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꧁𒆜 𝐔𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐢𝐞𝐧𝐳𝐨 𒆜꧂

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꧁𒆜 𝐔𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨 𝐜𝐨𝐦𝐢𝐞𝐧𝐳𝐨 𒆜꧂














                                                 Kim Minji era una joven universitaria de veintiún años, con una melena azabache que caía en suaves ondas sobre sus hombros y unos ojos profundos que reflejaban su alma inquisitiva. Su personalidad cálida y amable irradiaba una tranquilidad reconfortante a su alrededor, pero detrás de esa apariencia serena, anhelaba un vínculo más profundo con el mundo que la rodeaba.

Antes de conocer a Luna, su vida transcurría en un constante fluir de rutina y responsabilidades universitarias. Pasaba largas horas en el campus, inmersa en el estudio del diseño gráfico, una pasión que había cultivado desde niña. Entre clases, proyectos y encuentros con compañeros de clase, apenas encontraba tiempo para sí misma, dejando las noches largas y silenciosas para reflexionar sobre su vida y sus aspiraciones.

A pesar de su dedicación a sus estudios, Kim anhelaba una conexión más profunda con el mundo que la rodeaba. A menudo se encontraba perdida en sus propios pensamientos, buscando respuestas a preguntas que ni siquiera sabía cómo formular. La soledad se había convertido en su compañera constante, llenando su apartamento con un silencio que a veces resultaba abrumador.

Fue en una tarde soleada de otoño cuando todo cambió. Decidida a romper con la monotonía de su rutina diaria, Kim decidió dar un paseo por el vecindario cercano al campus. Mientras caminaba por las pintorescas calles bordeadas de árboles dorados, se topó con un pequeño refugio para animales que organizaba una jornada de adopción.

La escena era conmovedora: voluntarios y trabajadores del refugio se esforzaban por encontrar hogares amorosos para los animales rescatados, cuyas miradas suplicantes buscaban desesperadamente un nuevo comienzo. Entre los gatos y perros que esperaban ansiosos, uno en particular llamó la atención de Kim: una gatita pelirroja con un patrón de rayas único y una mirada cautivadora.

La joven gatita estaba acurrucada en una esquina, observando con curiosidad y cautela a los visitantes del refugio. Kim se sintió instantáneamente atraída por ella, como si fuera destinada a ser su compañera. La melancolía en los ojos de la gatita resonó profundamente en el corazón de Kim, despertando un deseo irrefrenable de ofrecerle un hogar lleno de amor y cuidado.

Sin dudarlo, se acercó al recinto donde estaba la gatita y preguntó sobre ella. Los voluntarios del refugio le contaron sobre el pasado de la gatita y cómo había sido rescatada de las calles de la ciudad. Aunque inicialmente tímida, la gatita había demostrado ser dulce y cariñosa con aquellos que la trataban con amor y cuidado.

Kim supo en ese momento que la gatita era exactamente lo que había estado buscando. Con un latido acelerado del corazón y una sonrisa en los labios, tomó la decisión de adoptarla, llevándola a casa en una caja de transporte con el corazón lleno de esperanza y emoción por el nuevo capítulo que estaba a punto de comenzar en su vida universitaria.

Un amor gatunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora