Las Sombras del Castillo

Prólogo

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Sutton, Reino Unido

2 de Noviembre de 1962

La noche era fría y solitaria, sin embargo el aire festivo aun se podía sentir ya que halloween había pasado hacía dos días exactamente, y a pesar de que el vecindario se viera mucho más apagado que de día, la mayoría de las casas del vecindario se encontraban decoradas con sus despampanantes luces y figuras temáticas de halloween. El oficial Jones quien no tenía mucho de haberse unido a la policía, se encontraba afuera del orfanato del municipio, el orfanato Belmont, llevaba dificultosamente en brazos a dos niñas pequeñas, una de unos dos años aproximadamente y otra un poco más chica, ambas completmente dormidas . Tocó en el enorme portón con cuidado de no mover demasiado a las niñas y despertarlas en el proceso y unos minutos después este se abrió en una pequeña rendija por donde una señora de edad un poco avanzada se asomó.

— Buenas noches, se que es algo tarde, pero traigo a dos niñas.

La señora observó al oficial unos segundos como si analizara algo y después abrió la puerta de par en par dando paso al oficial— adelante pase— dijo de forma un tanto despectiva mientras se dirigía a una pequeña recepción en busca de algunos papeles y una pluma, la realidad es que a la señora Davies le molestaba que "padres irresponsables" fueran de vez en cuando a ese lugar a dejar a sus hijos como si nada— venga, tiene que llenar unas formas.

— Oh! Lo siento es que yo no tengo parentesco con las niñas, soy el oficial Jones, que tonto debí presentarme antes, estoy de servicio.

— Ah Querido, por un momento pense que... No importa, lo siento. ¿Que ha ocurrido con los padres?— preguntó la señora ya con una actitud más relajada pero curiosa.

— Fue un accidente automovilístico, sus padres fallecieron hace algunas horas, es casi un milagro que ellas sigan con vida, se buscaron familiares... pero parece que no los había.

— Mmm que tragedia, no sabe algo de las niñas que nos pueda servir, como fecha de nacimiento, nombres, algo?

— Ah sí!- sacó unos papeles algo maltratados- aparentemente se estaban mudando o algo parecido, en el auto encontraron esto- el oficial entregó los arrugados papeles a la señora y esta los repaso con la mirada.

— Christine Wayne... 28 de Abril 1960... y Alya Rouse Wayne... 20 de Junio 1961, vaya pobres niñas, tan jóvenes y se han quedado solas; bien esto servirá para hacer sus expedientes, haremos lo que podamos, gracias oficial... mmm aunque abusando un poco de su amabilidad oficial- la señora Davis soltó una risita- cree que haya posibilidad de que me ayude a llevarlas arriba, a sus habitaciones, sirve que se asegura de que va a estar bien.

— Mmmm claro, porque no- el oficial Jones fue guiado entre corredores y escaleras hasta llegar a un grupo de pasillos donde parecia haber varias habitaciones, todas con un pequeño closet en el interior una mesita de noche y dos camas, ya fueran en litera apiladas o, como era en el caso de la hibtación a la que acababan de entrar, en cunas, nada extravagante claro, eran viejas y notabemente de rehuso, el oficial acomodo a cada niña en una cuna, liberando por fin sus ya entumidos brazos- bien, mi trabajo aquí ha terminado, que pase buena noche— dijo el oficial una vez que habian regresado al vestibulo de la entrada, este agacho la cabeza en forma de saludo y salió por la puerta.

La señora Davis, se limito a regresar el saludo con la cabeza y cerro la enorme puerta detras del oficial.