Tentaciones Pokémon

capitulo II: mejores amigos pero quiero ser algo más

Después de ese horrendo fin de semana en donde no solo el cumpleaños de Oliver fue arruinado por su resfriado sino porque también tuvo que ser cuidado por su vecina, Jess, tenía que asistir a clases, y para su desgracia ya se habría curado de su resfriado, por lo que tendría que ir sí o sí a la escuela. Oliver no estaba frustrado, pues cualquier cosa era mejor que quedarse con, Jess, y tener que soportar sus "jueguitos". Oliver estaba feliz de ser libre de aquella lunática, también estaba feliz pues podría ver a su mejor amiga, Hilda, la cual lo acompañaba de ida y de regreso de la escuela en donde hablaban y pasaban el rato.

A lo lejos Oliver vio una Goodra que usaba un suéter marrón, pantalones negros y unos pequeños lentes redondos. Oliver se acercó a ella con alegría y la saludó, pues ella era 'Hilda', su mejor amiga. Ella también lo saludó muy feliz y le dio un pequeño regalo por su cumpleaños, regalo el cual Oliver agradeció. Hilda le había dado un pequeño empaque el cual abrió para descubrir que en su interior había una tarjeta coleccionable de un entrenador Pokémon muy famoso la cual era extremadamente rara, Oliver agradeció por ello pues era de las pocas tarjetas que le faltaban en su colección.

Oliver y Hilda iban caminando hacia sus respectivas escuelas mientras charlaban un poco sobre lo que hicieron el fin de semana. Oliver le contó a Hilda de lo que pasó aquel día con Jess y como ella estaba loca y no le gustaba pasar tiempo con ella, Hilda sabía de eso, pero cuando ella o la madre de Oliver hablaban con ella su forma de ser con Oliver, no se parecía en nada a lo que él decía de ella. Hilda sabía que todo lo que decía Oliver era verdad y que lo más probable era que solo usará esa fachada para que no descubrieran sus verdaderas intenciones con el pequeño. Oliver disfrutaba de sus pequeñas charlas con Hilda, ella también disfrutaba de aquellas charlas con aquella persona especial para ella, pues sí, Hilda estaba enamorada de aquel pequeño. Ella sabía perfectamente que sus sentimientos hacia el pequeño estaban mal, pero no podía evitarlos, Oliver era de de las pocos que la trataban bien (además de sus propios padres), él no la veía como una "enorme bola de grasa" y también la hacia sentir mejor con ella misma. 

Después de caminar un rato ambos se tuvieron que separar para ir cada quien a sus respectivas escuelas. Oliver se iría por su respectiva cuenta y Hilda haría lo mismo, eso hizo que la dragona se desanimara pues realmente era su única amistad y la única persona que le dirigía la palabra que no fuera para preguntarle por la tarea, pero al menos tendría el consuelo de volver a ver a Oliver al final del día. Por otra parte Oliver no era tan diferente de Hilda pues el tampoco tenía amigos debido a su condición especial, Oliver era una persona muy delicada y no me refiero a su personalidad, sino a su condición física.

Era la clase de 'Educación Física' y Oliver estaba sentado en una banca mientras veía a sus demás compañeros jugar y hacer deportes que él jamás podrá hacer en su vida. Él quería estar con ellos, pero no podía por ordenes de su profesora (una zoroark mestiza), pues en el pasado ya había tenido accidentes en los que se terminó fracturando un par de huesos. En el receso tampoco era diferente pues al no tener amigos siempre comía solo sentado en una banca apartada de los demás. Él comía solo viendo a los demás jugar y correr a lo que algo triste dirigió su vista otra parte solo para ver su profesora de Educación Física hablando con su esposo, el cual era su profesor de Matemáticas al cual le susurró algo al oído haciendo que este se sonroje, pero Oliver no le dio importancia y solo siguió comiendo su almuerzo. 

después de unas cuantas clases ya era hora de salir y todos se fueron a sus respectivo hogares. Mientras Oliver caminaba en dirección a la tienda de su madre en el camino se topó con Hilda con la cual empezó a caminar junto a ella como de costumbre mientras hablaban de como les fue hoy en la escuela. Ambos hablaban de cosas triviales, asta que Hilda tocó el tema de su cuerpo y el como para los demás ella era poco o nada atractiva. Realmente para los estándares de su especie ella no resaltaba en nada y para aquellos que no era dragones o otros Goodras ella era nada atractiva a sus ojos, fue entonces cuando le preguntó a Oliver su opinión.  

Hilda: Oliver, ¿t-te puedo preguntar algo? -dijo la dragona con algo de duda sobre lo que le iba a preguntar al pequeño- ¿T-tú crees que soy bonita? 

Oliver: Pues eres hermosa, realmente cualquiera que fuera tu novio tendría mucha suerte y si yo fuera mas grande me gustaría ser tu novio -dijo el pequeño sin saber el impacto que tendrían sus palabras sobre la dragona-.

Oliver se despidió de Hilda para dirigirse a la tienda de su madre mientras que ella estaba metida es sus pensamientos como para despedirse también ella. Aquellas palabras dejaron en shock a Hilda, ¿acaso él también tenía sentimientos hacia ella o malinterpreto sus palabras? eso la dio a la chica esperanzas de que tal vez puedan ser algo. Por otra parte Oliver iba caminando y pensando un poco sobre lo que le dijo a Hilda y que posiblemente malinterpreto lo que dijo, él tenía algunos sentimientos hacia la dragona y no sabía si lo que dijo la hizo sentir mejor, solo esperaba que eso no afectara su amistad con ella. De la nada se vio que ya había llegado a la tienda de su madre y no se dio cuenta por andar tan metido es sus pensamientos, ¿algún día tendría que decirle sobre sus sentimientos a la dragona? solo el tiempo lo dirá y eso será problema para su yo del futuro. 

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Lo sé, lo sé, me tardé mucho y perdón. No pensé que esta historia le interesara a tantas personas y no sé como sentirme al respecto, ¿les gusta el personaje de Hilda? si no les gusta me pueden decirme que le puedo cambiar a su personalidad para que les guste. 

Ya se la saben: comenten, voten, se la lavan y femboy el que se muera :v