My Heart Belongs To You

599 53 57
                                    

♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡

Finalmente tenían un día libre y lo único que Vaggie quería era tener un tranquilo y reconfortante tiempo de calidad con su pareja. Luego de su efímera visita al cielo, la inminente llegada de Adam y su ejército en menos de un mes, y el tiempo de tensión entre ellas luego de que el secreto de Vaggie se revelara, realmente no era mucho el tiempo que habían pasado juntas, sumando ahora el tener que entrenar a su ejercito canibal, idear el plan de batalla y terminar la construcción de armas para su defensa.

Las chicas estaban exhaustas, tan pronto como sus cuerpos entraban en contacto con su cama caían desmayadas, a veces ni siquiera llegaban, terminaban sobre el sofá o tendidas en la mullida alfombra que cubría su cuarto, para al día siguiente despertar adoloridas por la mala posición y la incómoda superficie que las recibió.

Es por ello que ese día habían decidido cancelar todas las reuniones y entrenamientos planeados, el descanso también era importante y no querían terminar inconscientes de cansancio a media pelea cuando el momento llegara. Todos los huéspedes del hotel soltaron suspiros de alivio por tener un día para ellos y se retiraron a sus actividades comunes o simplemente a descansar en sus cómodos cuartos.

Charlie y Vaggie decidieron tener una pequeña cita, armando improvisadamente una canasta de picnic con alimentos sencillos y llendo a disfrutarla a las afueras del hotel, con la, irónicamente, bella vista de la ciudad y el cielo brillando en un carmesí especial. Compartían anécdotas bizarras con sus residentes temporales mientras disfrutaban de sus alimentos.

- Te lo digo enserio, debes ser muy literal cuando hables con ellos. - Charlie hablaba, consternada por el recuerdo, mientras Vaggie intentaba aguantar la risa al imaginarse la situación. - Les dije que necesitaba una mano, ¡Y literalmente me la dieron!

- Osea, técnicamente no está mal, ¿No? Ellos muy amablemente te ofrecieron lo que pediste, y tú aquí quejándote. Muy mal, cariño, no sabía que fueras así. - Se burló Vaggie mientras Charlie le daba la espalda fingiendo estar ofendida.

- Claro, como tú no fuiste la que tocó parte de un tieso - un escalofrío la invadió - aún se sentía tibio, no quiero ni pensar de dónde la sacaron.

- Más bien a quién se la sacaron.

- ¡Vaggie!

A Vaggie le entretenía demasiado la situación. - Perdón, cielo, no pude evitarlo. - Dijo acercándose a Charlie y abrazándola por la espalda. - No pienses más en su merienda de la tarde. Mejor cambiemos de tema.

Charlie la miró acusadoramente, para seguido sonreír y acariciar las manos de Vaggie que se encontraban en su estómago. Volvió su mirada al cielo, enfocando su vista en el punto blanco, la conexión entre el cielo y el infierno.

- ¿Sabes? - Comenzó Charlie - Quitando lo último que pasó, me agradó ir al cielo, el lugar era hermoso y la gente, mayormente, era muy amigable.

Vaggie se había tensado un poco ante la mención de su viejo hogar, pero las caricias de Charlie la hicieron volver a relajarse. - Si, supongo que si.

- ¡Debiste ver el zoológico! Era hermoso - Charlie de quedó pensando un momento - Bueno, supongo que alguna vez habrás ido - Sacudió su cabeza para volver al tema, no quería incomodar a su pareja - De todos modos, fue tan genial ver todos esos animalitos, eran tan lindos, y pequeñitos, y peludos, y sus mini alitas,... - Charlie dió una larga lista de todo lo que encontró tierno del zoológico y cada animal que vio. Vaggie solo la escuchaba, enamorada de su voz alegre, de lo entusiasta y animada que se ponía cuando hablaba de lo que le gustaba.

- Suena a que pasaste un buen rato allí, cariño. Me alegro que Emily haya podido mostrarte un poco el lugar.

- ¡Oh! Hablando de eso, con todo lo que pasó se me había olvidado contarte, pero a que no adivinas - Vaggie, que había vuelto a donde estaba sentada, la escuchaba expectante mientras se llevaba una fresa a la boca. - ¡Emily se me confesó!

My Only Love [Chaggie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora