Chapter 3 (Un Nuevo Amigo)

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Chapter 3

Jimin y Hobi caminaron por la vereda. Hobi parecía muy entusiasmado. Por cada paso que daba parecía que iba bailando o saltando. El duende era un chico enérgico.

"Platícame, que es eso que vienes a buscar?" Le pregunta Hobi, interesándose mas por su nuevo compañero de viaje.

"El Rey Jungkook tiene algo que es mío" le contestó.

"Tuyo?" Por que le Rey quiere algo tuyo?"

"Bueno, en realidad no es mío, es de mis padres, pero yo estaba a cargo cuando Jungkook se lo llevó." Le explicaba Jimin mientras caminaban entre los arbustos. La noche estaba por caer y Jimin pensó que seria buena idea intentar acampar en algún lado.

"Déjame adivinar, te quito algún diamante brilloso?" Le cuestionaba Hobi, mientras ayudaba a Jimin a recolectar algunos trozos de madera para prender una fogata.

"No"

"Entonces algún poder mágico? O tal vez algún recuerdo que quieres recuperar?". Continuo Hobi.

"No, nada de eso. El Rey se llevó a mi hermanita" eso hizo que Hobi dejara lo que estaba haciendo para mirar hacia Jimin con sorpresa.

"Tu hermanita? Pero por que se la llevaría."

"Jungkook dijo que le pertenecía, pero no entiendo a que se refiere con eso" Jimin se quedo en silencio por un momento, recordando ese momento en el que el hombre majestuoso entró por la ventana, y como el ronco sonido de su voz le repetía que la bebé le pertenecía. Jimin aun recuerda el brillo de sus ojos. Como en mirarse en ellos, se sentía flotar en el universo infinito.

"Es extraño que el Rey Jung... se haya llevado a una niña. Debe de ser algo muy especial para que tenga algún interés por llevársela." Hobi miraba hacia las llamas de la fogata que habían encendido para pasar la noche.

"Por que no puedes decir su nombre? Siempre que hablas de Jungkook, te quedas a media palabra." Jimin había notado que Hobi nunca pronunciaba el nombre del Rey, era como si lo intentara, pero algo se lo impidiera.

"Hay varias razones. Una es que en verdad todos le tememos al Rey. El es muy poderoso, puede destruirte con tan solo mirarlo. Y la segunda es por que dicen que si mencionas su nombre varias veces, el vendrá a ti. Es una leyenda que se dice por ahí, nunca nadie a querido comprobar si es real. Tenemos demasiado miedo para si quiera intentarlo." Explicó el duendecillo.

"Es por eso que dices que jamás lo has podido ver a los ojos?"

Hobi asintió una vez con la cabeza. "Son pocos lo que se atreven a verlo. Y de los pocos que lo han intentado, dicen que terminan" El duende hizo una seña con su dedo, rodeando su oreja en señal de locura. Diciendo que todo aquel que se atreve a mirar al rey, termina desquiciado.

"Debo de admitir que mirar al Rey Jungkook, si tiene un efecto extraño. Algo muy llamativo que te atrapa. Pero solo debe ser que en mi mundo no existe gente como él. Ni como tú. Todo este mundo me parece parte de un sueño. Duendes, adas, magia. Todo eso no existe de donde yo vengo. Y es por eso que cuando Jungkook apareció me impresionó. Pero no creo que pase nada si lo miras a los ojos. Sus ojos son algo... distintos" Jimin dijo, tratando de buscar la palabra perfecta que describiera lo magnífico de sus ojos.

"Distintos? Acaso tiene tres ojos? O tal vez no tiene ojos y solo tiene unos hoyos negros profundos  donde se puede ver su alma sombría" expresó su amigo. Jimin lo observó extrañado de la forma de describir a Jungkook. "Perdón, es que así me lo imagino" agrego el joven con una sonrisita de pena.

"No, los ojos de Jungkook..." Jimin hiso una pausa, mirando a hacia el cielo, por un pequeño claro entre los árboles donde podía alcanzar a ver la luna menguante. "Sus ojos son impactantes y brillantes. Al verte en ellos es como si flotaras en el universo. Es como si vieras una Nebulosa y solo quisieras que te envolviera en ellos." Jimin le explicaba, pero el sonido de unos ronquido le aviso que su compañero de viaje se había quedado dormido en medio de la conversación. Jimin solo sonrió y tomo otro pedazo de madera para meterlo al fuego, asegurándose que no se fuera a pagar y mantenerse tibios el resto de la noche. Una vez mas miró al cielo, observando la luna que parecía ser la misma que brillaba sobre el cielo de Corea. Pero sabiendo que ya no esta en casa.

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