanco y arqueando la espalda cuando se adentró el segundo dígito, y Jungkook apresuró sus movimientos.

—¡J-jodeerr-! K-kook-mghh~

A ese paso, se quedaría sin voz.

Sintiendo que ya estaba listo pocos segundos después, Jungkook decidió terminar su oral, separándose sin sacar sus dedos del interior de Park, se colocó el condón rápidamente, regresando a besar a su preciado pelirosa, que sin importarle nada le siguió el salvaje beso que le estaba proporcionando. Dejándole una sensación de vacío a Jimin, Jeon acomodó su pene en la entrada del mismo, besándolo mientras le hacía enredar sus piernas en su cintura, para así tener un mejor ángulo. Bajando los besos al cuello del pelirosa, escondió su rostro ahí, agarrando las fuerzas necesarias, comenzando adentrarse, el interior del chico recibiéndolo con gusto.

—Oh~ uhmmg

El dolor era casi nulo gracias a su excitación, por lo que no quiso esperar mucho y, a penas Jungkook terminó de entrar, movió sus caderas para comenzar las embestidas.

Sus uñas dejaban marcas, líneas rojas en la espalda lacia del moreno, pero poco les importaba, él lo estaba disfrutando, tanto como Jeon.

Las embestidas siendo lentas y profundas al principio, con el pasar de los segundos volviéndose más fuertes y certeras, haciendo gritar del placer a Jimin.

El pelinegro buscó los labios de su amante, ahogando los altos gemidos en sus besos, llevando una mano para masturbar a su chico mientras seguía penetrándolo.

—Ah, Kookmg~

Sintiendo su climax cerca, los efectos aún del poco alcohol en sus cuerpos haciendo todo más candente, se besaron apasionantes, presionándose entre sí buscando su liberación.

—Umg~ Minnie... me a-aprietas delicioso, bebé...

Aquellas palabras le hicieron entrar en un calor inhumano, su orgasmo llegando rápido, desplomándose contra la cama que seguía moviéndose y chillando por los movimientos del moreno.

Segundos después, Jungkook llegó a su ansiado climax.

—Mi amor... —jadeó Jeon, viendo con un brillo inigualable en sus ojos al pelirosa, quien sonrió cansado.

Se besaron y acariciaron por el resto de la madrugada, sonrisas hermosas y enamoradas adornaban sus rostros.

Se besaron y acariciaron por el resto de la madrugada, sonrisas hermosas y enamoradas adornaban sus rostros

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Capitán Jeon ♡⃕  KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora