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Hola, mi nombre es William pero prefiero que me digan Bill, tengo diecinueve años y...me gustan las estrellas y el color negro(? No sé, nunca he sido bueno con las presentaciones o cosas por el estilo.

Se supone que debo contarles mi historia, pero no se como empezar, supongo que lo normal es que les cuente el inicio pero...no hay uno como tal. En fin, ¿Quieren que les cuente cómo conocí a mi novio? nuestra historia es linda, o eso creo. Da igual, de todas formas voy a contárselas (No completa pero si lo más importante).

Para comenzar necesitamos remontarnos unos años atrás, al primero de septiembre del dosmil seis.

Me encontraba  "celebrando" mi cumpleaños número diecisiete en un McDonald's del centro comercial, creo que nunca había tenido un cumpleaños tan deprimente como este. Estaba totalmente solo sentado en una de las mesas del fondo, gastando parte de mi sueldo de la tienda de discos en cajitas felices, porciones de patatas fritas y otras cosas que me gustaban del menú.

Mientras me hundía en mi miseria, cuestionandome todas mis decisiones de vida hasta ese momento, un chico de rastas se acerco a mi mesa.

— ¿Puedo sentarme aquí? — preguntó, llevaba una bandeja con un big mac y un vaso de soda.

Levante la vista para fijarme si no habían más mesas disponibles en el local y para mi sorpresa efectivamente, no habían más mesas vacías.

— Seguro — respondí, volviendo a juguetear con las figuritas de Hello Kitty de la cajita feliz.

Le vi tomar asiento frente a mi y empezar a comer en silencio. Desearía haber traido mi reproductor de cd, al menos estaría escuchando Nena en estos momentos.

— ¿Qué haces aquí solo? — preguntó de repente, ¿En que momento había dejado de comer? — Parece demasiada comida para una sola persona — señalo mi bandeja.

Despegue la vista de las figuritas para mirarlo a él, se veía interesado en saber de mi y algo en su tono amable me hizo sentirme lo suficientemente cómodo como para abrirme un poquito a conversar con él, solo un poquito.

— Es mi cumpleaños — respondí encogiendome de hombros, como intentando restarle importancia al asunto y volviendo a observar las figuritas.

Que lindas son las Kittys que me tocaron.

— Oh... Feliz cumpleaños entonces — le oí decir un tanto incómodo, no lo juzgo, cualquiera lo estaría.

— Gracias, supongo — le regale una pequeña sonrisa para que no se sintiera tan mal, quizás debería apurarme en comer lo que me quedaba y regresar a casa o dar una vuelta y comprarme algo que me gustase.

— ¿Cómo te llamas? —

¿Qué acaso no pensaba irse? Nunca había visto a alguien demorar tanto en comerse una hamburguesa.

— Bill — respondí.

— Soy Tom, encantado de conocerte Bill — respondió él.

Si, seguro.

— Igualmente, Tom — agarre el vaso de helado que tenía en frente y empecé a comérmelo con ayuda de la cucharilla, fue una indirecta para que dejará de hablarme, pero al parecer no funciono.

— Veo que te gusta Hello Kitty — dijo divertido.

Cuando levante la vista me di cuenta que él ya había terminado, eso significaba que se estaba quedando a hablar conmigo..

El simple pensamiento de que se estaba quedando más tiempo por mi hizo que mis mejillas se tiñeran de rosa, como cuando estaba en un lugar donde hacía algo de calor.

uhum, m-me gusta sanrio en general — conteste con un leve tartamudeo, Tom me había puesto nervioso (De la buena forma).

Tom sonrió con complicidad ante mi respuesta y asintió.

—Sanrio tiene algunas cosas realmente adorables —dijo, inclinándose un poco hacia adelante como si estuviéramos compartiendo un secreto.

No pude evitar devolverle la sonrisa, sintiéndome un poco más relajado en su presencia. Hablar con Tom era fácil, como si nos conociéramos de toda la vida.

—Sí, definitivamente. Son tan lindas que no puedo resistirme —respondí, sintiendo que la conversación fluía de manera natural.

Tom asintió con entusiasmo y luego miró su reloj de pulsera.

No todo lo bueno dura para siempre.

—Bueno, Bill, fue genial conocerte, pero debo irme. Tengo algunas cosas que hacer —dijo, levantándose de su asiento.

Mi corazón se hundió un poco ante la idea de que se iba, pero traté de ocultar mi decepción con una sonrisa.

—Está bien, Tom. Fue genial hablar contigo —respondí, tratando de sonar lo más casual posible.

A la cuenta de tres me pongo a llorar.

Tom me miró por un momento, como si estuviera pensando en algo, y luego sonrió.

—¿Podemos intercambiar números? Me gustaría seguir hablando contigo —preguntó, sacando su teléfono celular.

Mi corazón dio un vuelco de emoción ante su propuesta.

—¡Claro! —respondí rápidamente, sonando quizás un poco más emocionado de lo que quería, saqué mi celular de uno de mis bolsillos y se lo tendí para que guardase su número y él hizo lo mismo con el suyo.

Y así, mientras Tom se alejaba del McDonald's, sentí un hormigueo de anticipación en el estómago. Por primera vez en mucho tiempo, tenía algo que esperar con ilusión: seguir hablando con Tom. Y eso, de alguna manera, hizo que mi solitario cumpleaños en un McDonald's fuera un poco menos deprimente y mucho más memorable.

"— ¿Así que te molestaba mi presencia? —"

Entiendeme, estaba teniendo un día de mierda y lo que menos quería era entablar conversación con un extraño en McDonald's.

"— Ajá —"

Vamos Tom! No puedes enojarte por algo que paso hace tres años.

"— Si, si puedo. Pero quizás no me enoje si me das un beso —"

Tramposo.

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Si vas sola pa la disco ya sabe que hacer. Poncea dale poncea. Que la noche es larga y tu te aguantas dos o tres. Poncea dale poncea

Si tu eres bellaca, flaca suelta te quiero ver. Poncea dale poncea

- Poncea ZK & Crac MC

Ola, he vuelto con un short fic de cuatro caps para que no se queden como los que leen Limón que siguen esperando actualización (ya voy, no me linchen)

No sé q más decir, revivan a los pokemones (tribu urbana chilena de mediados-finales de los 2000s)

Espero que les guste esta historia, creo que esta es la única nota (larga) que voy a dejar. No se olviden de votar y cometar en cada cap que me gusta leerlos.

Nos vemos!

ANOTHER LOVE STORYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora