Capítulo 21: Regreso a Wave: Haku
Ella estaba sola, bañada en oscuridad mientras estaba confinada en un ataúd y había estado así por qué para ella. Había sido un período de tiempo incalculable. Había sido horrible al principio, y si todavía fuera realmente consciente de ello probablemente se habría vuelto loca. Sin embargo, la mente es algo realmente sorprendente y para evitar su descenso a la locura, había cerrado su conciencia y, como una cinta atrapada en un bucle sin fin, simplemente repetía los recuerdos que conducían a su estado actual una y otra vez. Actualmente, en su sueño perpetuo, estaba reviviendo la parte en la que el hombre al que le había confiado su vida la había descartado como una herramienta innecesaria que debía ser encerrada hasta el momento en que pudiera volver a ser útil para ella.
El pasado, hace casi cuatro años:
asustada más allá de lo imaginable, acababa de experimentar una sensación que la había hecho sentir como si su alma estuviera siendo apoderada. No recordaba cómo terminó en la pequeña caja en la que estaba, ya que lo último que recordaba era haber sido derrotada por el perezoso usuario de la sombra. Además, sentía como si su cuerpo estuviera rodeado de tierra, casi como si estuviera en el centro de una muñeca de arcilla de algún tipo, ya que no parecía estar suelta sino apretada a su alrededor.
Tratando de mantener la calma, comenzó a repasar lo que podía descifrar de los últimos momentos. Había despertado con la sensación de que la caja en la que se encontraba se movía. Se había sentido casi como viajar en un ascensor, ya que parecía elevarse lentamente. También estaba acompañado por la sensación de que estaba en el proceso de teletransportarse ya que dondequiera que estuviera al principio había estado en un silencio sepulcral, pero cuando comenzó a moverse sonó como si ella hubiera aparecido de repente en algún lugar donde estaba teniendo lugar una gran batalla. Dado que su aldea se había estado preparando para invadir Konohagakure, asumió que había estado dormida desde su derrota en el partido preliminar del examen Chunin. Preguntándose si estaba siendo convocada como una especie de refuerzo sorpresa, se preguntó qué esperaba ganar Orochimaru al convertirlo en una sorpresa para ella. Sin embargo, fue entonces cuando la sensación de que su alma estaba siendo subsumida por otra persona comenzó a abrumarla. Afortunadamente, terminó cuando la sensación de su caja subiendo fue reemplazada por la de descender como si alguien estuviera reprimiendo la convocatoria. Los sonidos de la batalla se cortaron repentinamente, haciéndole creer que cualquier portal por el que había pasado se había cerrado dejándola de regreso al lugar desde donde había sido convocada.
Se quedó sola sin otra compañía que la oscuridad y el silencio hasta que escuchó un grito de dolor: "Ahh, maldito sea. Mis brazos, me ha quitado mi jutsu". Reconoció la voz al instante ya que pertenecía al hombre por el que había jurado dar su vida.
"Eso parece", dijo la voz tranquila de Kabuto, y aunque leal todavía sonaba engreído incluso cuando hablaba de la derrota de su maestro. "Pensar que el Tercero todavía era capaz de luchar a ese nivel a pesar de su avanzada edad. Y que incluso lograría encontrar una manera de derrotar al Edo Tensei.
"Maldito sea", siseó Orochimaru, sus palabras sonaban como si vinieran de dientes apretados.
Al escuchar pasos acercándose a la caja en la que se encontraba, rezó para que la dejaran salir. Sin embargo, a pesar de que se quitó la tapa, la luz del sol no le alcanzó ya que la suciedad que la cubrió por completo, "Es una pena que haya logrado reprimirte al invocar a este. No creo que le hubiera ido tan bien luchando contra su amada esposa como lo hizo contra el Hokage".
