Gold Rush | Gunrae | ZB1

Make me mad

Gunwook le dijo que se reunieran a las cuatro de la tarde. Era una hora muy ambigua. No estaba ni cerca del almuerzo, ni de la cena. Fue una hora difícil de entender para Taerae, porque ni siquiera era una hora conveniente para beber un té por la tarde.

En la relación que sostenían, era Taerae quien estaba en deuda con Gunwook, por lo que no tenía la intención de ponerle el peso de buscar un lugar para encontrarse. De todos modos, el lugar tenía que ser privado – si era para lo que Taerae creía que iba a pasar – y por eso él eligió el sitio más adecuado entre sus múltiples casas y hoteles. Y la razón era porque en ese lugar solo habían estado él y su empleada, en más de medio año que llevaba desocupado.

Taerae, que poseía una habitación tipo apartamento en el último piso de una de las propiedades de su madre, se ocupó de sus obligaciones temprano y llegó al hotel a tiempo. Y tal como la ultima vez, Gunwook había llegado primero a la cita. Con una camisa formal y pantalones negros, su apariencia era natural y elegante. Los ojos de la gente estaban fijos en el hombre alto y guapo que estaba de pie en el vestíbulo. Nadie estaba hablando con Gunwook esta vez porque era un lugar más reservado, pero el personal de la recepción no dejaba de mirarlo.

De alguna manera, ese hecho lo hizo sentir molesto. Entonces, Taerae dio cinco pasos con el mismo ritmo pausado para llegar frente a Gunwook. Al sentir su presencia, Gunwook, que estaba leyendo la revista Times mientras esperaba, levanto la visto y lo miró.

-Hola – Dijo con voz risueña. La curva de su boca, que se enrollaba como un hábito, se volvió un poco más pronunciada.

-¿No tuviste inconvenientes para venir?

-No. – Dijo Gunwook mientras cerraba la revista.

Taerae miró la portada de la revista por un momento, y luego se quedó sin habla. Sintió que la garganta se le secaba por una sensación de tensión desconocida.

Gunwook, que caminó directamente hacia Taerae, puso su mano en su cintura. Su brazo se envolvió en su espalda con mucha naturalidad. Sus ojos se fruncieron juguetonamente y luego, sus labios tocaron los oídos de Taerae.

-Entonces, ¿nos vamos?

Taerae, que estaba a punto de ser besado, asintió levemente. La tensión y un extraño estremecimiento similar al de aquellas épocas en que se avecinaba un importante contrato, le hicieron cosquillas en el estómago. Taerae caminó hacia el ascensor con una expresión en blanco. Hubo un breve silencio, y cuando Gunwook intentó abrir la boca de nuevo, la puerta del ascensor se abrió.

Pero desafortunadamente, cuando la puerta se abrió, se encontraron con un rostro conocido. Era Sung Hanbin. Como Hanbin era quien dirigía el negocio hotelero de la familia Sung, era normal encontrarse con él en un lugar como ese.

"Tenía que ser justo hoy"

-¿Taerae?

Hanbin miró a Taerae, ligeramente impresionado. Entonces, su mirada se dirigió naturalmente hacia Gunwook. La atmósfera se sentía pesada. Era el tipo de quietud que solía fluir cuando varios alfas se reunían en un solo lugar.

-...Hanbin.

-¿Qué estás haciendo aquí después de cancelar nuestra reunión de hoy?

Ante eso, Gunwook miró a Taerae por un momento. Entonces, Taerae respondió casualmente sin cambiar su expresión.

-Es un asunto personal.

Gunwook se rió un poco de eso. Y luego, se acercó a Hanbin. – Hola, mi nombre es Park Gunwook.

Hanbin, quien le estrechó la mano, también se presentó. Sus manos se tocaron y apartaron rápidamente.

-Soy Sung Hanbin.