2

78 22 0
                                    

꧁𒆜 𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐧𝐨𝐬 𝐞𝐧𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐦𝐨𝐬 𒆜꧂












                                   En las profundidades de la antigua ciudad, donde las calles estaban envueltas en sombras y los callejones susurraban secretos olvidados por el tiempo, vivía una joven llamada Haerin. Con cabello del color del fuego y ojos tan profundos como el océano, Haerin llevaba consigo una carga que pesaba más que cualquier tesoro: una maldición que la había atormentado durante años.

Desde que tenía memoria, Haerin había sido víctima de una extraña maldición que la condenaba a una existencia solitaria y marcada por la dualidad. Durante el día, era una gata pelirroja de belleza extraordinaria, con un pelaje suave y unos ojos enigmáticos que reflejaban la tristeza de su alma atrapada. Pero cuando la luna se alzaba en el cielo y las estrellas tejían su manto de luz plateada, Haerin se transformaba en una joven con aspecto humano, aunque su esencia seguía siendo la misma.

La maldición había sido lanzada sobre ella por una antigua hechicera, cuyo corazón endurecido por la amargura y el rencor había condenado a Haerin a una vida de soledad y sufrimiento. Según la leyenda, la única forma de romper el hechizo era encontrar el amor verdadero y sincero, un amor que trascendiera las barreras impuestas por la maldición y sanara las heridas de su alma.

Durante años, Haerin había vagado por las calles de la ciudad, ocultando su verdadera naturaleza y buscando desesperadamente el amor que la liberaría de su destino sombrío. Sin embargo, cada intento terminaba en fracaso, dejando a Haerin más desesperada y desesperanzada que antes.

Fue en una noche oscura y tormentosa cuando el destino intervino en su vida de una manera inesperada.Mientras las gotas de lluvia golpeaban implacablemente el suelo, Haerin se refugiaba bajo el alero de un edificio abandonado, buscando protección contra la tormenta que azotaba la ciudad. Sus pasos resonaban en el silencio de la noche mientras deambulaba por las desiertas calles, su mente atormentada por los recuerdos de su oscuro pasado y la maldición que la perseguía sin descanso.

Fue entonces cuando un destello de luz y esperanza rompió la oscuridad que la envolvía. A lo lejos, divisó un letrero iluminado que anunciaba un refugio de animales, una pequeña luz en medio de la tormenta que la llamaba con una promesa de refugio y compañía.

Con el corazón lleno de incertidumbre y esperanza, Haerin se dirigió hacia el refugio, su alma temblorosa anhelando el consuelo y la calidez que sabía que encontraría dentro de sus muros. Al entrar, fue recibida por una joven de cabello castaño y ojos llenos de compasión, cuya presencia irradiaba una calidez reconfortante que disipaba las sombras que acechaban en su interior.

Aunque al principio Haerin trató de mantenerse alejada, temerosa de revelar su verdadera naturaleza y la carga que llevaba consigo, la joven se mantuvo firme en su determinación de ayudarla. Con el tiempo, Haerin comenzó a confiar en ella, compartiendo los secretos que había guardado en lo más profundo de su ser durante tanto tiempo. Ese día, cuando Minji se enamoró de aquella felina pelirroja, no tardó en adentrarse al refugio de animales donde la conoció. Allí, se encontró con la encantadora Lee, la dueña del lugar.

—¡Hola! —saludó Minji con una sonrisa nerviosa mientras acariciaba a la gata que tenía en brazos.

—¡Hola! ¿En qué puedo ayudarte? —respondió Lee con amabilidad, notando el brillo en los ojos de Minji.

Minji le contó sus intenciones de adoptar a la pequeña felina, y la sonrisa de Lee se agrandó con dulzura.

—¡Claro! Estoy segura de que ella estará en buenas manos contigo. Vamos a hacer los papeleos necesarios para formalizar la adopción.

Una vez finalizados los trámites, Minji cargó con cuidado a la gata en sus brazos, sintiendo la emoción palpitar en su pecho.

—Gracias por todo, Lee. Prometo cuidarla y amarla como se merece.

Lee asintió con una sonrisa.

—Estoy segura de que serás una excelente madre para ella. ¡Que tengas un buen día y disfruten juntas en su nuevo hogar!

Minji se despidió con gratitud y emoción, llevando consigo a su nueva compañera hacia su departamento, donde comenzarían juntas una nueva vida llena de amor y aventuras.


Un amor gatunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora