Las creaciones del conde Dracula

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PREAMBULO: El matrimonio y la descendencia

Narrador: En las zonas recónditas de Bogotá, una prometedora pareja, conformada por Elena y Jonathan Harker, se encuentran en una discusión fuerte que pone en inestabilidad su relación, pues, Elena, después de 3 años de noviazgo y 6 años de matrimonio con Jonathan ha pedido en múltiples ocasiones un hijo a su pareja, a pesar de los múltiples intentos no logra quedar embarazada, su preocupación en no tener una descendencia cada vez se hace más fuerte, aunque a su vez, no imagina algo así si no es con su pareja de tanto tiempo.

Elena: Jonathan, ya no podemos seguir ignorando esta situación. Llevo años esperando y no podemos tener un hijo. ¿Qué está pasando?

Jonathan: Lo sé, Elena. Lo he intentado todo, pero parece que no podemos concebir. No entiendo qué está mal.

Elena: No puedo evitar sentir que algo está mal conmigo. ¿Y si soy yo la que tiene un problema?

Jonathan: No digas eso, amor. No importa qué pase, siempre estaremos juntos.

Elena: Pero Jonathan, siempre soñé con formar una familia contigo. No puedo evitar sentirme incompleta.

Jonathan: Lo sé, cariño. Yo también quiero tener un hijo contigo más que nada en este mundo. Pero no sé qué más podemos hacer.

Elena: (con lágrimas en los ojos) No quiero perder nuestra relación por esto, Jonathan. Pero necesito respuestas.

Tras estudios médicos ve que el problema no radica en su pareja como se pensó en un inicio, pues los espermatozoides de Jonathan eran tan fértiles como una semilla de frijol, el dilema radicaba en su vientre, el vientre de Elena era incapaz de procrear una descendencia por un problema de desarrollo genético que llevaba desde niña sin saberlo.

Su crianza y su forma de pensar hacia que fuera impensable la opción de adoptar un niño, pues a pesar de criarlo junto a Jonathan, no tendría el apego completo que podría tener con un hijo netamente suyo, por otro lado, era impensable hacer que su esposo procreara un bebe con otra mujer para criarlo juntos, sería algo que destrozaría todo lo que han construido como relación durante años.

Solo quedaba otra opción, el cual su esposo no estaba de acuerdo, pero era la única salida que ella veía, en la montaña mas alta de bogota, hay una mansión cual castillo, donde la gente dice, habita un científico que ha sido capaz de revolucionar la medicina y la ciencia.

Elena: Jonathan, ¡no puedes seguir negándote! Este científico puede ser nuestra última esperanza para tener un hijo. No podemos dejar pasar esta oportunidad.

Jonathan: Pero Elena, ¿realmente crees que podemos confiar en alguien así? ¿No has escuchado los rumores sobre él? Se dice que es un vampiro milenario, que manipula la vida y la muerte a su antojo.

Elena: ¡No me importan los rumores! Solo sé que él ha logrado cosas increíbles, cosas que los médicos convencionales no pueden hacer. No podemos darnos el lujo de ignorar esa posibilidad.

Jonathan: Pero ¿y si algo sale mal? ¿Y si este científico nos hace más daño que bien? No puedo arriesgarme a perder lo que tenemos, Elena. No puedo.

Elena: (con lágrimas en los ojos) Jonathan, te lo ruego. No puedo vivir con la idea de nunca tener un hijo. Esta es nuestra única opción.

Jonathan: (suspirando) Está bien, Elena. Lo haremos. Pero prométeme que, si algo sale mal, nos iremos inmediatamente. No puedo permitir que te pongas en peligro.

La oscuridad de los sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora