capitulo 10

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Maraton 2/3

Freen

Estaba tratando de respirar esa enfermedad nuevamente me estaba atacando, entre a mi habitación seguida de Tee, quite mi abrigo y mi chaleco desabroche un poco mi camisa y comencé a perder poder en mi cuerpo, Tee trataba de tranquilizarme, me senté en el suelo abrazando mis piernas intentando controlar mi cuerpo, pero era inútil, mi respiración era agitada mi cuerpo estaba frio y temblaba, todo me daba vueltas, mis manos dolían y temblaba a la vez, estaba ahí en mi miseria mientras Tee trataba de ayudarme a distraerme.

Becky- ( entre a su habitación sin permiso, Freen estaba en el suelo temblando y Tee estaba a su lado hablándole, en cuanto Tee me vio se acercó a mí)

Tee- Reyna Rebecca es mejor que se vaya

Becky- que le pasa a mi esposa

Tee- todo está bien retirarse por favor

Becky- No! ( Sentencie, Tee sabía que no podía obligarme a irme así que la quite de mi camino y encontré a Freen, de una manera que jamás imaginé, todo su cuerpo temblaba, su rostro era pálido y su mirada estaba perdida en un punto de la habitación, me arrodille frente a ella y tome sus mejillas y la hice observarme, sus ojos llenos de dolor me vieron, la atraje asía mí y la abrase, ella se aferró a mi cuerpo, su piel estaba fría y su cuerpo se ponía rígido por momentos.) llama al medico ( le grite a Tee)

Freen- no, médico no

Becky- ( se aferró más mí, fue lo único que dijo o que pudo decir, su cuerpo no dejaba de tener eso temblores) que es lo que le sucede le pregunté a Tee

Tee- Reyna Rebecca ella estará bien, solo necesita descansar

Becky- me está verla un médico que no estás viendo cómo está!!

Tee- confié en mi

Becky- ayúdame a acostarla en la cama y quiero que le digas Nam que venga

Tee- si mi señora

Con ayuda de Tee acostamos a Freen en la cama quite sus botas y la metí entre las sábanas me senté a su lado abrazándola, mientras acariciaba su espalda reglamente no sabía qué hacer y tenía miedo de que algo le pasará, Nam vino y le pedí hacer un té de esos relajantes que me hacían, no tardo mucho y lo trajo, le pedí a ambas salir, pero estar alertas por si algo ocurría, ayude a freen a tomar el té y después de eso se acomodó abrazando mi cuerpo, no sé cuánto tiempo paso, pero después de un rato sentí su respiración más tranquila, la observé ella se había quedado dormida, parecía una mujer indefensa aferrada a mí, acaricié su cabello, y me acomode a su lado, quedándome dormida mientras la abrazaba.

Cuando desperté ella no estaba a mi lado, lo cual me asusto, me pare rápidamente y la comencé a buscar en la alcoba, pero no estaba, así que salí a buscarla al gran salón era de noche ya.

Becky- Nam y la Reyna Freen

Nam- ella se fue con Tee y te dejo está carta

Becky- que? Dónde se fue !

Nam- no lo sé solo me entrego esto y me pido que te cuidara

No entendía nada hace unas horas ella estaba casi muriendo o que se yo y ahora ella se había ido dejando una carta, la tomé y la abrí.

Mi hermosa Reyna Rebecca, te agradezco lo que hiciste está tarde por mí, no fue mi deseo que me vieras en ese estado, agradezco tu ayuda y el cómo cuidaste de mí, me voy porque no quiero ser esa carga para ti, estaré kew siendo tratada para ser la esposa y la Reyna perfecta para ti.

Posdata: estos meses estarás en mis pensamientos, volveré para amarte de la manera que te mereces con cariño tu Reyna.

Meses ella hablaba de meses, yo pensé que después de lo de esta tarde ella se abriría a mí, pero no ella se había ido, ahora que debía hacer ir tras ella o respetar su decisión.

Freen

Después de lo sucedido decidí irme en cuanto desperté, estaba abrazada a su cuerpo y ella me protegía con esos hermosos brazos, se suponía que yo debía cuidar de ella, más sin embargo ella había cuidado de mí, ella era demasiado perfecta para mí y yo quería serlo para ella, así que me levanté de la cama bese sus labios escribí aquella carta y me fui a Kew, llamaría a  traer al  médico real le pediría que me tratara de nuevo, que sus métodos fueran más intensos para que esta enfermedad saliera de mí.....

Mi Reyna G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora