Pasarón los años Kenzo ya tenía 16 años y yo 17, pronto cumpliría los 18, en el tiempo transcurrido no fue nada fácil, desde que nos votaron de casa viviamos en las calles, el iba a la escuela, una señora nos acogio por un tiempo y se hacía responsable de nosotros, pero cuidaba más a Kenzo, de alguna forma era un niño normal y lindo, así que dio prioridad a los estudios de el ya que decía que tendría más éxito, yo acepte, a mi corta edad empecé a trabajar, no eran los grandes trabajos, pero ayudaba a cargar cosas, hacer mandados y ayudar a llevar los maletines o herramientas, me pagaban lo que se les hacía justo, simplemente lo fui guardando. Siempre agradecí a la señora que pudiera darle lo mejor a Kenzo, el dormía en una cama, a mi me dejaba dormir en el sótano, sobre una sábana y con una cobija, la señora no me dejaba estar mucho tiempo arriba, para ella era como un ser humano asqueroso, como no iba hacerlo si no me dejaba bañarme diariamente ya que decía que "no podía acabarme el agua y mas para alguien como yo, que podía esperar unos días más" mientras que Kenzo y ella se bañaban diariamente. Gracias a esta experiencia los sótanos no son mucho de mi agrado ya que también la señora luego me castigaba metiendome a el y con los apagadores generales de luz quitaba para que la corriente no llegará al zotano, dejadome a obscuras.
Mas grande pude rentar un pequeño cuarto, que era como vivir en un cubo, solo tenía el baño en un cuarto, pero dentro del mismo cuarto y ahí debía ser dormitorio, cocina y sala. Yo segui trabajando, conseguía mejores trabajos pero sobre explotado, pagaba los estudios de Kenzo y lo que necesitará, al igual comida para que estuviera bien alimentado.
Actualmente nos cambiamos de departamento, ahora es más grande ya hay un cuarto para el y otro para mi, más aparte la cocina sala, ya va en la escuela media superior en unos años entrará a la universidad, eso es bueno, costo trabajo, pero valdrá la pena.
Ren: —Kenzo, ya ven a desayunar que se te hará tarde para la escuela.
Kenzo: voy hacia el y me siento en las sillas de la barra —Al rato iras por mi, ¿verdad?
Ren: —Yo creo que si, no hay para hacerte de lonch pero— saco dinero de un bote, acercandome a el y se lo doy —Ten, para que te compres algo.
Kenzo: le veo frunciendo el ceño y aparto su mano —No lo quiero, mejor ve con eso de compras y haces de comer para los dos.
Ren: —Pero tienes que comer algo aunque sea. Vamos tómalo, a lo mejor hoy me pagan.
Kenzo: —Que no, entiende ya viste lo horriblemente flaco que estas, puedo ver tus huesos— levanto su playera hasta su pecho —Ve tus costillas, las puedo ver, hay personas que se les ven, pero no tan exageradamente como tu.
Ren: me sorprendo a lo que hace viendo hacia mi cuerpo, realmente era demasiado flaco... Pero que lo dijera así me hacía sentir mal.Abrí la boca un momento para decir algo, pero simplemente no dije nada, quedandome callado con la cabeza baja, colocando el dinero en la barra, quitando su mano de mi playera e irme a mi cuarto
Kenzo...
Kenzo: —¡Ren! Agh... — tome mis cosas y salí de la casa para ir a la escuela.
Mientras iba camino a la escuela iba pensando en lo que dije, pero en qué también vi su hermosa piel como el color de la nieve, sonrojandome un poco. —Dios... Ren me mataría si se entera que me gusta...
Al llegar a la escuela me senté en la esquina de siempre, teniendo que soportar a estos insoportables moscas (sus compañeros), sera mejor que Ren no se entere que no tengo amigos o simplemente haré que se preocupe más.
A la hora del receso saqué el dinero de mi bolsillo, viéndolo y suspirar, yendo mejor a comprar algo, pronto se acerco la hora de salida, no se si vaya a venir después de lo que le dije en la mañana. Mientras me dirijia a la salida veo la pequeña figura y llamativa piel, dejando salir una sonrisa.
Kenzo: —Veniste.
Ren: —Si — toco su cabello, alborotado un poco y sonreír
Kenzo: veo su sonrisa y bajo la mirada —Lo siento... Por lo de la mañana... Solo creo que deberías cuidarte tu también... Y no solo yo...
Ren: le veo —Esta bien Kenzo... Pero eso cambiará cuando estudies y tengas tu carrera... Y comeré todo lo que tu quieras.
Kenzo: le veo confundido.Su comentario no se si reaccionar bien o mal, me dio a entender que seguirá ¿igual? Simplemente niego y saco mi celular para buscar unas cosas.
Ren: veo su celular —Tal vez con lo que me den mañana pueda comprarte un mejor celular.
Simplemente me quedo callado, era un caso perdido lidiar con el y por ser el mayor ni siquiera me hará caso porque según el, eso es lo correcto.
Ren...
Al llegar cenamos un poco, aunque tuve que decirle a Kenzo que tenía poca hambre, si no el no comería bien. Nos fuimos a dormir esa noche, al día siguiente el señor ya me había dicho que me entregaría mi pago el día de hoy y lo que me debía por trabajar horas extras, así que tenía tiempo para ir a dejar a Kenzo a su escuela.Ren: —Bien, te veo al rato, ¿vale?
Kenzo: le veo y asiento, besando su mejilla como de costumbre. —Bien, suerte y comes...
Ren: —Si Kenzo, tu tambiénEl me sonrió y se dio la vuelta, me dirige a la casa para irme arreglar un poco mejor, de paso agarrar bolsas y hacer la lista de lo que debería comprar, se paso el tiempo, ya pronto se acercaba la hora de salida de Kenzo, entonces mejor me apuro para ir por el dinero y ver si me acompaña al mercado, me dirige al trabajo, seguro ya estaba el señor Sen, pero al llegar al lugar estaba vacío, seguro que a lo mejor se le hizo tarde y en un momento llegaba, me esperé, pero se estaba acercando la salida de Kenzo, decidí esperar un poco más, no importaba si iba yo solo al mercado, mejor que el llegara a descansar.
Paso el tiempo, empezo a vibrar mi teléfono y lo saque de mi bolsillo del pantalón, era un número desconocido, pero antes de contestar vi la hora, Kenzo estaba saliendo si no es que salió ya, por qué lo dejan salir antes a veces, suspiré y contesté.
Ren: —Hola ¿Quién habla?
X: — Hola, buenas tar~Me fue arrebatado el celular, no alcance a escuchar quien era, solo me di la vuelta y vi a tres tipos grandes sonriendo maliciosamente, dando un paso hacia atrás.
Kenji: — Tu eres el tipo que trabaja con el señor Sen, ¿Ren?
Continuará...
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Solo te quiero a ti
RomanceRen era el único hijo de una de las familias más ricas de Japón, en una noche que iban a pasar la Navidad con uno de sus amigos cercanos de su papá, tuvieron un accidente, fue adoptado por la familia, con el tiempo por ser un chico albino, empezó a...