Capítulo único

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Cupido volvió a hacer de las suyas. ¡Qué maravillosa es la vida, el amor, la amistad, la felicidad! Dio una última mirada y cuando estaba a punto de alzar el vuelo, el chillido de las ruedas de un auto, el grito de un joven y el tumulto de gente lo detuvieron.

Cupido respiró; definitivamente, esto no pasaría en su día. No permitiría que la muerte se entrometiera en su trabajo. Llevaba bastantes siglos siendo amigo de Jungkook y, claro, respetaba que tuviera que llevarse algunas almas cuando cumplieran su destino, pero sabía que esto no era el destino, sino los caprichos de Jungkook por ver muchas parejas felices en San Valentín. Por supuesto, no permitiría que Jungkook arruinara tan bello momento.

Cuando Jungkook encontró la mirada de Taehyung entre el tumulto de gente, se dio cuenta de que había cometido un grave error. Lo más lógico y astuto que se le ocurrió fue caminar rápido junto al alma que lo acompañaba, pero el tal Min Yoongi no era tan rápido y Taehyung, trágicamente, los atrapó.

- "¡¿Qué crees que estás haciendo?!"- Taehyung realmente estaba furioso. Sus dedos dorados destellaban en cada fuerte movimiento que apuntaba directamente a los pectorales de Jungkook.

- "¿Qué crees que estoy haciendo? Estoy cumpliendo con mi trabajo"- Jungkook sabía que esa simple respuesta no dejaría satisfecho a Taehyung, pero al menos le daría el tiempo suficiente para pensar en alguna otra excusa. Entonces, Taehyung le dio esa mirada y Jungkook estaba perdido.

Esa mirada que le daba cuando quería que la muerte cumpliera algún caprichito. Como esa vez que mató al esposo abusivo de una jovencita. Jungkook había pensado en algo más "normal", como un ataque al corazón, pero Cupido (tan sádico como siempre) dijo que un infarto era casi un regalo para un ser tan despreciable, así que un tren era lo más lógico.

- "Jungkook, no puedes llevártelo. No ves que por fin ha declarado su amor al humano Kim Seokjin. Me niego a que arruines tan lindo momento. Por favor, por favor, por favor, no te lo lleves, Jungkook" - Cupido realmente le estaba rogando a la muerte.

- "Taehyung, quita esos ojos de cachorro" - Eso había sido duro de decir- cSabes que tengo que cumplir con mi cuota y llevarme a alguien"

Jungkook tenía que ser fuerte; él estaba cumpliendo con su trabajo. Ni siquiera Taehyung podía impedírselo. Pero entonces no pudo quitar los ojos de esa mirada y empezó a pensar que realmente no era tan necesario llevarse a Min Yoongi; tal vez ese día podría hacer una excepción, tal vez el abuelo del piso 14 necesitaba un descanso.

- "Por favor, Jungkook, te lo ruego. De ti depende que ese joven que ves ahí" - apuntando sus brillosos dedos al humano Kim Seokjin - "No muera de un corazón roto"

-"Taehyung, yo soy la muerte y puedo decir que no dejaré que ese tal Kim Seokjin muera de un corazón roto"

- "Jungkook, ni siquiera tú podrías impedir eso. Los humanos son tan impredecibles que un día ese humano no podrá resistir la pérdida de su amado y huirá del mundo terrenal como la única respuesta para terminar con tal dolor"

Y claro que Taehyung tenía razón. Jungkook podría dar el empujoncito para morir, así como lo hizo con ese viejo en el tren, pero no tenía todo el derecho de decidir. Sabía que podría mantener vivo a ese tal Kim Seokjin por un tiempo, pero en algún momento, cuando menos se lo espere, el humano dejaría el mundo terrenal y en la elección final, cuando Jungkook le preguntara a su alma y corazón si le gustaria seguir viviendo, estaba seguro de que la respuesta sería no.

- "Pero Taehyung, ese tal Min Yoongi dijo que sí. Claramente no debe amar mucho a ese otro humano" - la muerte claramente estaba equivocada-"Su alma y corazón brillaron al mismo tiempo cuando le pregunté si quería morir"- Cupido dio un pequeño suspiro y una mirada de ternura apareció.

Fri(end)s, just for nowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora