Gold Rush | Gunrae | ZB1

New Year's Eve

La cuenta regresiva ha comenzado.

La gran multitud seguía empujando a Taerae. Times Square en la víspera de Año Nuevo parecía no dar abasto. Incluso el oscuro cielo estaba iluminado por las brillantes pantallas. Taerae miró a su alrededor molesto, la persona que lo había empujado hasta este lugar no estaba por ninguna parte. Parecía que había sido empujado por la multitud hacia alguna otra dirección.

Quien lo había llevado hasta Times Square en New York hoy, era el hijo caprichoso de un socio empresarial, que, además, era un omega. Desde la primera vez que vio a Taerae dijo que se había enamorado. Taerae compartió tres días con él, ya que debía terminar con el contrato sin inconvenientes.

Seguramente la razón por la que mencionó el evento de Año Nuevo fue porque quería que pasaran la noche juntos, parece creer que es algo romántico, pero, para Taerae, la palabra romántico no tenía sentido, no había razón para alegrarse. Aun así, sus pensamientos no son lo que importaba en ese momento, lo que importaba era el resultado de la negociación.

Con eso en mente, Taerae no tenía intenciones de darle importancia a sus pensamientos inútiles, Taerae lo obedecería dócilmente. Tal vez, luego de que termine el Ball Drop, el evento principal de Times Square, tenga suerte de ir hacia el hotel de la empresa afiliada.

Es una historia que se repetía.

Taerae se encontraba aún lejos de Times Square, por el aglomeramiento de gente.

Fue una estupidez acordar verlo aquí.

Ya es suficiente de esta situación.

Decidió salir de allí e ir hacia el hotel primero.

10...

Un pequeño grito se escuchó a lo lejos. Los gritos se acumularon mezclándose en el aire con el olor a marihuana y cerveza.

9, 8...

Alguien que pasaba golpeó su hombro.

-Disculpa, ¿estás bien?

7, 6...

Sus hombros fueron sostenidos suavemente, Taerae levantó la cabeza hacía la voz preocupada, alguien lo estaba mirando. Lo primero que vio fue su nariz recta y unos labios bien formados.

5, 4...

-Estoy bien.

Sus ojos se encontraron. En ese momento, las luces se apagaron. Las luces de las calles, comercios, farolas, todo se oscureció.

-Qué suerte.

3, 2...

Todo estaba oscuro, no podía distinguir la cara de la otra persona. Aun así, Taerae estaba seguro de que estaban haciendo contacto visual.

1...

El conteo para anunciar el comienzo del nuevo año resonó ruidosamente. Un silencio momentáneo apareció. La mano que sostenía el hombro de Taerae puso un poco de fuerza en él.

-Feliz año nuevo – Escuchó en un susurro.

- ¿En verdad se besan en Año Nuevo en Estados Unidos?

-Varia según la región, también dicen que es común besar a la persona que tienes enfrente o a un lado.

Recordó el rostro del omega hablando sobre el molesto beso de medianoche, pero él no estaba aquí. En cambio, tenía a un extraño frente a él.

Taerae no se apartó, el otro fue acercándose despacio, desprendía un aroma refrescante; Alfa. Lo imaginaba. Ni siquiera recuerda haber tocado antes a un Alfa, pero ese día no sintió ningún rechazo.

Entonces, sus labios se encontraron.

Mordió sus labios de forma ligera y suave, un leve escalofrió lo recorrió desde sus hombros.

-Ah.

La boca de Taerae se abrió despacio dejando escapar un leve suspiro, como un gemido, la lengua del otro alfa se adentró. Lo que era un beso suave, se convirtió en uno profundo en un instante, su lengua era sorprendentemente hábil. Taerae fue arrastrado por un extraño alfa que nunca antes había conocido, su saliva entrando, sin siquiera darse cuenta de que lo estaba devorando.

Sus hombros fueron presionados con un poco más de fuerza, una sensación de escalofrío recorrió su columna

-Ah-ngh.

Soltó un gemido acumulado y una leve risa resonó desde su boca. Realmente se sintió peligroso. Taerae abrió su boca con un sentimiento de desesperación que nunca había sentido, un poco de saliva escapó resbalándose por sus labios y lo limpio con sus dedos. Entonces el desconocido tomó su mano.

En ese momento, todas las luces comenzaron a encenderse nuevamente, como si se extendiera un halo de luz gigante desde Times Square hasta llegar a Taerae, fue como una ola.

-Tu nombre, ¿me lo dirías?

Taerae reflexionaba mientras observaba sus manos unidas. Ahora la luz se extendía frente a él, no valía la pena decir su nombre. Era gracioso.

De igual forma no volveré a verte.

-Tae

Con eso en mente, Taerae habló, diciendo mitad verdad y mitad mentira. Era un apodo por el cual nadie lo llamaba.

-Tae, mi nombre es Gunwook.

Bajo ese halo de luz, el rostro del hombre se reveló por completo. Cabello negro, diferente a Taerae. Una frente recta, cejas levemente curvas y debajo sus ojos. Taerae se detuvo en los suaves ojos que lo miraban atentamente.

-Si no te importa...

Antes de que el hombre pudiera terminar de hablar, alguien agarro del cuello a Taerae.

-¡Te encontré! ¿Cuánto llevas aquí?

Fue su acompañante, el repentino olor a omega lo hizo sentir incomodo. Taerae no volteó a verlo, en cambio, observo esos labios frente a él que poseían una curva amigable.

-Hasta la próxima.

Dijo el alfa mientras soltaba la mano que sostenía.

-Hasta la próxima.

Dijo Taerae, a alguien que nunca volvería a ver. El hombre rio.

-Gunwook.

Recitó silenciosamente desde la punta de su lengua el nombre. Volvieron a tirar de él.

-¿Vienes?

Una vez más se giró para ver sus ojos. Al instante Taerae se dio la vuelta para deshacerse de ese sentimiento, caminar se sentía pesado, como si hubiera dejado algo atrás, quería volver y mirar hacia atrás. Pero se lo negó a sí mismo y siguió al omega que tenía el ceño fruncido.

No había necesidad de intentar cambiarle el humor, una vez llegado al hotel, tendrían tanto sexo hasta desvanecerlo y lo haría sentir mejor.

Taerae con su cara seria, decidió continuar hasta el amanecer, ese sutil sentimiento de estimulación hizo que volviera a la realidad.

Tranquilo, calmado, sin emociones, solo yo.