Queen Of Narnia

Capitulo 4 Los reyes de antaño

- ¡NO ESPEREN? - aclamaba aquel príncipe mientras se habría paso entre la multitud de narnianos

Se agachó mejor para ver si se trataba de aquella joven que no había visto en dos días, ¿Podría ser?, después de todo lo sucedió su amiga Emily había ido a apoyarlo

- La conozco, es de confianza, no es una espia. Emy.. Emy - llamaba con delicadeza a la joven inconsciente

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Mis párpados se alzaron con lentitud, enfrentándose con dificultad a la voz que me llamaba. A pesar de la noche, una luz punzante lastimaba mis ojos al abrirse por completo

Al recobrar la plena consciencia, lo primero que distinguieron mis ojos fue el rostro de mi amigo, Caspian, ante mí, ileso y seguro.

- ¿Caspian? - pronuncié con esfuerzo mientras intentaba incorporarme.

- Sí, sí, soy yo. Despacio, no vayas a lastimarte aún más - respondió él, ayudándome a levantarme con cautela

Aunque recobraba la lucidez, aún sentía el calor en mi frente por el impacto. Por instinto, me la froté, y al enfocar mi mirada en Caspian, me percaté de que no estábamos tan solos como esperaba

Miles de narnianos nos rodeaban, observando atentamente cada uno de mis movimientos

No podía creerlo. A pesar de los años transcurridos, el pueblo había encontrado la manera de subsistir e incluso multiplicarse a cualquier costo

- Son narnianos... - susurré casi incrédula.

- ¡CLARO QUE LO SOMOS! - respondió con furia un enano a mi lado - ¡Y TÚ SOLO UNA ESPÍA! ¡NO LO VEN, DEBEMOS MATARLA! -

Miré con temor a Caspian, que aún sostenía mi mano. No entendía lo que estaba pasando

- No soy una espía. Jamás lo sería... - reproché con indignación.

- ¿Entonces quien eres? -

Se acercó a mi un pequeño tejón tranquilizando inmediatamente cualquier inquietud que tenía

- La princesa Emily, mi amiga y aliada a la causa -

Caspian había terminado de presentarme ante todos los narnianos, aunque estos lucían sorprendidos por mi tan inesperada llegada

- ¡Miente! ¡Es una espía, estoy seguro! - exclamó el enano con insistencia

- No lo soy -respondí, aún más enojada

- Entonces, ¿por qué estás en el bosque? - preguntó con curiosidad el enano, provocando murmullos entre los presentes

- Estoy huyendo de Miraz, al igual que Caspian... Intento asesinarme -

Expliqué, mientras sentía la mirada de tristeza, desesperación y enojo de parte de mi amigo; no podía creer que después de todo, su tío había sido capaz de atentar contra mi vida

- ¿Y por qué lo haría? ¿No se supone que eres aliada del reino? - cuestionó un centauro, sumando dudas al ambiente

Sin saber qué decir, me esforcé por mantener la calma. La revelación de mi parentesco con Caspian podía generar más incertidumbre entre ellos

Caspian aún sostenía mi mano con firmeza, transmitiéndome apoyo y protección. Sentí cómo su agarre se intensificaba gradualmente, no como un gesto de dominio, sino como un impulso para seguir adelante