Dostoyevsky- Prólogo

6 1 14
                                    

Hideki Dostoyevsky.

No tengo permitido acercarme a los de la ADA, ni siquiera al hermoso de Tatsuya Nakajima.

Me dirigía a un edificio cercano de la ADA, si no podía hablarle al menos podía observarlo como una pieza de ajedrez, tan lindo de admirar.

He tratado de convercer a Fukuzawa-san de que no les haré nada a los de la ADA, pero si Mori-San no me cree menos él.

Suspiré cansado, la noche se acercaba y con ella la salida del trabajo de mi querido amorcito, pude observar como se iba con Haruki Nakahara, personalmente ni Dazai-San o Nakahara-San me caen mal, pero ese hijo de puta de Haruki.

Me levanté y los seguí un rato para finalmente acercarme.

-¡Hola! ¿Cómo están mis detectives favoritos? ¿Mnh?

Ambos se voltearon, Tatsuya me miró raro y Haruki solo me dio su típica cara de Nakahara.

-Sabes que no puedes estar cerca Dostoyevsky, llamaré a Fukuzawa-san si te sigues acercando.

Agite mis manos, indicando que no me acercaría más y además, ¿Quién quisiera estar cerca de Nakahara? Me cae mal, así que no tengo razones para estar cerca de él.

-Hideki-Kun, ¿Ya pudiste convencer a Fukuzawa-san?

Negué, obviamente no lo había conseguido y además no le iba a mentir a Tatsuya, no a mí hermoso Ryo.

-Tatsuya ya vámonos, Ryunosuke-San se va a preocupar.

Desaparecieron de mi vista. Finalmente llegué a casa, encontrándome con mis padres buscando el control de la televisión y peleando echando se la culpa de que hubiese desaparecido.

-¿Ahora por qué pelean?

Obviamente sabía el porque, a diario se pelaban por lo mismo, Sigma-Chan regreso de la cocina, cerca de él voló el zapato de mi papá, se escondió cerca de mí porque sabía que por más que volarán cosas cerca de mi, ninguno llegaba a darme.

-Ya me voy, no tengo nada que hacer aquí.

-Hideki no me dejes solo con tus padres.

Pobre de Sigma-Chan, pero ni modo.

\\\

El chico dejo a un lado su capa, era igual a la de su padre lo único bueno es que le cubría del frío. Se tiró de cara a la cama cansado, no solo la relación desastrosa de sus padres le cansaba si no también el hecho de que le era imposible convencer a Fukuzawa.

No quería ser igual a sus padres y Sigma, hundió su cara en la almohada, se quitó las botas y se acostó, realmente no le importaba mucho el tener su ropa de siempre.

-Hideki, ¿Todo bien?

Suspiro pesado, Sigma-Chan entro a la habitación del menor y se sentó en la orilla de la cama, acaricio la cabeza del menor.

-¿No has logrado convercer a Fukuzawa?

-No...

El menor se acostó en las piernas del de cabello bicolor, el mayor trataba de pensar alguna solución, sin embargo, aún le quedaba un haz bajo la manga.

-Puedo hablar con Fukuzawa.

Hideki se levantó de golpe casi golpeando a Sigma en el proceso de su repentina acción.

-¿Pero él no te odia?

-Estoy a favor de la agencia... ¿Qué no Fyodor te lo dijo?

El albino negó, siempre que preguntaba le negaban la información, así que se mantenía en la ignorancia de todo, Sigma suspiro.

-Puedo solicitar el examen de admisión, si no pasas es porque no eres capaz.

Abrazo a Sigma, todo esté tiempo pudo haberle preguntado a Sigma y el le habría ayudado, pero no era su culpa, desconocía esa información desde el inicio.

\\\

Por la mañana del día siguiente, Sigma y Hideki estaban esperando afuera de la oficina de Fukuzawa, Hideki mantenía la cabeza baja, por obvias razones lo hacía.

-Sigma-Chan...

Lo volteó a ver pero no le contesto, el menor no le hablo porque sintió su mirada. Hideki comenzaba a frustrarse, ¿Por qué tardaba tanto? Finalmente hicieron pasar a Sigma, levantó la cabeza.

-¿Dostoyevsky?

Se encontró cara a cara con Nakahara, no dejo de mirarlo, su encuentro se convirtió en una lucha de miradas. Los ojos de Hideki empezaban a lagrimear y los del Nakahara pedían ayuda.

-¡¡Haruki-Kuuuun!!

Cortaron la mirada, Hideki pudo limpiarse los ojos y Haruki pudo parpadear, el chico de cabello castaño de apellido Edogawa se acercó un poco a los otros individuos.

-Yusuke-Chan...

-Estúpido, hiciste que me llorarán los ojos.

El castaño se acercó a Dostoyevsky y le quitó las manos de los ojos, volteó a ver a Haruki quien parpadeaba múltiples veces para rehidratar sus ojos.

-No te talles los ojos... y tú, dejos de hacerle pelea a Hideki-Chan.

Haruki bufó, no podía decirle que no a Yusuke, ni él mismo se perdonaría, los ojos del de menor estatura no se podían ver, así que si sentías su mirada no estarías seguro si realmente te miraba.

-Hideki-Chan, ¿Qué te trae por aquí?

El hijo de la rata rusa no estaba seguro de si lo estaba viendo a él, el piso o a alguna otra cosa.

-Estaba esperando a Sigma-Chan...

El más bajo se acercó a Hideki y le pico la cara, pues estaba convencido de que era venenoso o algo por el estilo, Haruki frunció el seño molesto.

-No lo toques Yusuke-Kun.

El enano sonrió levemente y empezó a jalarle los cachetes a Hideki, el albino trato de soltarse pero le fue imposible.

Después de un rato, al fin lo soltó, sus mejillas estaban coloradas, Yusuke Edogawa aprovechó que no era venenoso y le hizo la maldad.

-Auch... seguiré esperando a Sigma-Chan.

Yusuke y Haruki se fueron de ahí. Hideki comenzó a pensar en que tal vez estar en la ADA con Nakahara no sería tan malo, Yusuke fue amable con él.

Pasaron dos horas, Hideki se recargaba en su propio hombro del cansancio que tenía solo por esperar, se quejaba internamente por decidir acompañar a Sigma, pues él le advirtió de que sería tardado.

-Soy mayor que ustedes dos.

-Pero el más enano.

Yusuke hizo un puchero, saco la altura de su madre e incluso era un poco más bajo que él, Tatsuya se fijo en el camino, los tres se dirigían con Fukuzawa para entregar unos papeles.

-¿Hideki-Kun?

El mayor no respondió y más bien siguió cabeceando hacia su derecha, Ryo agarro a Haruki y lo sentó junto a Hideki.

-¡¿Que?!

-Shh, silencio y no te levantes, ustedes no se llevan bien así que cuídalo.

La mirada fulminante de Tatsuya lo hizo permanecer quieto, Hideki durmió finalmente en el hombro de Nakahara.

Tatsuya estaba tratando de ver los ojos de Edogawa aunque cuando lograba quitarle el cabello él cerraba los ojos.

-Hideki.

Los cuatro estaban durmiendo sentados, Tatsuya con Yusuke y Haruki con Hideki, Sigma suspiro, logro hacer que le dieran la oportunidad de hacer el examen de admisión.

Hideki Dostoevysky Donde viven las historias. Descúbrelo ahora