ᴅᴏɴ'ᴛ ʙᴇ ᴀ ʟᴏsᴇʀ - sᴏᴜᴋᴏᴋᴜ

ᴅᴏɴ'ᴛ ʙᴇ ᴀ ʟᴏsᴇʀ

"— Pero ¡Verlaine! ¿Por qué no deja ir a Chuuya conmigo? ¡Solo iremos a jugar!" —Se quejaba algo enojado, abrazando a Chuuya que estaba entre sus brazos, totalmente confundido ante esa situación.

"— No, Dazai, ya te he dicho que son muy pequeños para irse al parque solos, además Chuuya debe hacer tareas." — Renegando, Verlaine trataba de hacerle entender a Dazai, un niño de siete años, que no podría dejar ir a Chuuya con él.

"— Pero ya he terminado mis tareas. . ." — Murmuraba Chuuya, quién se había quedado en silencio desde que su amigo, Dazai, había llegado a verle.

"— ¡Chuuya!" — Exclamó Verlaine al ver que su farsa había quedado revelada.

"— !Está decidido! Nos iremos, Chuuya."— Dazai casi brincaba de emoción, quería mostrarle algo a Chuuya.

"— Ush. . . Solo con una condición, niños." — El tono de Verlaine, hermanito mayor del pelirrojo había cambiado, haciéndose serio. "— Está prohibido meterse al bosque, pueden ir al parque y solo estar allí, no deben acercarse al bosque."

"— Uh. . ." — Dazai no prometió nada, tomando la mano de Chuuya y liberándolo de un abrazo, corriendo rápidamente en lo que que era, la calle de ese vecindario. "— ¡Adiós Verlaine!"

"— ¡Prometo llegar antes de las 8!" — Gritó Chuuya, su voz haciéndose más baja con los segundos, mientras se alejaba a paso rápido con Dazai tomando su mano.

Dazai estaba feliz, no había prometido nada y no se sentiría culpable por lo que harían a continuación.

"— ¿A dónde vamos, Dazai?" — Preguntó curioso Chuuya, cuando Dazai dejó de correr y ya se habían alejado de la casa de Chuuya.

"— Al bosque." — Habló calmado, apretando la mano de Chuuya, sintiendo como este se tensó.

"— ¡Pero Verlaine dijo que no debemos ir allí!" — Se alteró Chuuya, demasiado rápido al ver que rompía las palabras de su hermano mayor. "— Somos muy pequeños par-"

Fue cortado de inmediato por Dazai, quien empezó a observar a Chuuya, con una mirada de desaprobación, que a sus siete años de edad ya había desarrollado. "— Vamos, no seas un perdedor." — Habló algo serio, sabiendo que ganaría eso ya que Chuuya odiaba que le dijeran eso.

"— Bien. . ."

Chuuya guardó silencio, algo nervioso mientras caminaba con Dazai, acercándose ambos al bosque que había detrás del parque, aquél bosque que Verlaine les prohibió visitar debido a que era demasiado peligroso para unos niños tan pequeños, puesto que Chuuya apenas tenía 8 años y Dazai 7 y aún así, ahí estaban, yéndose directamente a ese bosque que mientras Chuuya más veía, más escalofríos causaba.

Finalmente, ambos ingresaron al bosque, tomados de las manos, ambos nerviosos y con algo de miedo.

"— ¿Qué haremos?" — Preguntó Chuuya, mientras volteaba a ver a todas las direcciones posibles, tratando de memorizar el camino por si las dudas.

"— Iremos a buscar a un hombre." — Respondió demasiado calmado, apretando la mano de Chuuya.— "Lo vi hace dos días y me dijo que debería buscarlo en el bosque."

Chuuya se confundió un poco, ers obvio que eso no era normal. "— ¿Un hombre?"

"— Te lo acabo de decir." — Habló Dazai, manteniendo su mirada fija en el camino. Con un tono de voz, como si estuviera hablando lo más básico del mundo "— Era un hombre algo, demasiaaaado alto, y que tenía la piel muy pálida, además el cabello largo hasta los hombros y. . . No recuerdo más."

"— ¿No es una trampa? ¡Eres un bobo!" — Se desesperó el pelirrojo, notando que se habían metido a lo más profundo del bosque. "— ¡Dazai! ¿N-No crees que estamos yendo demasiado lejos?" — Estaba empezando a asustarse, quería volver por sus pasos y salir de allí. Cada vez se veía menos la luz del tenue sol.

"— Meh, vamos, ¡No seas un perdedor! " — Volvió a repetir esas palabras, aquellas que Chuuya odiaba escuchar.

"— ¡Deja de decirme así! Pero. . . ¡Está bien!" — Se sentía presionado, sabía que algo estaba mal, estaban en el bosque buscando a alguien que no conocían. . . Y. . .

"— ¡Entonces vamos!" — Habló divertido, tratando de animar a Chuuya. "— Prometo no soltar tu mano."

"— No me sueltes nunca."

"— Lo prometo." — Esbozó esa sonrisa tan tierna, que solo Chuuya conocía.

Y así, continuaron adentrándose en ese bosque tan espeso, tan oscuro. Donde ya empezaba a anochecer y. . .

Oh, cuanto de arrepentía Dazai de ese día, cuanto lloraba cada vez que le pedían que dijera lo que había sucedido o visto.

.

.

.

Verlaine abrazaba a Dazai fuertemente, rogándole entre lágrimas que dijera donde estaba Chuuya, mientras algunos policías trataban de alejar a Verlaine. Estaban investigando en bosque después de que encuentren a Dazai en el el bosque, perdido y totalmente impactado.

Pero lo encontraron solo, sin rastro alguno de Chuuya, y Dazai solo repetía "Solté su mano" Mientras se llenaban sus ojos de lágrimas, sin poder llorar realmente, de odiaba a sí mismo cada vez que recordaba lo sucedido.

Y Verlaine se culpaba por haberlos dejado ir solos ese día.

¿Qué sucedió?

Verlaine notó que Chuuya no llegaba, así que se alteró y fue al parque, buscando a Chuuya y Dazai, preocupándose por ver que el parque estaba vacío.

Obviamente reportó eso a la policía, totalmente asustado. Y todos empezaron a buscar por la ciudad, gritando sus nombres a todo pulmón mientras rogaban encontrar a ambos niños al menos con vida.

Fue cuando los policías decidieron buscar en el bosque, aquél que era tan profundo que cualquiera podría perderse. Y. . .

Después de una semana...

En medio del bosque, encontraron a Dazai en el suelo, al lado de un árbol de follaje alto, Dazai lleno de sangre y con tierra en sus ropas. Obviamente estaba asustado, gritaba de forma desgarradora que sus cuerdas vocales estaban desgarradas.

Buscaron en zonas cercanas al pelirrojo, quien no fue hallado los días posteriores. Dazai fue interrogado pero solo se repetía "Solté su mano" entre lágrimas y llanto, gritando se forma dolorosa cada vez que mencionaban a Chuuya.

El pelirrojo nunca fue hallado, ni los días posteriores, ni semanas después. Y se le dio por muerto, ya que no había evidencia alguna de su cuerpo o de alguna pista. ¿Dazai? No decía nada.

Verlaine estaba arrepentido de todo, tal vez si llegaba más temprano. . . Tal vez si hubiera ido con ellos. . . Tal vez si no los hubiera dejado ir. . .

Y Dazai no sabía como culpar al hombre de los ojos violeta, o como decirles que busquen en esa cueva, no sabía cómo decirles algo, sin antes llorar y gritar.

El caso de Nakahara.