Cap 2 :

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- Que mier.-

Noah quedo paralizado, claro quien creeria que su nuevo objetivo era un maldito loco magnate que era perseguido por su malísima reputación, algunos decían que este asesino a su propia familia.

- Te odio.- escupió palabras estrapitosas hacia su compañero, entre ellos no se conocían bien ya que era una norma no conocerse hasta el punto de hacerse amigos.

Noah tuvo que tranquilizarse y volver a su papel que de habia interpuesto, ya en el último piso de aquel gigante edificio toco una puerta, bonita, pero muy extravagante para su gusto.

- Adelante.- una voz ronca llamo desde dentro de la oficina.

- Buenos días señor Miller.- Noah se dirigio hacia el de forma respetuosa haciendo una reverencia hacia el dicho Alfa.

- Mmm...- asintió de manera fria.

- Eh... si y, ¿que es lo que requiero para obtener el puesto?- se sentía incómodo con la presencia del Alfa, aunque no sabia porque le daban ganas de salir corriendo, no era algo que sucedía continuamente. - ¿O solo no lo obtendre?

El Alfa dejo los papeles que tenía en mano sobre la mesa y observó de pies a cabeza al joven que se encontraba parado en frente de la puerta notando su sonrisa levemente incomoda.

- Esta bien, no haremos mucho, te ves bien y según los papeles que me enviaron tienes buenas referencias, ¿no es cierto joven Smith?- subió la mirada dirigiéndose hacia el susodicho mientras hacia la pregunta.

- Si, tengo bastante experiencia en lo que es secretaría- Noah se encontraba enojado muy, pero muy enojado, no sabia como rayos esos papeles llegaron, pero lo que era seguro era quien iba a morir.

- Bien, desde mañana empiezas. Supongo que no te interpones o ¿no puedes por ser omega?-

- ¿De que esta hablando?- una mirada de enojo y una sonrisa forzada se formo en su rostro.

"Acaso cree que por ser omega no puedo cumplir? Este hijo de perra"  Noah era un omega que odiaba a las personas que discriminaban por su casta no era del tipo omaga sumiso que esperaba ser rescatado por un Alfa, aprendio de las horribles experiencias vividas durante su vida, ese cambio de humor fue notado por el Alfa que sonrio satisfactoriamente.

- Ja, de nada, hasta mañana, puedes retirarte.-  

- Bien, gracias.

Noah salio de la oficina apretando sus puños, aquel maldito Alfa habia había logrado sacarlo de sus cabales, cosa que nadie durante su corta vida había logrado.

* Al día siguiente *

- Buenos días madre~.-

- Oh mi niño, hace tiempo que no te veía en traje.-

- Ja ja ja, esque son los requisitos mami. -

- Que raro, antes ibas de manera diferente. - comento su hermana ladeando su cabeza.

- Ahh esque cambie de jefe y ahora es mas renegon. -

- ¿¡Que!? Entonces hermano ya no vayas quedate yo pronto terminare y podre ayudarte. - dijo la joven levantandose de su asiento.

- No Sara, tu tienes que vivir todavía, y no es para tanto. -

- Bien desayunare y me ire. -

Noah no se sentía con animos de ir a trabajar pero necesitaban el dinero, y la paga no estaba mal, quiza con eso podría terminar el tratamiento de su querida madre. Si bien nunca hubiera querido trabajar en ese tipo de cosas no le quedaba de otra forma.

Sabor agridulce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora