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Un numeroso grupo de piratas enojados y llenos de brillantina púrpura corrían buscando al causante de que sus ojos brillaran, literalmente

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Un numeroso grupo de piratas enojados y llenos de brillantina púrpura corrían buscando al causante de que sus ojos brillaran, literalmente.

Deuce se burlaba escandalosamente, sabía que su querido amigo estaba tramando algo desde que lo encontró riendo maniaticamente en una esquina oscura del comedor.

Mientras que el chico, que prácticamente era un niño travieso, se escondió antes de que se desatara la tormenta, se escondía debajo de la cama de Thatch porque sabía que no lo buscarían ahí.

Marco, por su parte, sufría un dolor de cabeza ante las bromas de su hermano menor, aunque varios de los afectados parecían divertidos la mayoría estaban más que molestos, asi que estaba recibiendo las quejas sobre controlarlo al ser el único que no se dejaba llevar por sus ojos de cachorro.

Estaba a un lado de Oyaji, el cual bebía divertido por la desgracia de sus hijos, no le era muy difícil saber dónde estaba Ace gracias al uso del Haki, pero no lo delataria, no hasta que las ganas de asesinarlo se pasen.

Mientras la mayor parte de la tripulación estaba distraída un grito desde el nido de cuervos hizo que padre e hijo pusieran atención- ¡Barco a la vista!

Marco convirtió sus brazos en alas y con un impulso fue directo al hombre que gritó- ¿Es de la marine?

—No, es Akagami. Se está acercando.

Observó solo unos segundos el barco contrario, preguntándose internamente que es lo que quiere ahora. Bajo para advertir a los que estuvieran disponibles y libres de brillantina.

—¡Se acerca Akagami, los débiles y los afectados entren al barco, los demás estén atentos!

Sus órdenes se cumplieron con rapidez, mientras él volvía a un lado de Oyaji. El Red Force no tardó en estar al lado del Moby Dick y pronto el Yonkou más joven se encontraba caminando hacia el capitán.

Pero había algo diferente, a comparación de las otras veces que los había visitado donde mantenía sus ojos fijos en Oyaji, ahora se encontraba distraído mirando alrededor, al perecer buscando a alguien. Esta actitud pareció molestar a su padre, así que Marcó fingió toser para llamar su atención y evitar una pelea. Cuando este los miro Shirohige hablo.

—¿Que es lo que quieres, Akagami?

—Lo siento, no vengo a hablar con ustedes —Continuó su búsqueda hasta que sus ojos se conectaron con los de un joven de cabellos celestes que no tardó en reconocer— ¡Deuce!

Muchos o talvez todos se sorprendieron al saber que un Younkou conocía a Deuce, pero antes de que el mismo pudiera hablar con él Shirogihe interrumpió.

—¡Akagami! ¿Que es lo que buscas de mi hijo?

—Solo quiero que busque a Ace —Su sonrisa pareció molestar a su padre así que Marco volvió a intervenir.

Criando otro LuffyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora