La profecia de Hades........un amor mas alla del infierno

Escapadas y explicaciones................Recibiendo visitas inesperadas.

El tiempo corre mi señor y muy pronto el estará a su lado y entonces nadie los podrá separar - dijo una voz femenina, después de eso desaparecieron las cuatro sombras.

Continuara............

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La mañana llego, ya todos se encontraban despiertos en la mansión Kido, ahora casi todos se encontraban en el comedor, a excepción del menor de ellos.

¡¿Que se piensa ese mocoso?!, si eso es lo que quiere, eso es lo que va a tener, maldito pony estúpido - dijo el Phoenix con coraje y desquitándose con su plato de comida.

Por su parte el pequeño Pegaso, no es que no hubiera querido bajar a desayunar, por Zeus era Seiya de Pegaso el caballero con más apetito, pero simplemente no había podido, se sentía muy muy débil, que solo haciendo esfuerzo se levantó y se dirigió al baño para poder asearse, pero el cansancio lo venció y se volvió a recostar según el para descansar un poco pero antes de saberlo volvió a quedarse dormido.

Para su alegría durante el transcurso de ese día recupero sus fuerzas, no completamente, pero si las suficientes para moverse con agilidad y poder entrenar un poco, pero sobre todo para poder ir hasta el parque, quería, necesitaba verle de nuevo, sentir ese calor que le brindaba, sabía que estaba mal por aferrarse a alguien que tenía horas de haber conocido, pero no pudo evitarlo, después de tanto tiempo de que alguien lo tratara como un ser humano decente, de que lo escuchara y no lo insultara por ser el.

La noche llego y el menor salió a escondidas de la mansión, pues de antemano sabía que en esta ocasión ni siquiera Tatsumi lo dejaría salir de la casona, así que con sigilo y tratando de hacer el menor ruido posible, bajo las escaleras para ver que, Shun, Hyoga e Ikki estaban sentados en la sala mirando el televisor, mientras que el dragón y su diosa se encontraban en el estudio, siguió su camino lo más silenciosamente que pudo y cuando pensó que ya estaba seguro y fuera de la vista de los demás, comenzó a correr a todo lo que daban sus piernas rumbo al parque.

Al llegar a dicho lugar se percató, de que como el día anterior el paisaje no mostraba ni un alma, más que la de él, aunque como antenoche poco le importo y sin titubear se dirigió al centro del lugar, en esta ocasión se fijó en su camino no notando mucha diferencia entre los árboles, si se hubiera detenido a examinarlos bien se hubiera dado cuenta que se repetían y que las hojas de estos no se mecían con el viento, pero el joven tenía otras cosas en mente por lo que corrió y sonrió feliz al ver que aquel extraño había cumplido su promesa y estaba ahí parado junto al lago esperándole.

Camino más lento hasta llegar donde él.

¡Hola! - dijo el extraño que llevaba lo que parecía la misma capa

Ho...hola - dijo el menor algo sonrojado por la carrera y más que nada por la emoción de saber que un extraño era capaz de hacer un sacrificio por el - perdón por hacerte esperar.

Esperaría por toda la eternidad - dijo acariciando las mejillas del menor, quien cerro los ojos para disfrutar más del contacto - mientras supiera que al final te veré llegar.

El morocho se sonrojo y le sonrió con felicidad, mientras el mayor se hizo a un lado y lo invito a sentarse en el pasto, el Pegaso entendió la invitación y gustoso acepto, el encapuchado se situó a su lado y le paso un brazo por los hombros acercándolo más hacia él, sonriendo satisfecho cuando santo de bronce acepto el gesto y recargo su cabeza en el hombro de su acompañante y sin que lo imaginaran así pasaron aquella noche, entre ese cálido abrazo y una charla amena.