𝐏𝗋𖹭ᥣⱺ𝗀ⱺ OO1 ~

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Adam, comandante o/y líder de los exorcistas, primer hombre y blah blah blah... hombre castaño con gran orgullo y egocéntrico, podrías tacharlo como un insensible o idiota que en vez de pensar con la cabeza piensa con el miembro, claro, ¿pero capaz alguna vez pensaste que lo hace ser así?

Las flores de mil colores goteaban en lágrimas y bailaban al ritmo de ellas, aquel día en el edén se sintió como una apuñalada en la espalda, ¿por que alguien tan amable seria quien no tendría misericordia de hacerte llorar y quitarte lo que tanto amabas? Un ser de luz y creatividad no se creería que fuera hostil pero al final, solo puedes confiar en ti, ya no en "colegas" con los cuales compartiste tu corazón y tu forma de ser. No solo las lágrimas eran visibles, el odio y la ira de aquel ser misericordioso le hacía tener, pero al mismo tiempo un toque de abandono y traición se sentía en el aire, sus caprichos habían demasiado lejos, en cierto punto pensaba que era su culpa pero del otro hacia odiar al arcángel Luzbel, este había sido su "mejor compañía" antes que aquella rubia de ondulados dorados cabellos.

Tras años, décadas o milenios, Adam jamás olvidaría ese día por más que lo quisiera, era algo que lo mataba internamente, por ello le daba felicidad ver morir a cada uno de esos pecadores, no le importaba quien fuera, manchar sus manos como desahogo pensando que era aquel arcángel de alguna forma retorcida lo calmaba y reconfortaba. Adam era el tipo de hombre que odiaba mostrar sus sentimientos por que cuando lo hacía este era apuñalado, si las tres veces (contando a Luzbel) no fueron suficientes como para que le quede claro que su corazón no lo merecía ni la persona más gentil, entonces nadie podría conocerlo a fondo, no, solo el mismo.

Pero ahora... El estaba muriendo, de la forma más agonizante, todo lo que hizo fue en vano, ahora se volvería polvo de estrellas o simplemente a la nada, el vacío, como el vacío que siempre tuvo toda su vida después del edén, se supone que esta debería ser su victoria, entonces... ¿por que el estaba muriendo? ¿por qué el era el villano ahora? El solo quería devolverle el sentimiento causado al Ex-arcángel pero parece que era más débil de lo que pensaba, tan solo quería sentir el dulce sabor de la victoria pero lo que consiguió fue un amargo final y lento, ¿como llego a esto? ¡el era el héroe no el villano! ¿por que acaso todo le salía mal? Se supone que todo esto es gracias a el, ¿por que tenía que terminar así? ¡¿POR QUE-?!

Una respiración ronca se hacía en los pulmones del primer hombre, en sus últimos momentos de vida, jamás pensó en reflexionar sobre su vida o la misma vida en sí, sabía que si volvía a cerrar los ojos sería su fin, estaba tan adolorido y agonizando entre aquel suelo de tierra y polvo que había creado con sus propias manos, Adam sólo escucho unos pasos cerca suyo, pero cada vez su vista era más nublada y no podía saber quién era, aquel extraño individuo tomó asiento a lado suyo y ahora Adam era cubierto con alguna especie de chaleco, Adam no podía ver quien era el extraño, el extraño que se había quedado ahí para llorarle o cualquier cosa pero de alguna manera sintió por fin paz y tranquilidad, esa tranquilidad que extrañaba del Edén era como volver a los tiempos felices, tal vez solo necesitaba a ese alguien que se quedara a su lado mientras partía para no volver.

Un último respiro se hizo presente y los ojos del castaño se hundían en un profundo y oscuro pozo, sentía como si estuviera cayendo desde muy alto ¿así se sentía la nada? Tan solo... ¿Caer?

Un golpe duro lo hizo abrir los ojos, y no era irónicamente, era literalmente.

El cuerpo de Adam volvía a sentir dolor, comenzó a abrir los ojos, no veía un blanco luminoso del que estaba acostumbrado, era más bien... Un rojo, un rojo vivo, anonadado por esto abrió los ojos por completo para observar ese cielo rojo familiar... ¿otra vez el infierno? ¿que hacia de nuevo en este basurero? Esto lo hacía sentir gran dolor tanto mental como físico ya que había caído en el duro y poroso suelo del infierno, era como si mil agujas estuvieran en su espalda.

Línea Delgada Entre Bien Y MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora