Destined With You ||Larry||

Parte #1

Existen siglos y siglos de historia acerca del origen de la Nación del Sol y la Nación de la Luna.

La Nación del Sol y La Nación de la Luna solían ser muy unidas, casi hermanas, eran conocidas por ser la columna vertebral de las demás naciones. Con una administración y poder impresionantes, nadie sufría de carencias y todos disfrutaban de las riquezas que ambas naciones tenían.

Gobernadas por soberanos que se consideraban hermanos, Alfa y Omega.

Además de contar con un gobierno poderoso e indestructible, así como su economía, contaban con un ejército implacable. Eran sumamente respetuosos y disciplinados. Muy creyentes de sus divinidades y bastante sabios, todos sabían todo.

Tenían el respeto de las demás naciones después de una guerra ardua que costó miles de vidas. Algo que honrarían hasta el final. Luchar por sobrevivir, luchar para obtener la paz.

Eran las principales naciones que unían al resto de ellas a través de un pacto sagrado que fue sellado y que no se puede quebrantar hasta el final de los tiempos. 

Pero un desacuerdo pequeñito, minúsculo logró desatar un caos que ningún acuerdo de paz podría solucionar. 

Cuando los acuerdos se convirtieron más en desacuerdos.

Cuando la guerra estalló.

Cuando un enorme muro, mejor conocido como la frontera, se erigió para dividir ambos territorios y obligando a las naciones más pequeñas a decidir a quién seguirían, con quienes se enemistarían.

Cuando el dolor comenzó a reinar y perdurar siglos, hasta que las siguientes generaciones se olvidaran completamente que alguna vez las naciones fueron unidas y que ese enorme y largo muro no existía.

 Cuando las familias fueron obligadas a olvidar y los corazones a romperse.

Harry conoce la historia de las grandes naciones gracias a su abuelo que tenía en su poder un reporte de generaciones pasadas que registraban los acontecimientos de aquella brutal época. Un ancestro suyo, que vivió en ese tiempo, escribió con detalle todo lo que sucedió. 

Recuerda un par de párrafos:

«Existimos en la gloriosa época donde nuestra nación hermana y la nuestra coexisten como si fuéramos una sola. Hace un par de semanas nos obsequió el arroz y pescado para alimentar a las familias más necesitadas. Un huracán arrasó nuestra nación. Pero el rey Alfa en persona vino y nos ayudó, nos alimentó y cuidó, a su lado estaba el rey Omega ayudando incansablemente a que no muramos de hambre o frío. Son tan benévolos por separado, pero juntos son uno solo. Es increíble de ver, su presencia es imponente, indescriptible.» 

Las primeras cien páginas del diario están llenas de hazañas y buenos momento entre las naciones. Para el Omega era difícil imaginarse algo así, llegaba a preguntarse varias veces que fue aquellos que acabó con tanta armonía y camaradería. 

Entonces recuerda los siguientes párrafos de la segunda parte:

«Un terrible malentendido desató un desastre. Esta mañana, el rey, anunciaron que el ejército invadió nuestras tierras en busca de lo suyo. Nadie entiende que es lo que les pertenece y la razón por la que vienen a nuestra nación proclamándolo»

«El preludio de la guerra llegó con la desolación de nuestra gente. El rey Alfa cayó, quedamos en manos del rey Omega, pensamos que nos trataría como antes. Nos equivocamos, el odio se siente a kilómetros de distancia. Nos aprisionaron y forzaron a construir un enorme muro que dividirían los reinos. Los tiempos difíciles apenas están comenzando.»